Capítulo 16: Despiadada, cruel

noviembre 11, 2016



Tras tomar una decisión, Li Wei Yang mostró una expresión repleta de duda y preocupación. Tartamudeó:
-Qi yiniang… Qi yiniang… ¿Qué le ocurre?
Hua Mei reconoció la curiosidad de Wei Yang y aprisa respondió:
-San xiaojie, la enfermedad de Qi yiniang empeorará cuando llegué el invierno, me temo que no será capaz de soportar este año…-Mientras hablaba estudiaba con cautela a Wei Yang, para no perderse ningún cambio en su expresión.
La sonrisa en el rostro de Wei Yang desapareció gradualmente reemplaza por una expresión alicaída.
-Qi yiniang es mi madre pero todo lo que puedo hacer por ella es verla sufrir…
Hua Mei le recordó:
-San xiaojie, ahora que está mejor, ¿no debería ayudar a Qi yiniang? Al menos, debería ir a verla.
Li Wei Yang parpadeó varias veces.
-Pero ahora mismo Qi yiniang está muy enferma. He oído que padre ha dado prohibido que nadie la visite para que nadie se infecte.
Hua Mei sonrió y dijo:
-San xiaojie, puede colarse de noche para visitarla, ¿no? Yo os ayudaré a vigilar el área por si alguien viene. Si alguien, os lo haré saber. Entonces, nadie lo sabrá, ¿no?
Li Wei Yang continuó dudosa:
-Si padre supiera que he roto una norma, se enfadaría mucho…
-No tengo derecho a persuadiros, pero, San xiaojie, piense en ello. Qi yiniang es vuestra madre. Aunque laoye se enterase, no habría nada que pudiese hacer.-Dijo Hua Mei.
¿Hua Mei quería animarla a visitar a su madre biológica para enfadar a su padre? Ni de obra, no podía ser tan simple.
Wei Yang rio como si por fin lo entendiese.
-¡Hua Mei, qué lista eres! Déjame pensar a la ora y te lo diré luego.-Viendo como Hua Mei desaparecía, la apariencia de Wei Yang se tornó glacial.
Bai Zhi apareció lentamente de detrás de las cortinas.
-¡San xiaojie, no debe hacerle caso!
Li Wei Yang miró a Bai Zhi y preguntó:
-¿Por qué no?
Bai Zhi se detuvo un momento pero, realmente, no quería ver a su joven señorita meterse en líos por lo que dijo:
-Xiaojie, por favor, no me malinterprete por decir esto pero todo lo que ha dicho Hua Mei es demasiado sospechoso.
Al parecer, Bai Zhi no era de mente tan simple e inocente. Li Wei Yang sonrió y dijo:
-La ambición no tiene límites. Hay gente que no puede vivir sin verme sufrir.-Entonces, tiró los hermosos zapatos a un lado.
Bai Zhi se sorprendió.
-San xiaojie, si ya lo sabe, ¡todavía más razón para que no vaya!
Li Wei Yang dio golpecitos a cierto ritmo sobre la mesa y sonrió ampliamente.
-¡No, tenemos que ir!
Esa tarde, Li Wei Yang le dijo a Hua Mei que visitarían a Qi yiniang alrededor de las siete de la tarde, no obstante, Li Wei Yang se había marchado junto a Bai Zhi en secreto por la puerta trasera.
-San xiaojie, ¿no le ha dicho a Hua Mei que sería a las siete? ¿Por qué estamos…?
Li Wei Yang sonrió. Sus ojos brillaban.
-¡Si esperásemos hasta entonces, caeríamos en su trampa!
Visitar a su madre era algo que debía hacer, pero la reunión con su madre tenía que planearse escrupulosamente. El tiempo debía ser perfecto para que Da furen no tuviese escapatoria y le hiciese pensar que su plan había tenido éxito.
Li Wei Yang y Bai Zhi se dirigieron a Nan Yan con cautela y en silencio, sin encontrarse con nadie por el camino. Nan yan era un lugar extremadamente aislado y tranquilo. Había hierbajos por las paredes y sólo tres habitaciones en el patio. Apenas había criados en Nan Yuan.
Conforme uno se acercaba a la puerta notaba un fuerte hedor a hierbas medicinales. Li Wei Yang se había puesto ropa de criada ante de marcharse y había bajado la cabeza a propósito, caminando tras Bai Zhi. Cuando Bai Zhi entró en el patio, vio a una criada salir a darles la bienvenida. La criada llevaba un atuendo de algodón y tenía manchas por aquí y por allí.
Al ver a Bai Zhi los ojos de la muchacha se abrieron con sorpresa.
-Tú eres…
Bai Zhi sonrió y abrió el recipiente de sus manos para dejar que la criada pegase un vistazo.
-San xiaojie me ha ordenado traerle esta sopa de pollo a yiniang.
La criada estaba horrorizada. ¿No había ya alguien dentro? ¿Entonces por qué había otro envío? La criada respondió rápidamente:
-Esas dos jiejie, Zhao mumu también ha dicho que venía a hacerle una visita a yiniang en nombre de San xiaojie. ¡Está hablando con ella dentro!
¿Zhao mumu? ¿La mumu que trabaja en su patio? Fue como si Li Wei Yang hubiese dejado de respirar. Tenía un mal presentimiento sobre esto. Dejando a ambas atrás, se adelantó y levantó las cortinas. EN la habitación sólo había una cama y dos tocadores. En la mesa había un jarrón de flores. Las ventanas estaban fuertemente cerradas, era un ambiente muy opresivo.
Sin embargo, la escena que presenció dentro la sorprendió. Zhao mumu le estaba dando sopa a la enferma furen tendida en la cama. Sin pensarlo, Li Wei Yang corrió y tiró el tazón de sopa de las manos de Zhao mumu.
