Capítulo 14

septiembre 25, 2017

Ye CanSheng tira de mí cuando termino esa frase. Sus ojos negros me observan con lo que, creo, es excitación. Con enorme fuerza me empuja por los hombros y me pregunta:
–¿Lo dices en serio?
Asiento con la cabeza y me río con malicia.
–Sí, el periodo de duración de validez de esta frase es de por vida.
Siento como respira hondo, entonces, me echa al sofá de un golpe. La cadena de mi pie empieza a sonar mientras tiro de ella. Las cicatrices de la pelea de la noche anterior, me ocasiona un dolor similar al de un disparo.
Como una bestia salvaje, se aferra a mis hombros y me empuja al sofá, entonces, me muerde los labios con los dientes. Con el amor más predatorio, es demasiado salvaje. No hay ni rastro de contención.
Me abre la boca, dominante, ignora la colisión de nuestros dientes y se concentra en explorar las profundidades de mi boca. Esto ya no es un beso. Es su forma de expresar su amor. Con dolor, caza y tiranía.
Los botones de la camisa se rompen y ruedan por el suelo. Tengo una mano de CanSheng a cada lado de mi cabeza. Me lame la sangre de la boca. Es mi sangre, la sangre que me ha hecho al morderme.
–YunSheng, YunSheng, te quiero.
Sonrío y, copiándole, me lamo las heridas de la boca. Le toco los ojos llenos de excitación y digo:
–Seré quien te ame desde ahora.
–¡YunSheng…!
Seguramente sea porque nadie le ha expresado su amor hasta ahora que se excita tantísimo y me muerde por todos lados. Entonces, repite mi nombre una y otra vez. Y yo, por mi parte, le respondo cada vez. Dejo una marca de mordida encima de otra en su cuerpo cubierto de cicatrices.
Somos como dos lunáticos. Mordiéndonos y rodando por el suelo antes de que él me empuje a la mesa.
Miro la sangre fresca que hay entre mis piernas, que mana de mis muslos hasta mis tobillos y, entonces, gotea sobre la cadena muy lentamente.
Me sujeta ambas piernas y se las sube a los hombros, las gotas de sudor de su frente caen sobre mi rostro. Su expresión lujuriosa me hace olvidar el dolor de mi parte inferior. Me gusta mucho. No, la verdad es que le amo mucho.
Amo su obsesión con el amor. Le temo al abandono y CanSheng es alguien que no lo hará jamás.
La cadena de mi pie se sacude con los incesantes movimientos de CanSheng. Llegados a este punto, no termina de disgustarme…
El hombre encima de mí ruge y, por fin, detiene sus momvimientos, pero se queda en mi interior.
Alzo la mirada para ver los ojos húmedos de Ye CanSheng. Parece… que está llorando. Pero esa gota de agua deambula tercamente por sus ojos repletos de locura y no acaba de salir.
Extiendo el pulgar y le acaricio la esquina del ojo, consiguiendo que esa única lágrima caiga por fin. Es una lágrima completa, no una simple gota. Y cae sobre mi ojo. Parpadeo incontrolablemente y su lágrima deja mis ojos.
–Chiquillo, ¿por qué lloras? – Pregunto.
Me baja las piernas entumecidas e hinchadas y me abraza con dulzura.
–Lloro por ti.
–¿Qué clase de motivo es ese? – Le devuelvo el abrazo y me río de él.
–Porque eres la primera persona que ha llorado por mí, YunSheng.
Cierro los ojos, una lágrima cae de uno de mis ojos.
–Eres muy fácil de cortejar…
Él me mordisquea la oreja.
–Sólo Fang YunSheng puede cortejarme.
–Qué tonto…
–YunSheng, quiero encerrarte.
Le muerdo la oreja y hago que mi cadena resuene a propósito para que él pueda oírla.
–Ya lo has hecho.
–¡Pues te encarcelaré!
–¿No es lo que has hecho ya?
CanSheng sacude la cabeza infantilmente entre mis brazos y dice:
–Digo que te ataré a la cama.
Me ruborizo y me pongo en posición para darle una patada, pero me atrapa el pie. Entonces, noto que aquello que tengo dentro de mí se endurece.
–¡No quiero!
Mi complexión empalidece una vez más. Miro a CanSheng y le veo besar el tobillo que acaba de atrapar antes de que subyugar todo mi cuerpo con su peso.
Tal vez la razón por la que cuando me lo encontré todo sucio en aquel callejón me lo traje a casa fue porque me atrajeron sus ojos, a pesar de que son los de una bestia.
Tal vez fue porque vi algún tipo de soledad y demencia en él, y entonces, tuve la corazonada de lo que quería de él: que me dominase. La necesidad de que me amasen locamente.
Cuando termina de hacérmelo, no puedo ni levantar un dedo. CanSheng, que acaba de satisfacer su lujuria, me abraza mientras se sienta en el baño y me ayuda a ducharme. Toca las cicatrices de mi cuerpo con sumo cariño, sin embargo, no se disculpa.
Mi cuerpo es lamentable.
Tengo marcas de diferentes colores además de heridas de diferente severidad. Los colores azulados y morados son horribles, pero CanSheng insiste en que son preciosos.
El dolor de mi parte inferior del cuerpo es muy severo. Como si nunca hubiese terminado de sanar. Casi no puedo ni andar. Me tumbo en la cama después de que me aplique la medicina. CanSheng me desata la cadena del pie y me toca los arañazos con cariño.
Frunce el ceño.
Me siento, le empujo a la cama y abrazo su triste cabeza.
–No pasa nada. Sé que para ti, la violencia es lo mismo que el amor. – Le echo un vistazo a la esquina de sus labios y continuo. – Sé que haces todo esto porque me amas.
–YunSheng, eres mi sol.

Así es como decido ser el sol de Ye CanSheng, sin embargo, ignoro que mi padrastro destruirá la promesa que le he hecho a CanSheng. Me destruirá a mí y, al mismo tiempo, a Ye CanSheng.

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