Capítulo 48: Madre de todos sobre la tierra

agosto 03, 2017

El clima cálido que permitía a las flores soltar su fragancia al aire no era una novedad. Li Wei Yang frunció el ceño viendo como Mo Zhu ordenaba que entraran la begonia. De un simple vistazo a la manzana china, algo rojiza, se podía adivinar que se trataba de esa famosa flor. Tenía hojas bien partidas, de un verde claro. Al igual que una sien verde y una cara roja[1], alentaba a las gentes a acercarse a su belleza sin rival.
Las begonias habían sido su flor favorita en su vida pasada. En aquel entonces, se solían plantar begonias en palacio y ella pensaba que aquellas brillantes y bellas flores representaban el amor y cariño de Tuoba Zhen por ella. No obstante, más tarde averiguó que, de hecho, también se conocía a las begonias como las flores de los corazones rotos, daban mala suerte. Tuoba Zhen, en realidad, era muy aborrecible. Todo había sido sólo un juego y que él le enviase begonias ese día era una ironía exquisita.
–San dianxia, dichas flores son para las bellezas y eso ha molestado a todas las señoritas, así que, ofrézcale flores prestadas a Buda[2] como disculpa. Peonias para Da xiaojie, rosas para Er xiaojie, jazmín para Si xiaojie, pero para Wu xiaojie… – dijo Mo Zhu.
Viendo la expresión de Wei Yang, la mujer se calló.
Li Wei Yang extendió una mano inconscientemente al ver las begonias de color de fuego, acarició la flor más madura con suavidad y se quedó en silencio durante un buen rato hasta que, al fin, apretó la mano y escogió la flor más bella. El color de esa flor era especialmente rojo; bajo la luz de la vela era igual que la sangre. La estrujó en la mano lentamente, los pétalos se retorcieron en su palma y entonces, arrojándolo con ferocidad, los pétalos de la flor cayeron hechos añicos al suelo.
Mo Zhu observó la escena sorprendida.
–El viento de la tarde es fuerte y destroza las begonias. – Dijo Li Wei Yang.
–Sí. –Contestó Mo Zhu que lo comprendió e hizo una reverencia.
Bai Zhi no pudo evitar desconcertarse. No podían ni imaginar en qué pensaba su dueña.

