Si siquiera saberlo, me estaba aferrando al teléfono.

Soy yo, cuánto tiempo.

Porque era demasiado difícil, porque me sentía mal por retenerte,

porque lamento dejarte ir, me limité a dejar escapar un suspiro.

No podía hablar porque estaba muy sorprendido.

Me aferraba a mi tembloroso corazón.

¿Estás sufriendo mucho? ¿Dónde estás?

Antes de que pudiese siquiera preguntar, me cayeron las lágrimas.

Con sólo oír el sonido de tu respiración...

Cuando las lágrimas caen, hasta mis recuerdos

más pequeños y más queridos, no sé qué hacer.

Nos hemos prometido dejarnos marchar porque duele demasiado,

pero no estoy seguro de poderlo hacer.

Por favor, al menos déjame escuchar tu respiración.

Respirando, abro los ojos cada día

apenas sobreviviendo.

No podía decirte esas cosas que eran más difíciles que morir

por si te preocupabas, así que como un tonto,

me limité a dejar escapar un suspiro.

Cuando las lágrimas caen, hasta mis recuerdos

más pequeños y más queridos, no sé qué hacer.

Nos hemos prometido dejarnos marchar porque duele demasiado,

pero no estoy seguro de poderlo hacer.

Por favor, al menos déjame escuchar tu respiración.

Hay mucho que quise decir,

pero no pude decir nada.

Nos dijimos que estábamos bien, consolándonos adoloridos.

Cuando miro atrás, sólo estábamos felices.

No nos hemos dejado marchar.

Cuando las lágrimas caen, hasta mis recuerdos

más pequeños y más queridos, no sé qué hacer.

Nos hemos prometido dejarnos marchar porque duele demasiado,

pero no estoy seguro de poderlo hacer.

Por favor, al menos déjame escuchar tu respiración.