Capítulo 18: Monstruo, padre y cambio [Parte 1]

julio 18, 2016


Sin ser su abrigo de cuerno ni la camiseta que solía llevar, lo que llevaba arriba era negro, porque de nuevo, para él era su color de batalla. El Sello Sagrado que solía colgar de su cuello, tampoco estaba como siempre.
Hasta la sacerdotisa más vieja del Templo del Dios Amarillo, Asfar, del distrito de Kroix le conocía. Un aventurero con lazos con el primer ministro actual, su excelencia el duque. Sin embargo, los templos no se regían por la autoridad del país, siendo organizaciones independientes con el privilegio de estar por encima de las leyes. Aunque en el país de Rabando, no tenían ninguna orden que recibir de la familia real o de la casa del duque. Al menos, en apariencia. Dale, también sabía eso. Por eso aquel día no estaba haciendo una visita al Templo de Asfar como "El aventurero con el apoyo de la casa del duque", sino como un "sacerdote de alto rango".
La protección Divina que Dale tenía, es decir, el poder de Dios, no era de Asfar, pero, aunque venía de otros dioses, ningún templo podía tratar mal a la gente con protección Divina. Todos los dioses eran iguales ya que sus existencias estaban a la misma altura entre ellas. Además, la protección de Dale era de las más fuertes. No existía sacerdote que no entendiese algo como eso. Excluyendo a aquellos con rangos extremadamente bajos a quienes contrataban para hacer las tareas o trabajos raros, todo el mundo en los Templos tenía protección Divina.
Originalmente, la meta de las organizaciones llamadas "Templos" era resguardar a la gente con el único poder de la Protección Divina, y se estableció como un lugar para protegerles. Sólo la gente con protección Divina podía hacer el trabajo de un Sacerdote.
-¿Por qué he venido aquí? No tengo por qué decírtelo, ¿no crees? Creo que tengo derecho a preguntar sobre las circunstancias.
-Eh... Sí. Eso es verdad.
Hasta ella, la responsable, tenía toda la información del hecho de que una chiquilla de la Raza Demonio que estaba bajo la protección del joven ante ella había empezado a asistir a la escuela aquel otoño. E incluso la estupidez que la profesora le hizo a esa niña.
-No me importa cuánta gala hagas de tus principios, no tengo intención de negarlos. No es raro ver gente que cree en la supremacía de la Raza Humana... Pero, creo que en comparación con la gente de este distrito, Kroix, es de ser de mente muy cerrada.
-...Así es.
-Este distrito se ha construido a base de comerciar con viajeros, así que sin importar su ocupación, tienen una profunda relación con otras razas. Es imposible que la gente que sirve al Dios del Aprendizaje no sepa algo tan obvio, ¿no crees?
El hombre llamado Dale era extremadamente terrorífico cuando parecía tranquilo. Incluso ella, que le veía por primera vez, sentía el sudor frío bajando por la espalda. No importa cuán alto sea el rango de un sacerdote, el aura de enormes monstruos asesinos y bestias mágicas no es algo que se experimente muy a menudo.
-He oído que le dijiste a los niños tu opinión sobre burlarse y abusar de la Raza Demonio. ¿Esa es la opinión de Asfar?
-...Ha nacido en una tierra vecina, en el área de la Raza Demonio... Sus familiares se fueron por una pelea con ellos. Por eso...
-Por eso, dices que da igual que abuses verbalmente de una niña que no ha hecho nada malo llamándole "Monstruo". ¿Esa es la opinión de Asfar? Es una interpretación nueva.
-No, absolutamente no...
La mujer buscaba qué decir mientras se secaba el sudor de la frente. Por lo que decía el joven delante de ella, parecía que ya sabía todo lo que había ocurrido.
En realidad, Dale sólo había investigado lo más básico de qué le había sucedido a Latina.
Había escuchado la historia de los amigos de Latina además de las pruebas que Rita le había dado y los rumores que corrían por la ciudad que la madre de Chloe le había contado. Después de comparar ambos lados había confirmado la historia.
Según parece, la sacerdotisa que había empezado a enseñar a Latina y al resto de niños se había trasladado aquí desde un distrito fronterizo del país vecino hacía poco tiempo. Los niños la llamaban "la persona qué siempre está fría". Quizás eso no había sido la intención de la mujer pero los niños son sensibles a ese tipo de caras y no suavizan sus palabras. Al parecer, al principio Latina había mantenido las distancias de la nueva sacerdotisa. La niña le tenía cariño a la que había estado trabajando de profesora hasta entonces y jamás la habían tratado así. Sus amigos también parecían ir con cuidado.
Y entonces, un día, la mujer notó el cuerno de Latina.