*        *        *        *

En cuanto Da furen llegó a casa, excusó a todo el mundo y estalló.
–¡Arrodíllate!
Li Zhang Le que nunca había visto a su madre con una apariencia tan severa y palabras tan duras se sorprendió tanto que no pudo moverse hasta que su madre le recordó lo que tenía que hacer.
–¿Sabes qué has hecho mal?
Li Zhang Le supo de inmediato que las palabras de su madre se refería a su intento fallido de inculpar a Li Wei Yang, sabía que su madre había estado ocultando su enfado. Entonces, bajó la cabeza y siguió callada.
–¡¿Sabes para qué te he criado todos estos años con cariño, con mis manos, dejándote conocer el mundo?!
Li Zhang Le levantó la cabeza de repente.
–Sé que madre me quiere, siendo así, ¿por qué no me has defendido y has dejado que esa zorra se me suba a la cabeza?
El enfado de Da furen era difícil de contener.
–¡Niña estúpida! ¡Cómo te ha criado tu madre! ¡¿Cómo has podido bajarte al nivel de la hija de una concubina con tu estatus?! ¡¿Quieres enfadarme?!
Li Zhang Le se dio la vuelta, con lágrimas deslizándose por sus mejillas y tercamente negándose a admitir sus errores.
El corazón de Da furen sentía un dolor y una ansiedad extrema, parecía que iba a morir. La madre Lin al ver lo mala que era la situación, se apresuró a ayudarla a tranquilizarse además de servir una taza de agua. Da furen dio un sorbo y entonces, se calmó.
–Zhang Le, ¿aún no entiendes tu misión?
Li Zhang Le estaba completamente sorprendida y atónita.
Da furen suspiró y fue personalmente a ayudar a sentarla. Se sentó en el sofá y continuó con suavidad.
–Niña tonta, las esperanzas de nuestra familia están puestas en ti desde un principio.
Los hermosos ojos de Li Zhang Le albergaban dudas.
–Eres la hija más hermosa y la más inteligente de la familia Li, piénsalo, ¿por qué hemos sido tan estrictos contigo desde que eras pequeña? ¿Por qué queremos que destaques en música, ajedrez, caligrafía y artes? ¿Por qué íbamos a supervisarte incluso en climas de frío o calor extremo para que no te escaquearas? – La sonrisa de Da furen era algo misteriosa. – ¿Alguna vez te has preguntado porque raramente dejamos que muestres tu belleza celestial en público? ¿Te has preguntado por qué no estamos dispuestos a casarte a pesar de la cantidad de casamenteros que han venido a la puerta de la residencia Li? ¿No te has preguntado por qué tu padre nunca te ha criticado dijeras lo que dijeras o hicieras lo que hicieras?
La expresión de Li Zhang Le parecía todavía más confundida. Da Furen suspiró y le acarició el pelo mientras hablaba.
–¿Todavía no lo entiendes llegados a este punto?  Desde un  principio ya habíamos decidido hacerte entrar en palacio, convertirte en la emperatriz, ser la madre de todos los de la tierra, para que el poder del clan Li no se agite.
Li Zhang Le estaba atónita.
–Pero el emperador actual ya…
Da furen sonrió.
–Niña tonta, Su Alteza ya es viejo, pero tiene hijos, y lo más importante es que todos sus hijos son destacables y extraordinarios y, la mayoría, tienen una edad parecida a la tuya. Algún día uno de ellos heredará el trono y tú sólo tienes que esperar a que llegue el momento.
Lin Mama bajó la cabeza. Con que esa era la idea que había calculado Furen.
Da Furen sonrió con dulzura.
–Piénsalo, una emperatriz debe ser famosa, noble, digna, sabia y virtuosa, por lo tanto, te hemos criado de acuerdo a las cualidades que una emperatriz debe tener.
–Pero… Pero, yo…
A pesar de que Li Zhang Le ya había adivinado el plan de sus padres escuchar a su madre admitirlo por primera vez fue sorprendente.
–Los antecedentes de una emperatriz deben ser nobles sin ser una amenaza para el trono y el poder de Su Alteza. Por eso, aunque tu padre es el primer ministro, ha estado escondiendo su luz bajo un bushel[3] apoyando los métodos de la doctrina, rehusándose a escoger bando y estando siempre de acuerdo con las ideas de Su Majestad. Los otros se mofan de tu padre por ser tan tímido como un ratón, pero esta es la verdadera forma de ser un súbdito. Aunque los que destacan son insufriblemente arrogantes, al final, acaban todos exterminados. ¿Ahora comprendes por qué tu padre ha zanjado el tema de hoy y se ha negado a culparte?
Li Zhang Le escuchó y su rostro fue mostrando complacencia poco a poco, pero su cara volvió a cambiar de nuevo.
–¡Pero no me da la gana dejar que esa perra se vaya de rositas!
Da furen frunció el ceño pensando en que su hija todavía era joven y que, al final, no la entendía. Entonces, señaló:
–¿Sabes por qué, a pesar de que no me gusta esa niña, me he contenido de hacer ningún movimiento?
Un pensamiento cruzó la mente de Li Zhang Le que preguntó titubeante.
–Madre, ¿estás esperando una oportunidad?
Da Furen rió.
–No eres demasiado estúpida, cuando te enfrentas a tu enemigo, si no es certero que podrás darle al blanco tienes que esperar por una oportunidad. Tu abuela ama a esa chica, sólo tenemos una mala racha, pero con toda esta provocación, ¿no te has dado cuenta que aunque tu padre no te ha culpado, se ha decepcionado?
–¿Decepcionado? – Eso tomó por sorpresa a Li Zhang Le.
Da Furen suspiró.
–La hija más destacable del clan Li eres tú, pero no eres la única. Si tu padre sigue decepcionado contigo, te irá abandonado lentamente.
Tal vez Li Wei Yang está obligando a tu padre lentamente a…, pensó la mujer de repente.
Li Zhang Le rechinó los dientes:
–¡No me lo creo! ¡Padre me ha criado durante muchos años, como va a estar dispuesto a abandonarme!


[1] “Una sien verde y una cara roja” o en chino “绿鬓朱颜”,  es un dicho chino que describe la hermosura del rostro de una mujer.
[2] “Ofrecerle flores prestadas a Buda” o en chino “借花献佛”, es un dicho chino que significa ganar favor o influencia utilizando las cosas de otra persona.
[3] “Esconder la luz de uno bajo un bushel” o en chino “韬光养晦”, significa pasar desapercibido. 

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1 comentarios

  1. Gracias, por darte el tiempo de traducir otro capitulo, me encanta esta novela.

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