Hanakisou
mayo 31, 2016Mientras vagabas sin rumbo,
tu helado corazón se conmovió y miraste al cielo.
Un pájaro da una sentencia de muerte, diciendo la hora desde arriba en el cielo.
En el cerrado mundo, nos volvemos a encontrar.
Deja todo lo que te retiene en la helada ciudad.
Coge mi mano con fuerza y corramos al lugar donde terminará nuestra larga tristeza.
Como una flor blanca que esparce los pétalos apresuradamente,
la nieve se amontona sin cesar encima de la roja y fluida vida.
En este camino blanco platino que sigue sin fin,
en la pálida y fugaz esperanza, soñé con un mañana.
Un pájaro, un presagio de la primavera, cuenta el número de lágrimas.
Canta un lamento al eternamente repetitivo ciclo de la vida.
Aunque este sentimiento de amor por ti me lleva a la oscuridad,
ahora, viviré entregando mi cuerpo al corazón inmaculado por el pecado.
En este mundo abandonado por Dios,
liberado por el baile de las flores dle viento, despertado por la nieve que se derrite, la luz brilla.
Toda la vida que nace (que se destruye) es una flor floreciendo en un campo nevado.
Una pequeña flor en un jardín en miniatura.
Al igual que una blanca ilusión, temblando en la brisa.
Brillando (envuelta) en felicidad (en tristeza), el tiempo fluye.
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