Capítulo 74

febrero 22, 2018


‒Tienes el tendón de Aquiles… roto.
Continuo aturdido un buen rato, todo lo que hago es observar el cigarro y el humo.
La habitación está muy oscura… ¿Tengo los oídos rotos? No lo parece, recuerdo que lo único que tengo roto es mi cuerpo. Intento sentir mis pies con todas mis fuerzas, ¡pero no están! ¡Ya no existen!
Tiro de la manta para taparme y el sonido de las cadenas me llena la cabeza y, por fin, empiezo a reaccionar. Pensaba que este estado sólo era fruto del coito con CanSheng.
No me lo puedo creer.
¿Estar encerrado no es suficiente? ¿Ahora quiere quitarme los pies?
‒¡Tranquilizate, YunSheng! ¡No puedes mover los pies!
Golpeo las manos que intentan contenerme, tiro de la sábana y me quedo totalmente rígido sobre la cama. Sangre, hay muchísima sangre…
Tengo sangre en todas las vendas. ¿Por qué no paran de sangrar? ¿Por qué no se curan? ¡Qué daño!
¡Sangre, rojo! ¡Rojo!
Mío, es todo mío.
‒¡Ah…!
Me tiro del pelo y tiemblo como loco. ¡Está roto, está roto! ¡No podré volver a caminar nunca más! ¡No podré volver a salir de esta habitación oscura! ¡No podré volver a ver la luz del sol!
Todavía tengo la voz de CanSheng en la cabeza: “cae en mis manos, YunSheng”.
‒¡No! ¡Ah! ‒Me pego las piernas.
¿Por qué sigo despierto? ¿Por qué no entro en coma? ¡¿Por qué no he muerto?!
¿Por qué tuve que metérmelo en casa…?
‒¡YunSheng! ¡Aun se te puede curar! ¡Todavía tienes posibilidades de volver a andar!
Caminar, caminar.
Levanto la cabeza y miro a la única persona que hay en la habitación: no sé qué decir.
‒Tu condición era muy severa, por eso te cosimos el tendón de Aquiles durante veinticuatro horas. Si te recuperas, podrás caminar.
¿Podré caminar?
El hombre que tengo delante vuelve a taparme con la manta.
‒La única forma es conseguir que el Joven Amo te dé otra oportunidad y te deje volver a bajar al suelo.
‒Jajaja…
Me cubro la cara y me río. ¿Tengo que luchar por esa libertad inexistente? Mi condición era demasiado severa… ¿Qué oculta esta frase? ¿Si no hubiese estado tan grave, Ye CanSheng no me hubiese vuelto a coser el tendón?
¿Estará dispuesto a dármela? ¿La libertad?
‒XiYan, ¿crees que tengo posibilidades de salir andando?
No le miro a él, sino a la puerta que hay a lo lejos. Está totalmente cerrada.
‒Siempre hay una forma de conseguirlo.
Suelto el aire lentamente, la imagen que tengo ante mí es terrible.
‒Tengo hambre, XiYan…
‒Un momento, yo…
Él se levanta de su silla rápidamente, seguramente le entusiasma el hecho de que yo siga queriendo vivir.
¿También pensará que soy demasiado fuerte e indiferente?
Todavía no he visto a CanSheng. No he podido hablar con él, es demasiado pronto para suicidarme.
‒YunSheng, túmbate. Enseguida vuelvo.
Observo cómo abre la puerta como en trance y, de repente, le llamo.
‒Quiero verle. ‒ Digo cuando él se da la vuelta.
XiYan asiente con la cabeza. El humo tapa la luz del sol y mi mundo vuelve a sumirse en la oscuridad.
Tengo el tendón de Aquiles roto… Me lo desgarró, pero me lo volvieron a coser porque me estaba muriendo. No soy capaz de soportar veinticuatro horas de tormento, por eso me lo ha vuelto a coser. Para recuperarme, tendré que caminar. ¿Tendré que estar al borde de la muerte como cuándo hice huelga de hambre para que me dé permiso?
Me quito la manta y fijo la vista en mi pie izquierdo, que está totalmente vendado. Antes me había dado la sensación que estaba cubierto de sangre, pero ya no.
No puedo ni imaginar el dolor que he tenido que sufrir.
Rasgar piel, romper tendones y partir huesos: todo es tan fácil como romper palos secos del suelo.

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1 comentarios

  1. SNIFF SNIFFF de verdad pense que no volveria a caminar gracias por la traduccion y el esfuerzo

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