Antes de subirse al coche, Xiao Li sacó el cigarrillo y lo tiró al suelo. Lo único que les acompañó mientras él conducía fue el silencio.

Qi Xiu Yuan se aferró a Jiang Xiao Ning mientras estaban sentados detrás. La situación volvió a su cabeza y, cuánto más pensaba en ello, más se enfadaba hasta el punto de desear volver a Jin Ting y poner una bomba, por desgracia, eso era algo que no podía hacer. A causa de esos pensamientos, un fuego oscuro y sombrío apareció desde las profundidades de su corazón.

Estuvo observando a Xiao Li por el espejo de dentro todo el tiempo, al parecer, al hacer su enfado disminuía.

-Ya hemos llegado.-Dijo Xiao Li mientras paraba el coche.

Qi Xiu Yuan abrió la puerta de atrás y ayudó a levantarse a Jiang Xiao Ning. Xiao Li se acercó y dijo:

-Te ayudo.

-No hace falta.-Contestó Qi Xiu Yuan con un tono bastante frío e indiferente conforme se pasaba uno de los brazos de Jiang Xiao Ning por el cuello.

Xiao Li se puso de pie a un lado.

-De acuerdo, cuídate.

Entonces, se dio la vuelta y volvió al asiento del conductor. Qi Xiu Yuan miró su espalda. Seguía siendo tan ancha como la recordaba de la primera vez que le había visto. Ni siquiera él mismo sabía por qué, pero simplemente le llamó.

-Xiao Li.

Xiao Li se detuvo, se apoyó sobre un costado con cara inquisitiva. Qi Xiu Yuan no sabía qué decir, tan sólo pudo observarle como ausente. Sin embargo, incluso entonces, esa mirada vacía bailaba con una abrumadora sensación desesperada que todavía no tenía nombre.

Perplejo, Xiao Li preguntó:

-Profesor Qi, ¿algo más?

Sorpresivamente, Qi Xiu Yuan no dijo nada, se quedó sin palabras ante la persona que tenía delante. Por fin, sin nada mejor, se limitó a decir.

-Gracias por lo de hoy.

Xiao Li río y sonrió antes de hablar con su tono dulzón.

-Nosotros somos quienes han causado problemas, no hace falta que seas tan educado.

Qi Xiu Yuan descubrió que no le había gustado nada que Xiao Li dijera: “nosotros”. Xiao Li se subió en el coche y se fue.

Qi Xiu Yuan siguió mirando hasta que la sombra del coche desapareció y entonces, ayudó a subir las escaleras a Jiang Xiao Ning.

-Profesor, ¿quién era ese?

Jiang Xiao Ning estaba débil, pero no consiguió contener la curiosidad. Qi Xiu Yuan se quedó en silencio un buen rato antes de contestar.

-Es quien te ha ayudado a salir.

-¿Eh?-Jiang Xiao Ning se emocionó bastante al escuchar aquello.-¿Cómo se llama? ¿Qué clase de persona es?

Pero no importa qué preguntara, Qi Xiu Yuan seguía callado, sin decir nada más.

En cuanto entró en casa, llamó al profesor Jiang y le dijo que se había encontrado a Jiang Xiao Ning por la calle y que había estado hablando con él un buen rato. Como no habían dejado de charlar, al final, habían decidido ir a su casa para continuar con la conversación pero al ver que se había hecho tan tarde creyeron que lo mejor sería que se quedase a dormir ahí. El profesor Jiang se lo agradeció y le confió a su hijo.

Aunque Qi Susu se sorprendió de ver al invitado inesperado, ayudó a limpiar rápidamente una habitación para el invitado. Tanto el hermano como la hermana ayudaron a Jiang Xiao Ning a instalarse antes de volver, cada uno, a su propia habitación. Aquella noche, Qi Xiu Yuan volvió a sufrir insonmio.

Por alguna razón volvió a pensar en Xiao Li. Esta vez recordaba cómo fumaba. Esos labios tenían una forma muy hermosa; cada línea era perfecta. Eran de apariencia fina y seca y sujetaban el cigarro con delicadeza, entonces, lentamente abría los labios. De una forma muy seductora y hechizante, el humo se le escapaba por la boca y besaba el aire a su alrededor.

Si se hubiese inclinado lo suficiente, podría haber sido capaz de saborear el cigarro.

No fue hasta entonces cuando se percató de que se había quedado dormido. El reloj de la pared marcaba las cinco y media de la mañana.

Bajó la vista y se encontró con una capa húmeda de un fluido pegajoso por debajo del vientre.

Tenía que hacer el desayuno y lavar su ropa interior, pero se limitó a coger el móvil. Buscó el contacto de Xiao Li, observó su nombre con anhelo y desesperación e, impotente, eliminó el número.