-Raza Demonio...
Susurró bajito, cogiendo a Latina del pelo. Cuando el hermoso cuerno que tapaba con un lazo se viera del todo, escupió en el suelo con odio.
-¿Por qué en el distrito de la gente hay una cosa molesta como tú?
-Cosa...
-¡Es imposible que otras especies que no sean Humanas sean "personas", ¿no creéis?!
Disparó las palabras como si fueran ciertas, y entonces, al ver a una Latina atónita y muda, le soltó todavía palabras más envenenadas.-Es imposible para un monstruo raro que puede vivir con la misma apariencia durante más de cien años ser una persona, ¿no creéis?- Les dijo a los niños que estaban desconcertados por la situación con una cara de no haberse equivocado en nada de lo que había dicho. – Las otras sub-especies que no son de la Raza Humana, no son “Gente”. Así, con una prueba de apariencia extraña (TN: el cuerno)... Aunque así es como es su vida, son monstruos, no “gente”. ¡Que no os engañen, chicos!
La Raza Humana, en términos de población es una raza que cuenta con una abrumadora mayoría, y aun así, a veces, no tienen menos gente ignorante que las Razas ignorantes. Lo triste es que no se pueda decir que la forma de pensar en la “supremacía de la Raza Humana” por la que sólo a los humanos se les puede llamar gente y por la cual el resto de especies son llamadas “sub especies”, sea una minoría. Por lo que, en este tipo de caso, se podría decir que la mujer tan sólo expresó sus principios.
Sin embargo, en Kroix, eso es herejía. Sin siquiera notar el disgusto en las caras de los niños, volvió a gritar:
-¡Sobretodo la Raza Demonio! ¡Son sucios malvados con conexión con el Rey Demonio! ¡No podéis bajar la guardia! ¡La mejor prueba de eso es ver como esta se ha escondido el cuerno así y se ha mezclado por la calle de la gente!
-¡Aaaay! –Gritó Latina con la cara completamente blanca, y esa, fue la señal. Chloe tiró con todas sus fuerzas la pizarra que tenía encima del escritorio. No le di, pero se chocó por el camino haciendo un gran ruido al partirse.
-¡¿Qué haces?! ¡Eso es peligroso!
Al notar las acciones de Chloe, la mujer aflojó la mano y Latina cayó al suelo. Anthony y Marcel se empezaron a mover para ayudar a Latina. En ese instante, Rudy pateó el escritorio. Un escritorio de tres, con la fuerza de un niño, apenas se movió pero fue suficiente para captar la atención de aquella mujer.
-¡Para! ¡¿Qué haces?!
Al verla gritar los niños de la clase dejaron el disgusto para asustarse aún más. Para los niños ni siquiera hacía falta comparar la visión de aquella mujer chillando y abriendo los ojos con la visión de la dulce chiquilla, amiga de todos, agazapada como si quisiera llorar, para saber quién era el monstruo. Cuando Rudy intentó volver a patear la mesa otra vez, Chloe coincidió con patearla desde la otra punta. Esta vez, el escritorio hizo un fuerte ruido cayendo al suelo.
-¡Parad! ¡Parad!
Ambos se encargaron de ir a por un segundo escritorio y la mujer chillaba todavía más fuerte. Muchos niños lloraron y sus voces irritaron a la mujer más mientras volvía a gritar:
-¡Parad! ¡Parad! Ante la extraña situación y los sonidos violentos, lo que vieron los otros sacerdotes cuando corrieron a la clase fue como si hubiese pasado un tornado y niños asustados y sollozantes. Además, en medio estaba su compañera de trabajo gritando con expresión furiosa y una niña mirando ferozmente a su compañera de trabajo, protegiendo a una jovencita cadavérica.
-Profa… -Mientras los sacerdotes entraron para sacar a la “mujer que debería haber sido su maestra”, Latina llamó al sacerdote que había estado a cargo de la educación de estos niños hasta hacía poco tiempo, con una horrible cara. -¿Hay algo distinto? Latina… ¿Los demonios son distintos?
-Latina-san… Hay cosas diferentes…
-¿Qué es que “la vida sea diferente”? ¿Qué es “vivir cientos de años”? ¿…Es distinto a todo el mundo?
Ante su dolorida voz, aquella persona frunció el ceño, tenía una apariencia triste pero decidió no mentirle. Se arrodilló para ponerse a la altura de los ojos de la pequeña Latina.
-La mayor diferencia entre los Humanos y los Demonios, no es su apariencia. Los Demonios tienen la mayor esperanza de vida entre las Razas. El doble que los humanos, son una raza que pueden vivir durante muchos meses y años.
Las pupilas de Latina se dilataron. Sin duda, Latina era una chica lista, capaz de entender el significado de aquellas palabras. De vuelta a casa, las voces de sus amigos no llegaban a Latina que no escondía su sorpresa. Y entonces, con su propia magia, personalmente, se rompió el cuerno.

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