Capítulo 7

junio 18, 2017


En cuanto puso un pie en Ge An, Qi Xiu Yuan fue directo a la barra del bar y pidió una copa de licor. Después de eso, buscó alguna cara conocida entre la multitud. Disfrutó del ambiente y de todas las miradas que se cruzaban con la suya, y así, se puso de mejor humor.
No se esperaba encontrarse con alguien ahí pero, para su sorpresa, vio a una cara conocida.
Qi Xiu Yuan giró la cabeza y le preguntó al barman:
-¿Y ese de ahí?
El barman acabó de secar la copa, le miró y miró de soslayó para donde él miraba. Río y dijo:
-¿Te ha gustado? No es barato.
Qi Xiu Yuan frunció el ceño.
-¿Es un chico de compañía?
-No lo parece, ¿a qué no?-Admitió el barman en secreto antes de empezar a describir con entusiasmo al muchacho.-Es del tipo que atrae a la gente. Apariencia pura con un lado delicado. Cuánto más lo miras, más te da la sensación de estar mirando a un estudiante de instituto.
Por supuesto, es que ese chaval es un estudiante de instituto, pensó Qi Xiu Yuan enfadado mientras se levantaba y se acercaba para darle un toque en el hombro del muchacho.
-Jiang Xiao Ning, ¿has acabado ya tu trabajo de matemáticas?
Jiang Xiao Ning era un chico bonito con cara de muñeca. Cuando escuchó esa pregunta se sorprendió y se giró para mirar a la persona que tenía detrás. Sintió algo inexplicable y abrió los ojos como platos. Se quedó sin palabras y pasmado durante un momento.
De repente, el hombre delgado y alto que estaba sentado hablando con Jiang Xiao Ning al lado opuesto de la mesa hasta hacía un momento habló:
-Xiao Ning, ¿no vas a presentarnos?
Los ojos de Jiang Xiao Ning se posaron en aquel hombre con frenesí.
-Este es el profesor Qi, esto es… Este es… Mi hermano mayor… Se llama Jiang, Jiang…
-Jiang Xiao Dong.-Completó el hombre con una débil sonrisa que expuso su comportamiento encantador.-Profesor Qi, siéntese, por favor.
Sin rastro de educación alguna, Qi Xiu Yuan se sentó al lado de Jiang Xiao Ning y directamente dijo:
-Señor Jiang, ¿sabía que Xiao Ning es menor?
-Todavía no tiene dieciocho años,-respondió Jiang Xiao Dong con tranquilidad.-pero hay una ley general en el sistema legal que afirma que si un ciudadano de dieciséis años, aunque todavía no tenga los dieciocho, trabaja y recibe una paga suficiente para mantenerse a sí mismo es alguien capaz.-Tal y como cabía esperarse, todo lo que dijo era cierto, como si ya lo hubiese repetido una infinidad de veces.
-¿Qué clase de trabajo decente es este?-Preguntó Qi Xiu Yuan con los ojos rebosantes de ira.
Jiang Xiao Dong miró inquisitivamente al joven.
-Xiao Ning, parece que deberías tener una pequeña charla con tu profesor.-Entonces, se levantó.-Esperaré tu respuesta mañana.
Jiang Xiao Ning también se levantó.
-Oh, vale. Cuídate.
Esperó hasta que Jiang Xiao Dong se fue para volverse a sentar.
-Profesor, casi me matas del susto.
Qi Xiu Yuan le miró de mala manera, sin decir nada. Jiang Xiao Ning bajó la cabeza, con una expresión de culpabilidad. De repente, recordó algo, alzó los ojos y sonrió con cierto titubeo.
-Profesor, ¿tú también vienes por aquí?
