Capítulo 52: Vientos arremolinándose en casa

agosto 14, 2017


Ya por la tarde cuando Li Wei Yang estaba a punto de ordenarle a sus sirvientas que preparasen el baño escuchó un llanto en su patio. Frunció el ceño y preguntó:
–¿Qué hace tanto ruido allí afuera?
Mo Zhu respondió de inmediato.
–Iré a echar un vistazo.
Li Wei Yang se lo repensó y dijo:
–Trae a la persona.
–Sí.
–Los criados de Da xiaojie abusan de mí…– Mo Zhu trajo a una pequeña que lloraba y tenía la marca roja de una mano en la mejilla.
–¿Qué pasa?
–Xiaojie… Mmm… Mmm… Ya casi es hora del baño de xiaojie, así que he ido a por agua. Cuando he acabado de recogerla, alguien me ha empujado y me ha hecho tirar el cubo. Vi que era una criada de Da xiaojie, así que he contenido mi frustración y he rellando el cubo. Pero, ¿quién se iba a imaginar que me volvería a quitar el cubo y me daría dos bofetadas? No he podido aguantarme y he discutido con ella. Entonces, me ha tirado al suelo y me ha pegado exclamando que San xiaojie es una cualquiera, que Da xiaojie quiere bañarse y que quién se atreve a pelear con ella.
–Oh, ¿de verdad? – Li Wei Yang vio las heridas en el cuerpecito de la niña. No parecía ser mentira.
La pequeña lloró.
–Da xiaojie siempre ha usado leche para bañarse, nunca usa agua caliente, simplemente quería molestarnos-…
Li Wei Yang la miró, suspiró y le dijo a Bai Zhi.
–Dale unos cuantos aperitivos y platas.
Bai Zhi siguió sus órdenes. En cuanto la pequeña recibió su consuelo, se secó los ojos y entonces, y se levantó; sus hombros siguieron temblando mientras se iba.
Li Wei Yang sacudió la cabeza y dijo:
–Desde hoy, nadie tiene permitido marcharse sin mi permiso.
–¡Xiaojie! ¡¿Cómo puedes aguantarlo todo?! – Bai Zhi regresó con un enfado impasible.
Li Wei Yang se sentó en el marco de la ventana, descansado la mejilla en su mano derecha, meció la cabeza y miró a los otros patios donde habían artistas cantando. A Li Zhang Le le encantaba mirar actuaciones, Da Furen la solía moderar pero ahora cumplía todos sus deseos. Al parecer, estaban demasiado contentas. El par de ojos justos de Li Wei Yang albergaban una capa oscura bajo la luz de la vela.
–Bai Zhi, vamos a seguir observando tranquilamente.

