El mar se despide de la orilla para que el sol no note

el alga que te rodea con sus brazos.

La alfombra en mi mejilla parece la hierba de invierno

y corro a través de los altos árboles con tus manos persiguiéndome.

Los libros que guardo en mis mochilas están llenos de tus historias

que dibujé desde un pequeño sueño mío, una pequeña pesadilla tuya.

Me piden que soporte está caída, que perdone y olvide

y que sea un hombre mejor, un hombre mejor, un hombre mejor.

Así que, quiéreme madre, y quiéreme padre, y quered también a mi hermana.

La silueta del gato, tan grande como un monstruo,

en esta jungla en concreto, con las farolas colgando sus cabezas.

Así que decid todas vuestras últimas exigencias antes de que os abandone

y os miraré a los ojos por primera vez, por última.

Así que, quiéreme madre, y quiéreme padre, y quered también a mi hermana.

Así que, quiéreme madre, y quiéreme padre, y quered también a mi hermano.

Así que, quiéreme madre, y quiéreme padre, y quered también a mi hermana.

Así que, quiéreme madre, y quiéreme padre, y quered también a mi hermano.

Hoy he conocido a un hombre y me ha devuelto la sonrisa.

Ahora hay pensamientos así que me mantienen en pie,

que me mantienen en pie.