Qi Xiu Yuan le miró de mala manera y siguió sin decir nada. Jiang Xiao Ning pensó que el aura de su profesor daba más miedo y que era más horrible que el jefe de la oficina de educación que siempre estaba delante de la puerta del colegio para vigilar que todos los estudiantes se comportasen. Le empezó a caer el sudor por la frente. Por fin, un buen rato después, tan abochornado que hasta se medio enfadó dijo:
-Profesor, ¿qué haces aquí? ¡No he robado ni me he peleado, ¿sabes?!
Qi Xiu Yuan gruñó por el enfado, cosa que asustó a Jiang Xiao Ning haciendo que se echase para atrás.
-No sabía que el profesor Jiang fuera corto de dinero, ¿eh?
Los enormes ojos de Jiang Xiao Ning parpadearon, una sonrisa halagüeña apareció en su rostro.
-Profesor Qi, Qi gege, tío Qi… Por favor, no se lo digas a mi padre… Te lo ruego, te lo ruego.
-Entonces dime qué está pasando, y dímelo todo con claridad.
Jiang Xiao Ning refunfuñó antes de explicar el asunto.
Al parecer, hacía tiempo que el muchacho había descubierto que no era como el resto de chicos de su edad. Deambuló perdido y trastornado por un tiempo y encontró un bar gay. Reunió todo el valor que pudo y pasó la noche con un tío agradable a la vista. ¿Quién iba a imaginarse que al día siguiente, la persona en cuestión habría desaparecido? Sin embargo, al lado de la almohada encontró un fajo de billetes. Como Jiang Xiao Ning todavía era joven, era fácil de tentar. Por un lado, había probado la fascinación del sexo y, por otro lado, el dinero parecía fácil de conseguir, así que simplemente se tomó todo aquello como un trabajo extra.
Jiang Xiao Ning se lo contó todo a Qi Xiu Yuan de una sentada y le miró con preocupación con el rabillo del ojo.
-Profesor Qi, tienes que guardarme el secreto.
Qi Xiu Yuan sintió que le palpitaba la cabeza y frotándose la frente le preguntó:
-¿Entonces, ese tal Jiang Xiao Dong de hace un momento no es tu hermano?
-No, ese es el jefe, Han. El propietario.-Respondió Jiang Xiao Ning como si estuviese presentando un tesoro.-Profesor Qi, ¿alguna vez has oído hablar de Jin Ting?
-Sí.
¿No era un hotel o algo así?
-El jefe Han es el jefe de Jin Ting.-prosiguió Jiang Xiao Ning con los ojos relucientes.-Quiere que vaya a trabajar allí.
-¿A hacer qué?-Qi Xiu Yuan sólo quería asegurarse.
-Lo mismo que aquí, ¡ah! Pero allí, en Jin Ting, es todo de mejor calidad. El jefe Han ha dicho que todos los clientes de allí son peces gordos, ellos-…
-¡Para, para, para!-Qi Xiu Yuan no sabía si quería reír o llorar.-Bastardo, ¿estás planeando hacer este puto trabajo más tiempo?
-Profesor Qi, ¿por qué dices palabrotas?-Los ojos de Jiang Xiao Ning parpadearon una y otra vez, intentando actuar de forma adorable.-Te he hecho enfadar…
-¡¿No tienes miedo de humillar a tu padre?!-Qi Xiu Yuan le regañó.
Jiang Xiao Ning no dijo nada por un instante hasta que por fin, con la boca pequeña, añadió:
-Profesor Qi, no quiero humillar a mi padre, pero estoy bastante contento con esto. Tampoco creo que esté mal. Ahora puedo ganar dinero. Y no creo que esto vaya a dejarle en evidencia.-De repente infló los mofletes.-Mi padre no necesita dinero, pero nunca me ha comprado nada. Le he dicho muchas veces que quería un MP3, y siempre dice que me lo comprará, pero en cuanto se da la vuelta, se le olvida. Pero en cambio, se acuerda de los cumpleaños de todos sus alumnos…-Qi Xiu Yuan estaba atónito, cuánto más le escuchaba hablar, más pena le daba.-Siempre ha sido así. Cuando tenía fiebre, él prefería darle clases extra a sus estudiantes que cuidarme. ¿Quién es su hijo? Si no le veo, sólo habla de sus alumnos, una y otra vez, nos compara… En medio año me he conseguido un móvil, un MP3 y hasta ropa nueva, y él no se ha ni enterado. ¡Aunque me venda, no lo va a descubrir!
