En primavera hicimos un barco

de plumas, de huesos.

Prendimos fuego a nuestros hogares,

caminando descalzos en la nieve.

El distante ritmo del tambor

conforme vamos a la deriva hacia la tormenta.

El cachorro de león ha perdido sus dientes,

ahora nadan en el mar.

Turbados espíritus en mi pecho

donde yacieron para descansar.

Todos los pájaros han abandonado a mi amigo alto

mientras tu cuerpo se daba contra la arena.

Miles de estrellas en el cielo

formaron un ojo de tigre

que miraba abajo, a mi rostro,

sin tiempo, sin espacio.

Así que aférrate,

aférrate a lo que somos,

aférrate a tu corazón.

Despiertado por el sonido

de un búho chillando.

Persiguiendo hojas en el viento,

yendo donde jamás hemos ido.

Te digo adiós, amigo mío

mientras el fuego se extiende.

Todo lo que queda son tus huesos

que pronto se hundirán como piedras.

Así que aférrate,

aférrate a lo que somos,

aférrate a tu corazón.

Así que aférrate,

aférrate a tu corazón.