En la esquina de un ático, dibujas un mapa sola

mientras abrazas un reloj que talla un final.

Creías que esa puerta de allí no se abriría

y que lo que yacía más allá de la ventana lo era todo.

Todas las delicadas lluvias de primavera, el vívido sol veraniego

e incluso aquellas escenas que podía alcanzar con la mano parecían una pintura.

La chica cae mucho más allá que en un profundo sueño

pero, ¿dónde yace el celestial cielo al que sonríes?

La luz de luz que se filtra se ha alejado

flotando sobre un sombrío mundo envuelto de ilusiones.

Estoy sola en una esquina de la calle olvidada, contando con un viejo mapa

pero no tiro el reloj que ya no se mueve

y todas las palabras se convierten en sonidos...

Pensé que no cambiarías jamás

hasta que te vi sonreír fuera de la ventana.

¿Qué colores voy a añadir a estas estaciones sin ti?

La chica desapareció sin sentir la luz sobre ella

pero si el cielo celestial que has estado deseando está aquí, entonces...

Protegeré esta rosa que no se marchita con sólo tocarla

porque quiero convertirme en el viento que deambula en tu sueño más profundo

y volverme uno con esa luz de luna que se filtra

para poder hacer que tu querido mundo imaginario se balanceé hacia adelante y para atrás.