*        *        *        *

El progreso fue contrario a las expectativas de todo el mundo.
Se corrieron rumores de que la Emperatriz viuda[1] iba a convocar a Li Zhang Le, y al enterarse tanto la muchacha como su madre, Da Furen, pensaron que se debía a su recompensa y que, por tanto, necesitaban ropa nueva. Buscaron al mejor sastre de la mejor tienda de tela y le dieron una tela de una calidad todavía mayor a la que vendía. Se apresuraron a crear las vestimentas para el día en que las llamarían a palacio. Todo el mundo creía que les premiarían pero, ¿quién iba a imaginar que en medio mes las cosas irían a peor?
La familia Li no obtuvo recompensa ninguna, por otra parte, el emperador llamó al primer ministro Li a palacio; el primer ministro mantuvo la cabeza gacha mientras el emperador le regañó. Volvió de mal humor y lo primero que hizo fue dirigirse al patio de Li Wei Yang para decir totalmente exasperado:
–¡Wei Yang, sal!
Li Wei Yang escuchó su voz desde la habitación y, sin embargo, no se puso nerviosa. Sonrió complacida mientras salía.
–Padre, ¿qué ocurre?
Li Xiao Ran contuvo su enfado con furia.
–¡¿Qué clase de idea tuviste?! ¡¿Sabes que ha pasado algo muy serio en las regiones afectadas?!
Li Wei yang parpadeó con inocencia y dijo:
–¿Qué idea he tenido yo, padre?
Li Xiao Ran estaba perplejo.
–Este plan de desastre-…
Los ojos de Li Wei Yang relucieron, su rostro todavía albergaba una expresión inocente.
–Padre, no se debe acordar bien, Da Jie es quien tramó este plan.
Li Xiao Ran abrió los ojos como platos, ahogó su enfadó y continuó:
–¿Qué hay detrás de tus palabras?
Li Wei Yang sonrió tranquilamente.
–Tú lo dijiste, padre. Tú dijiste que la excelente idea de Da Jie no tenía rival, que era una Zhuge Liang en chica. Si hay problemas, ¿no deberías ir a buscarla a ella?
–¡Wei Yang! – Bramó Li Xiao Ran. – ¡A ti se te ocurrió este plan! ¡Tienes que responsabilizarte ahora que aparecen los problemas!
–¿Y por qué? – Li Wei Yang sonrió. Li Xiao Ran estaba tan enfadado que no pudo musitar más palabras. – ¿Cómo no he crecido a tu lado mis méritos se los tengo que dar a la queridísima Da Jie de padre, pero cuando aparecen los problemas tengo que dar un paso adelante y resolverlos? – Dijo cada palabra y cada frase con suma elocuencia.
–¡Wei Yang! ¡¿Cómo puedes decir tales palabras?! ¡Soy tu padre!
Li Wei Yang le miró, sin pizca de enemistad en su rostro.
–Y pues, ¿qué quieres que haga, padre?
–¡Por supuesto, lo que quiero es que idees alguna contra mesura! – Li Xiao Ran adelantó un paso voluntariamente.
–Padre, soy una simple joven de campo, ¿qué idea voy a tener? – La voz de Li Wei Yang era dulce y suave, era como una jovencita adorable diciendo que prefiere una jade en lugar de la perla. Sin embargo, las palabras que pronunció enfadaron todavía más a Li Xiao Ran, que controló su frustración ya que necesitaba que le hiciera ese favor.
Con los ojos en los suyos, el hombre dijo:
–Wei Yang, sé que estás haciendo esto por despecho, pero no es el momento. Por culpa de tu idea se han formado motines por todas las regiones. Se han enviado soldados pero la represión no es una solución, debes tener alguna idea, ¿no es así?
–Padre, tienes demasiada fe en mí. Lo voy a repetir una vez más: no tengo ninguna solución. – Li Wei Yang sonrió.
Li Wei Yang le miró a los ojos con cautela y añadió con frialdad:
–¡Padre! Ahora mismo estoy hablándote porque eres la persona a la que más respeto, pero aunque se me ocurrió esa idea, yo sólo soy una chiquilla de trece años, ¿qué clase de idea se me va a ocurrir? En lugar de buscarme a mí, ¿por qué no le preguntas a los demás habitantes de esta residencia? ¡O puedes hablarlo con Da ge, un hombre de grandes talentos! ¡O incluso con Da jie, una mujer de belleza tentadora! ¡Padre, has invertido muchísimo tiempo en esas personas, ha llegado el momento de que te lo devuelvan!
Las formas imponentes de Wei Yang consiguieron hacer vacilar a Li Xiao Ran que abrió la boca y chasqueó la lengua mientras la observaba.
¿Cómo podía intimidarle una niña de trece años? ¿Por qué había algo en ella que le aterrorizaba? ¿Por qué tenía el presentimiento que sin importar qué medidas utilizara su hija no le daría ninguna respuesta? Tal vez, la niña no sabía nada de verdad. De hecho, sólo era una cría, aunque se le ocurriese algún plan sería pura suerte. Y aun así, ahora que había tanto problema seguramente no lo iba a admitir…
Li Xiao Ran no volvió a producir sonido alguno, cada vez que se encontraba con esta hija suya se sentía algo culpable y pesaroso. Aunque eran unos sentimientos mínimos no podía admitir que le había dado muy poco a esta hija suya en comparación con Li Zhang Le.
–¿De verdad no se te ocurre nada? – Dijo un tiempo después.
Los ojos de Wei Yang se iluminaron y su tono era cordial.
–No, padre.
Li Xiao Ran desahogo su enfado, miró a Wei Yang para ver qué más podía decirle, reflexionó y por fin, suspiró y se marchó.
Bai Zhi, que había estado escuchando desde un lado, estaba tan asustada que tenía la espalda empapada de sudor. No sabía cuándo su señorita se había convertido en alguien tan directo que se atrevía a replicar al señor de la casa. Desconcertada siguió con la mirada al señor que se fue furioso.
Mo Zhu se acercó con precaución y dijo:
–Xiaojie, empieza a soplar el viento.
–Sí, el viento sopla más fuerte. – sonrió Li Wei Yang.


[1] Emperatriz viuda o en chino “húang tài hòu” (皇太后) es un título nobiliario y a la vez define el estado de la mujer en cuestión. En ocasiones se le daba este título a otra mujer de la misma generación y así la más mayor pasaba a ser la “gran emperatriz viuda”. Muchas emperatrices fueron regentes durante el reinado de emperadores menores de edad. 

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1 comentarios

  1. Aaay... yo vi esto en un drama xd pero no puedo recordar cual. Aunque deben haber muchos en los que se atribuyan ideas de otros xd

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