Capítulo 38: Motivo oculto

mayo 04, 2017


Li Min Feng le hizo personalmente una visita a Li Wei Yang por la tarde. Le dio permiso para irse a la criada de la puerta y cuando llegó a la puerta, vio a una criada hablando con otra.
-Zi Yan jiejie, ¿qué coses?-Preguntó la criada con curiosidad.
Zi Yan sonrió su bordado a la criada. Li Min Feng tenía buena visión por lo que desde lejos pudo ver un par de patos mandarines multicolores en un lago lleno de flores de loto que hacían el pañuelo más vivo y vigoroso.
La criada movió los ojos y rio.
-¡Zi Yan jiejie quiere casarse! ¡Deberías pedirle a San xiaojie que te encontrase un buen marido!
El rostro de Zi Yan se volvió rojo, recuperó el pañuelo y le dio un suave golpecito en el hombro a la criada antes de escupir:
-No digas tonterías.
Zi Yan cumplía quince años aquel año, había nacido con una cara ovalada y piel clara. Su sonrisa era como una flor de loto, atraía la atención del resto. Li Min Feng la miró con tranquilidad y un sentimiento extraño apareció en su corazón.
La pequeña sirvienta sonrió.
-No tengas vergüenza. ¡San xiaojie te encontrará un buen marido!
La sonrisa de Zi Yan se relajó con el tiempo y entonces, expresó:
-San xiaojie no puede hacer nada ella sola. ¿Cómo va a ayudar-…?
La pequeña sirvienta estaba distraída, quería decir algo pero mostró una expresión indescriptible. Era cierto. San xiaojie era la hija de una concubina, a pesar de que Lao furen la favorecía, no tenía el favor de Da furen. Si Da furen quisiera usar su matrimonio para darle problemas, ella ya se contentaría con estar con su señora así.
Zi Yan suspiró y se sintió mal por las palabras que no pudo decir. Pero de repente, escuchó a alguien toser; dio un brinco y alzo la vista para ver a un joven amo justo delante de ella. Su rostro enrojeció y se levantó para saludarle.
-Da shaoye.
-Oh, ¿te llamas Zi Yan?-La expresión de Li Min Feng era muy tranquila mientras la miraba a los ojos.
El rostro de Zi Yan se tornó sorprendentemente rojo y dijo en voz baja:
-Sí, soy la criada de San xiaojie. ¿Quiere verla?
En un principio él había llegado para encontrarse con Li Wei Yang, pero cambió de parecer. Li Min Feng sonrió y dijo:
-No, es que ayer perdí mi abanico por aquí cerco, así que he venido a pedirle a San meimei una criada para que me ayude a buscar.
Zi Yan soltó una risita y dijo.
-Yo puedo ayudarle. ¿Dónde ha perdido su abanico?
-Fuera de la puerta, en un área con mucha hierba.-Contestó Li Min Feng.
Li Min Feng y Zi Yan salieron. La pequeña sirvienta observó con cautela y de repente, frunció el ceño, se recogió las faldas y corrió a la habitación.