La sopa se derramó por todas partes y Zhao mumu se enfureció.
-¡¿Quién osa?!
Li Wei Yang se burló fríamente:
-Zhao mumu, ¿estás ciega o no me reconoces?
Al reconocer a la persona delante de ella, Zhao mumu entró en pánico. ¿Hua Mei no dijo que vendría unas horas más tarde? ¿Por qué estaba a esas horas?
-¡¿Quién te ha dicho que le des sopa a Qi yiniang?!-La voz de Wei Yang era firme y pétrea, no parecía la voz de una chiquilla de trece años.
Zhao mumu, abrumada por su aura tartamudeó:
-Eso es… Es porque…
-¿Wei Yang? ¡¿De verdad eres Wei Yang?!-La furen tumbada en la cama se quedó helada antes de coger las manos de Wei Yang.
Qi yiniang era una persona delicada. Aunque todavía era bastante joven, había envejecido por su enfermedad. No tenía mucha carne. Estaba tan delgada que su brazalete de su muñeca podría caerse en cualquier momento. Era la primera vez que Wei Yang se encontraba con su madre biológica. Sin saberlo, sus ojos se enrojecieron. Sin responder a Qi yiniang, parpadeó varias veces, señaló el suelo y dijo:
-¡¿Zhao mumu, quién te dio las agallas para hacer algo tan descarado como lo es intentar asesinar a Qi yiniang?!
Zhao mumu estaba a punto de mentir pero entonces, notó que varias hormigas yacían muertas al lado de donde se había derramado la sopa. Obviamente, sus muertes las había causado la sopa envenenada. No había nada que pudiese decir por lo que se dio la vuelta y salió corriendo.
Con un tono gélido, Li Wei Yang ordenó:
-Vosotras dos, atrapadla para mí.
Bai Zhi y la otra criada intercambiaron miradas. De inmediato,  la arrinconaron y agarraron a Zhao mumu, una por la derecha y la otra por la izquierda. Zhao mumu se resistió violentamente. Mientras tanto, Wei Yang caminó hacia ella y le giró la cara de una bofetada. El sonido resonó por la habitación.
-¡Esto es por atreverte a asesinar a Qi yiniang!
Zhao mumu estaba enfadada y dolorida, gritó:
-¡San xiaojie! ¡Da furen me envió a cuidaros! ¡No puede pegarme!
“¡No sólo voy a pegarte, también me desharé de ti!”
En un abrir y cerrar de ojos, Li Wei Yang tomó una decisión, cogió el jarrón de flores de la mesa y lo levantó por encima de la cabeza de Zhao mumu. Zhao mumu miró el jarrón con una expresión horrorizada. A pesar de que la mano de Wei Yang estaba por encima de la cabeza de Zhao mumu, cuando se enfrentó a los ojos aterrorizados, no pudo asentarle un golpe mortal. La lógica le dijo que tenía que ser decisiva sobre esto pero, en las profundidades de su subconsciente, no era algo fácil acabar con la vida de alguien con tus dos manos.
-San xiaojie, si me pone un dedo encima, no podrá responsabilizarse de…”-Zhao mumu notó cómo las manos de Wei Yang dudaban y fueron esas palabras las que ayudaron a Wei Yang a tomar una decisión cruel.
Con todas sus fuerzas, golpeó el jarrón de flores en la cabeza de Zhao mumu. Inmediatamente, empezó a brotar sangre de la cabeza de Zhao mumu, sus ojos se abrieron y su cuerpo se quedó laceo. Ambas criadas entraron en pánico y soltaron a Zhao mumu mientras el cuerpo de esta caía al suelo.
-¡¿Qué hay que temer?! Ella es la que ha venido aquí a asesinar a Qi yiniang. ¡Este es el final qué pedía!-La cara de Wei Yang estaba tan pálida como la de un fantasma mientras dejaba caer el jarrón. Un poco después, recuperó la compostura y miró a las otras tres que quedaban en la habitación que todavía estaban petrificadas por el horror.
Bai Zhi se calmó y se agachó para comprobar el pulso de Zhao mumu.
-Parece que… Parece que ha dejado de respirar.-Anunció temblorosa.
Li Wei Yang miró a Zhao mumu gélidamente. Esa vieja mumu había seguido las ordenes de Da furen de venir aquí y asesinar a Qi yiniang. Si hubiese llegado a la hora que había quedado con Hua Mei entonces su madre biológica habría muerto al llegar ella. Si hubiese tenido misericordia y hubiese permitido vivir a Zhao mumu, no cabía duda de que Zhao mumu hubiese corrido a explicarle todo lo ocurrido a Da furen. Cuando eso pasara, nada les esperaría a ambas, su madre y ella, más que la muerte. Por tanto, no había hecho nada malo.
-Xiaojie, ¿ahora qué hacemos?-El sudor goteaba de la frente de Bai Zhi cayendo sobre sus cejas. La personalidad de San xiaojie no tenía una fortaleza normal como la de los emás. Ya había decidido servir a xiaojie; por tanto, no haría nada para traicionar a su joven señorita.
Li Wei Yang estaba a punto de hablar cuando Qi yiniang que lo había presenciado todo desde la cama, le dijo rápidamente a su criada:
-Cui’er, busca una bolsa y pon el cadáver dentro. Entonces, átalo a una piedra pesada y tíralo al estanque de lirios de detrás de la ventana. Tienes que ser decisiva y rápida, ¿entiendes?

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