Capítulo 17

junio 28, 2017



Cuando Qi Xiu Yuan entró a la habitación de hospital de Xiao Li las cinco o seis personas que había allí hablando se callaron instantáneamente. Todos sus ojos se posaron simultáneamente en el ramo de flores de sus manos.
–Esto… – Qi Xiu Yuan no pudo evitar intentar explicarse al encontrarse con tal escena. – ¿El doctor no dijo que tenías que desintoxicarte de veneno? Sólo puedes comer la comida de hospital durante unos días así que no he traído nada de eso…
La expresión de los miembros que habían traído comida se torcieron con desaprobación.
–¿Cómo has sabido que estaba aquí? – Xiao Li le echó un vistazo rápido a Qi Xiu Yuan.
Qi Xiu Yuan se quedó atónito por sus palabras, pero comprendiendo el significado de sus ojos, le contestó con una sonrisa.
–Obviamente, me lo han dicho. – Dicho esto, se acercó y dejó las flores en la mesita al lado de la cama.
–¡Qué romántico eres, profesor Qin! – Dijo Han Jia de repente. – ¿Hay algo que necesites de Xiao Li? ¿Eh? Con lo educado que estás siendo…
Qi Xiu Yuan no se molestó ni en mirarle.
–Mi apellido es “Qi”.
–¡No intentes engañarnos! ¿No eres Qin, la cruel bestia Qin? – Han Jia hizo una mueca antes de echarse a reír.
Todos los presentes estallaron en carcajadas.
–Basta. Id a hacer lo que tengáis que hacer; hablaré con el profesor Qi un momento.
En el momento en el que Xiao Li pronunció esas palabras todo el mundo se despidió y se fue. El último en marcharse fue Han Jia que, conforme se iba, le echó una mirada con segundas a Qin Xiu Yuan.
Qi Xiu Yuan suspiró de alivio mientras se sentaba al lado de Xiao Li.
–Profesor Qi, cuánto menos sepa que ayer me salvaste, mejor. – Comentó Xiao Li. – También le diré a Han Jia que-…
–En realidad, no me importa. – Qi Xiu Yuan le miró y río. – ¿Por qué vuelves a usar un término tan respetuoso para dirigirte a mí?
Xiao Li habló con el rostro serio.
–Profesor Qi, me salvaste y cuidaste de mí. Te estoy muy agradecido. Siguiendo nuestras normas, una palabra de tu boca y daré la vida por ti.
Qi Xiu Yuan le observó con atención.
–Soy un profesor de escuela, ¿para qué necesito yo tu vida?
Xiao Li se quedó atónito observándole como ausente. Cuando Qi Xiu Yuan vio la expresión de su cara se puso algo feliz.
–Te he salvado porque te aprecio como amigo; si yo también soy un amigo para ti, deja de usar esos términos para hablar conmigo. ¿Qué opinas?
Xiao Li no dijo nada, sólo frunció el ceño. Qi Xiu Yuan aguardó unos instantes pero viendo que él no respondía, preguntó:
–¿No crees que te considere mi amigo?
Xiao Li se limitó a devolverle la mirada, como si estuviese pensando qué decir.
–Me convertí un mafioso en las calles a los quince años. No tengo ni educación, ni conocimientos, ni méritos. ¿Cómo puede alguien como tú apreciarme?
Qi Xiu Yuan río un poco.
–Entonces, si te digo que cuando te invité a cenar en el Rio de la Esperanza porque quería ser tu amigo, será imposible que te lo creas, ¿no?
Xiao Li también se río.
–Profesor Qi, si fueras yo, ¿lo creerías?
Qi Xiu Yuan bajó la cabeza y reflexionó sobre ello unos segundos, entonces de repente contestó:
–Cuando tú tenías quince años te hiciste mafioso, cuando yo tenía quince años todavía vivía con mi familia en el condado Feng Long.
Sinceramente, Xiao Li no entendía por qué le había dicho eso, así que lo único que podía hacer era dejar que su mirada permaneciese sobre Qi Xiu Yuan, sin embargo, Qi Xiu Yuan no le miró y prosiguió:
–Hace mucho tiempo en Feng Long había un grupo llamado: “Feng Long”, ¿lo conoces?
Xiao Li pensó.
–Unos cuantos miembros más antiguos lo crearon. He oído que abrieron un casino. El líder se llamaba: Du Yan San Ge.
Qi Xiu Yuan río.
–La banda se acabó erradicando y los miembros se dispersaron por todos lados como fugitivos. Sin embargo, el líder de Feng Long fue al primero al que atraparon. Estuvo en prisión durante más de veinte años. Cuando le soltaron su hijo ya se había casado y tenía un hijo. – Entonces, alzó la cabeza y miró a Xiao Li mientras decía lentamente. – Es mi abuelo.
Xiao Li sólo pudo mirarle con la sorpresa en sus ojos. No consiguió hablar hasta pasado un momento.
–Eso explica porque no me has tenido miedo en ningún momento.
Qi Xiu Yuan continuó:
–Mi abuelo es un buen hombre que nos ama mucho tanto a Susu como a mí. Cuando le soltaron ya tenía más de cincuenta años e incluso entonces le seguía viniendo gente para seguirle. Nunca aceptó a nadie y siempre fue muy educado con esa gente. Solía decirme que la única diferencia era el camino que seguían, que eran humanos.
Xiao Li estaba sin habla. La mirada de Qi Xiu Yuan permaneció sobre Xiao Li.
–Ahora mismo, si te digo que te aprecio y quiero ser tu amigo, ¿me creerías o no?
Xiao Li le miró con una sonrisa. Qi Xiu Yuan no le había visto sonreír de esa forma jamás. Pensó en cómo ese fulgor de sus ojos había provocado una chispa en su corazón. Entonces, le escuchó decir:

–Qi Xiu Yuan, eres una persona muy interesante.

You Might Also Like

0 comentarios

Popular Posts

Like us on Facebook

Flickr Images