*         *        *        *        *

Li Wei Yang estaba en su habitación hablando con Mo Zhu.
-Aunque a Lao furen no le gusta ser extravagante, es bastante quisquillosa con la comida. Por ejemplo, cuando come pescado sólo se come los ojos; cuando come pollo, sólo se come las partes que son un setenta por cierto grasa; cuando come setas del bosque, sólo se come el estómago que tiene menos grasa. De todos los platos lo que más le gusta es el pato fermentado, pero a diferencia del resto de casas, aquí lo primero que se hace es limpiar el interior del pato. Entonces, se deja en un jarrón de porcelana y se cocina durante tres días a fuego lento para hacer la carne tierna y crujiente. Además, las patas del pato se cocinan por separado; se quitan los huesos y entonces se empapan de especias y magnolias. No puedo ni describir lo bien que huele.
Li Wei Yang asintió. Había dos cosas que le gustaban a Lao furen: beber té y comer ganso. Por lo que, aunque no era nada del otro mundo, lo que Li Min Feng había hecho estaba claro que era una persona calculadora.
En ese momento, una pequeña sirvienta no dejaba de lanzar miradas furtivas desde detrás de la puerta.
Li Wei Yang miró en su dirección, asustando a la chiquilla. Sólo escuchaba la voz de Mo Zhu.
-¿Quién merodea por ahí fuera? ¡Adelante!
La pequeña criada entró asustada e hizo una reverencia para Li Wei Yang.
-Xiaojie, tengo algo que decirle.
Li Wei Yang la miró con tranquilidad. Bai Zhi comentó en voz baja:
-Xiaojie, esta es Xiu’er la pequeña sirvienta de la sala de té.
¿La pequeña sirvienta de la sala de té? Con incertidumbre, Li Wei Yang preguntó:
-¿Qué ocurre?
Xiu’er dijo:
-Da xiaoye acaba de venir y ha dicho que ha perdido un abanico fuera. Le ha pedido a la criada de xiaojie que le ayude a buscarlo. Zi Yan estaba bordando así que se ha ofrecido como voluntaria y me ha pedido que se lo haga saber a usted.
Li Wei Yang observó durante un largo instante a Xiu’er y entonces, sonrió de repente.
-Bai Zhi, obséquiala con un monedero pequeño, y de aquí tres días, asciéndela a sirvienta de segundo rango. No tiene que volver a la sala de té, puede quedarse aquí y servirme.
Xiu’er estaba encantada y se arrodillo unas cuantas veces.
-¡Gracias, xiaojie!
Para una sirvienta que sólo hacía trabajos infantiles, que la ascendieran a segundo rango eran muy buenas noticias y Xiu’er se marchó contenta. Li Wei Yang sorbió el té con cuidado. Bai Zhi por fin lo comprendió y dijo:
-Xiaojie, Zi Yan tendría que habértelo dicho antes de hacer nada. Ha tenido un descuido, por favor, no la culpes.
¿Una criada sin permiso de su señora se marcha con un xiaoye? ¿Tan llena de alegría estaba que se olvidó de su estatus?
Li Wei Yang sonrió con tranquilidad y dijo:
-Tal vez tuvo un descuido, o tal vez tiene deseos mayores y cree que mi lugar en esta familia es demasiado pequeño.
Las palabras de la xiaojie eran serias y Bai Zhi empalideció. Li Wei Yang la miró y dijo:
-Zi Yan y tú sois lo mismo, las dos viajasteis conmigo desde Pingchen, a las dos os trato como familia, pero eso no significa que tenga que tolerarlo todo.
Bai Zhi bajó la cabeza y sintió temor. En secreto culpó a Zi Yan por actuar por libre albedrío, su señora le había ordenado quedarse pero en lugar de hacerlo, se había ido con otra persona. En ese momento, Bai Zhi no descubrió el significado oculto pero Mo Zhu sí y alzó las cejas.
-Ves y dile a los criados y criadas que vengan.-Ordenó Li Wei Yang.
-Sí.-Mo Zhu se marchó a prisa.
En cuestión de minutos, todo el mundo estaba ahí a excepción de Zi Yan que había desaparecido media hora antes.
Li Wei Yang se sentó en su silla mientras repasaba a todo el mundo con la mirada y entonces, señaló a una criada.
-Odio muchísimo a la gente que no se responsabiliza de sus propias acciones. Y tú vas al mayordomo y le dices que mi patio no tiene sitio para ti, ¡entonces ves y piensa en otra forma de ganarte la vida!
-Xiaojie, yo…-Si la echaban de la residencia le sería difícil sobrevivir. El rostro de la criada Liu se tornó blanco y tenía tanto miedo que temblaba.-Yo no sé qué he hecho mal…
-¿Qué has hecho mal? ¡¿Dónde te acabas de ir?! ¡¿Por qué no me has avisado que Da ge ha venido?! ¿Quieres que la gente crea que he ignorado a mi hermano deliberadamente?
La criada Liu estaba aterrorizada.
-Da shaoye es el que me dijo que no tenía que hacerlo…
-¡Ridículo! ¡¿Cómo puede ser que no se notifique cuando alguien entra en el patio de otra persona?! ¡Da ge está bien educado! ¿Cómo iba a decir semejantes palabras? ¡Es obvio que te estás intentando librar adrede! ¡Hasta osas calumniar a Da ge! ¡Ves y castígate con veinte latigazos!-Dijo Li Wei Yang con frialdad.
Sin ser capaz ni de implorar perdón, los criados que Mo Zhu había llamado arrastraron a la criada Liu. Todo el mundo la miró con simpatía pero nadie se atrevió a hablar por ella. Todos lo comprendían, mientras Lao furen favoreciera a San xiaojie, entonces los criados de ese patio eran de ella, ¡y de nadie más!
Zi Yan, justo en ese instante, entró encantada pero cuando vio semejante escena su cara se volvió blanca.

You Might Also Like

2 comentarios

  1. Vaya,de alguna forma no puedo tachar de injustificadas las acciones de Wei Yang...

    ¡Gracias por el cap.!^^

    ResponderEliminar

Popular Posts

Like us on Facebook

Flickr Images