Capítulo 36: Encuentro de enemigos

abril 22, 2017


Conforme se acercaba todo a su alrededor se desvaneció. Los ojos de Li Wei Yang observaron a la persona que lentamente, paso a paso, se acercaba grácilmente y dejó de respirar por un instante.
Su estructura ósea era distintiva, sus rasgos faciales eran firmes y atractivos. Entre sus ojos negro azabache yacía una fría seriedad, un silencio contenido como un esplendor capaz de capturar el alma humana; era sin lugar a dudas el impresionante San huangzi[1] Tuoba Zhen.
Las manos de Wei Yang se aferraron lentamente a sus mangas y el sonido de la risa falsa de Da furen le cruzó la mente.
“Wei Yang es obediente e inteligente, así que madre quiere ayudarte, sin lugar a dudas, a encontrar un buen marido. San huangzi Tuoba Zhen es joven y atractivo, él y tú seréis la pareja perfecta. Cuando se case contigo, Wei Yang, le servirás a su lado y tendrás un buen futuro.”
También aparecieron los hoyuelos de Li Zhang Le.
“Sí, todas las chicas casaderas de la capital querrían ser la mujer del tercer príncipe. Wei Yang, qué afortunada eres.”
Pero al final, le rompieron las alas al pájaro por la fuerza y le arrancaron las plumas. Ella jamás olvidaría este dolor.
Li Wei Yang estrechó los ojos y en su boca apareció una pizca de burla. Cogió aire y notó como su flujo sanguíneo volvía a la normalidad poco a poco. Su irresoluble odio se fue diluyendo y fluyó por su cuerpo.
Como todas le saludaban, Li Wei Yang les copió y bajó la cabeza, pesé a ello notó una mirada inquisitiva cernirse sobre ella.
-Estáis tan alborotadas… ¿De qué hablabais?-Preguntó Li Min Feng risueño.
-De poca cosa… San mei dijo las palabras equivocada, Da ge no se lo digas a madre ni a padre, por favor, sino castigarán a San mei.-Los ojos de Li Zhang Le se cubrieron de agua dejando al descubierto una belleza indescriptible. Sus pestañas parecían gotas de agua a punto de caer, más como pétalos que lluvia, haciéndola todavía más encantadora y delicada.
Con tal belleza pronunciando tales palabras, quien fuera que escuchase aquello creería que Li Wei Yang había cometido un pecado imperdonable y molestaba a su jie jie para que la cubriese. Aunque detestaba a esta persona con todo su corazón, Li Wei Yang tenía que admitir que en cuanto a apariencia, Li Zhang Le podría ser considerada perfecta. ¿Qué hombre no se conmovería al ver este teatro de una jie jie que prefiere que la ofendan por su querida meimei?
-¿Ah, sí? ¿Tú eres San mei?-Esta era la primera vez que Li Min Feng conocía a Li Wei Yang. La miró de arriba abajo.
La expresión de Li Wei Yang era obtusa.
-Da ge, es un simple dimes y diretes entre hermanas.
Al ser un dime y diretes entre hermanas, ¿se atrevería a decir algo? Li Wei Yang obviamente se mofaba de él, pero cuando Li Min Feng estudió sus palabras, toda su mofa desapareció.
Li Wei Yang estaba inesperadamente indiferente lo que hacía parecer que Li Zhang Le estaba haciendo un castillo de un grano de arena. Li Zhang Le albergaba resentimiento. Parpadeó con sus hermosos ojos y dijo:
-Sí, sólo estábamos hablando. Nada que tomarse a pecho.
Li Min Feng dijo con voz suave:
-Bien, mi hermana debe poseer una mente distinta a la de las señoritas de mente simple.
Con lo de “mente simple”, por supuesto, se refería a Li Wei Yang quien claro está, comprendió el significado oculto pero pretendió no hacerlo mostrando una sonrisa.
Gao Min ya había olvidado a Li Wei Yang cuando movió sus brillantes ojos y preguntó:
-San dianxia, ¿cuándo has vuelto a la capital?
Tuoba Zhen sonrió:
-He vuelto con Min Feng xiong[2].
Li Min Feng sonrió cálidamente.
-Min Biaomei, San dianxia ha venido a visitar a mi padre.
Li Wei Yang se quedó de pie a un lado observando con sus ojos gélidos mientras ellos continuaban su conversación. Tuoba Zhen no había cambiado nada, su boca aún portaba una dulce sonrisa superficial. Cierta vez ella le había creído la deidad masculina más encantadora, pero ahora, era más asqueroso que los bichos que vivían en las alcantarillas.