Qi Xiu Yuan observó  a Jiang Xiao Ning hablar con lágrimas en los ojos. No pudo evitar pensar lo odioso y lamentable que era su situación y levantó la mano para acariciarle la cabeza al muchacho.
-Profesor Jiang es muy buen profesor. Has sido su hijo durante hace más de diez años, lo sabes, ¿no? No digas que no se preocupa por ti. Piénsalo, si ahora mismo le llamase y le dijera lo que haces, ¿cómo crees que reaccionaría?
-¡No! ¡Profesor Qi, no lo hagas!-Jiang Xiao Ning estaba tan asustado que le agarró de la mano con fuerza.-¡Mi padre me matará! ¡Me matará sin lugar a dudas! ¡Él…! Le partirás el corazón…
-Vale, vale. Te están cayendo lágrimas. ¿Cuántos años tienes? ¿Eh?-Qi Xiu Yuan le pasó una servilleta que había en la mesa.
Cuando se hubo secado las lágrimas, Jiang Xiao Ning se quedó sentado y en silencio durante un rato, tranquilizándose antes de volver a rogar.
-Profesor Qi, no le digas nada de esto a mi padre…
-No lo diré, pero tengo una condición.
-¿Qué condición?-Jiang Xiao Ning le echó un vistazo rápido, pero se cubrió el pecho con ambas manos de repente.-Q-Qi… Profesor Qi, no me digas-…
Qi Xiu Yuan le dio un golpe en la parte trasera de la cabeza.
-¿Qué dices? No soy un pedófilo.
Jiang Xiao Ning preguntó de mala gana.
-¿Pues qué condición es?
-No deambules por ahí todo el día, ves a clase. Y aléjate de ese tal Han o como sea.-Dijo Qi Xiu Yuan con expresión seria.-No parece buena persona.
-Vale. Sí.-Jiang Xiao Ning asintió con obediencia.-En realidad no quería ir. Creo que iba a necesitar contrato y encima de prostitución.
Qi Xiu Yuan sonrió burleta.
-No eres tan tonto, ¿eh?
Jiang Xiao Ning le miró y continuó:
-Vine aquí porque estaba deprimido. Además, no me atrevo a decirle a mi padre que vengo aquí en busca de gente como yo…
Qi Xiu Yuan le volvió a acariciar la cabeza.
-Debes tenerlo difícil. A partir de ahora no seas tan tonto. Si tienes algún problema, dímelo.
Al final, Jiang Xiao Ning volvió a llorar. Qi Xiu Yuan vio su impotencia y decidió dejarle estar por ahora. Le llevó a casa y regresó a la suya algo tristón.

*        *        *        *

Al día siguiente, en la clase de matemáticas, Jiang Xiao Ning respondió a todas las preguntas lleno de entusiasmo, hecho que hizo que todos sus compañeros le mirasen.
Qi Xiu Yuan contuvo la risa hasta que la clase terminó y pensó lo adorable que era el muchacho. ¿Quién se iba a imaginar que habría un accidente por la noche?
Alrededor de las nueve, recibió una llamada. Escuchó la voz frenética de Jiang Xiao Ning.
-Profesor Qi, ayúdame…
-¿Dónde estás?
-Estoy en Jin Ting, yo… ¡Ah!-Y la llamada se cortó.
Qi Xiu Yuan volvió a llamar pero no respondió nadie.
No tuvo tiempo ni de darle a explicaciones a Susu mientras se apresuraba a salir por la puerta.

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