Capítulo 51

noviembre 22, 2017

Qi Xiu Yuan no tuvo el tiempo para reaccionar o resistir el ataque desde un principio.
En el baño se enjuagó y se lavó con una toalla. Mientras se lavaba el miembro empezó a pensar en Xiao Li que yacía en su cama y, poco después, tuvo que volverse a lavar.
Para cuando se ató otra toalla a la cintura y salió del baño, había tres personas en las sombras esperándole cerca de la puerta. Una mano le golpeó el cuello cuando salió del baño. El poder de los dedos de su atacante parecía capaz de destrozarle la piel y, entonces, le levantaron del suelo y le mantuvieron contra la pared del baño.
Antes de que tuviese oportunidad de hacer algún sonido, el hombre le estranguló y le dejó ver un cuchillo afilado y plateado. La superficie de éste le hizo sentir como si ya le hubieran acuchillado con él.
Reunió todas sus fuerzas y levantó la cabeza mientras que le retorcía la muñeca al atacante con ambas manos. En medio de aquel momento tan terrorífico se encontró con otro hombre saliendo de las sombras y poniéndose a su lado.
–La jovencita de la otra habitación, – era una voz que conocía y que hablaba con un tono helado y profundo. – está durmiendo muy bien.
En un segundo, el tiempo se detuvo y Qi XiuYuan se puso rígido. Todos sus intentos de resistir el ataque pararon: dejó caer la cabeza y aflojó los puños. El hombre, como para confirmar su rendición, gruñó con desdén y le levantó la mano. En respuesta a su gesto, le soltaron el cuello y el cuchillo desapareció. Qi Xiu Yuan movió el cuello para que su conocimiento volviese en sí. La luz del baño iluminó a Li Shi Qing, que sonreía y jugaba con sus labios. Hablaba tan bajo que tenías que concentrarte para escucharle.
–He visto los sedantes al lado de su cama. ¿Cómo puede dormir tan mal una jovencita? Bueno, será mejor que no hagas ningún ruido. Me temo que la señorita se levantaría con el más mínimo de los movimientos o una simple tos, y si se despierta… – Hizo una pausa deliberada y sonrió con amabilidad. – Mis hombres no podrán controlarse y le harán algo.
El rostro de Qi XIu Yuan empalideció por el enfado, la incredulidad y el desprecio que le abrumaban. Rechinó los dientes hasta que sus mejillas se pusieron rígidas y todas sus emociones se helaron como un día invernal, volviendo a su rostro neutral.
La sonrisa de Li Shi Qing se desvaneció de inmediato y le echó un ojo al hombre que le había cogido por el cuello. El hombre, por un simple gesto, volvió a agarrarle por la garganta y le arrastró sin piedad alguna a su dormitorio.
Qi Xiu Yuan, descalzo, fue obligado a seguir al hombre sin hacer ningún ruido. Cuando llegó a la puerta tenía todo el cuerpo empapado de un sudor frío. Le forzaron a arrodillarse mientras apretaba los dientes al ver que Li Shi Qing lamía a Xiao Li con los ojos.
Apretó los dientes y miró al condescendiente hombre que se acercó a Xiao Li y le besaba para despertarle.
Apretó los dientes y vio cómo la expresión de Xiao Li cambiaba de imperturbable a horrorizada, alerta.

Y, en medio de todo lo que ocurría a su alrededor, continuó apretando los dientes para mantener la calma.

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