A un lado, Li Chang Xi miraba al atractivo Tuoba Zhen directamente, sus ojos no cedían.
Sin saberlo, los ojos de Tuoba Zhen abandonaron a la diosa Li Zhang Le y aterrizaron sobre Li Wei Yang.
Mirándola descubrió su suave cabello brillante y a su falda bordada con temas del lago oeste bailando en el aire con el viento. En su rostro níveo aparecía cierto carmesí en sus mejillas emparejadas con sus virtuosos ojos, de un vistazo se podía adivinar que era una chica inteligente. Tuoba Zhen ya estaba acostumbrado a ver bellezas glamurosas, pero raramente se encontraba con este tipo de belleza vestida con modestia. Unos momentos antes, tras acertar a oír su agresiva regañina a las señoritas, ya le había entrado la curiosidad así que, inconscientemente, la miró varias veces y, en el momento en el que sus ojos se encontraron con los de Li Wei Yang, en ese preciso momento, una sonrisa deslumbrante apareció en su rostro tranquilo mostrando sus dientes blancos y limpios y sus brillantes ojos que podían encantar con facilidad.
Esa sonrisa fue tan inusualmente espléndida que encendió los profundos ojos de Tuoba Zhen dejándole incapaz de mirar a cualquier otro lado. Dejó caer la cabeza para esconder el asombró de sus ojos.
Li Zhang Le se percató de su apatía y dijo con una sonrisa:
-San dianxia, esta es mi San mei Wei Yang. Acaba de volver de Ping Cheng y por ahora no ha dejado ver su cara por la capital.
Los ojos de Tuoba Zhen miraron a Li Zhang Le y sonrió:
-¿Oh, sí?
Li Min Feng sonrió:
-Sí, mi San mei se crió en Ping Cheng. No ha visto mucho. Espero que San dianxia pueda perdonarla si se ridiculiza.
Gao Min habló con frialdad desde un lado.
-Es sólo una maleducada. Creo que Min Feng Biaoge debería disciplinarla más y no permitir que deje al Primer Ministro en evidencia.
Li Wei Yang alzó la vista y le echó un vistazo a Gao Min. Gao Min no supo por qué pero se sintió intimidada y nerviosa por ello. Quería llamarla demonio pero al final, se abstuvo de decir más.
Tuoba Zhen dijo pensativo:
-¿Cómo puede ser? San xiaojie es inocente y elocuente, esos son rasgos valiosos.
En realidad, al llamarla inocente estaba señalando su descortesía; al llamarla elocuente, estaba indicando que tenía una lengua afilada. Li Wei Yang sonrió.
-Gracias, San dianxia por los elogios. No me merezco semejantes comentarios. Si de elocuencia es de lo que se trata, ¿cómo me iba a comparar yo con la de dianxia?
La piel de ella era muy blanca, como la nieve, parecía transparente hecho que hacía sus ojos más grandes. La sonrisa de su rostro era excepcionalmente espléndida; sólo se podría describir su comportamiento como respetuoso, sin nada excéntrico. Sin embargo, Tuoba Zhen sintió que su porte era demasiado tranquilo, tanto que le hizo sentir una emoción inexplicable. Cuando lo analizó meticulosamente, se dio cuenta que parecía odio… ¿Pero por qué? Tuoba Zhen pensaba que sus observaciones no eran erróneas pero en ese momento una grácil figura apareció ante él.
-¡San dianxia! ¡No le había visto desde hacía mucho! ¿Cómo está Wuxian fei?
El rostro de Gao Min se llenó de risa, ya no le quedaba arrogancia, Li Zhang Le también les siguió inconscientemente.
Todo el mundo rodeó a Tuoba Zhen mientras paseaban hasta el pabellón octagonal. Cuando estaba a punto de seguir avanzando, miró detrás de él para darse cuenta que la extraña chica ya había desaparecido.


[1] Huáng zǐ (皇子): príncipe.
[2] Xióng (): Persona de gran poder e  influencia.

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1 comentarios

  1. Gracias por traer esta historia en español al vasto mundo que es la internet. Me encantó. Esperaré con ansias el próximo capítulo. ~☆

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