Capítulo 13

enero 21, 2018

He de dejarte, querido Príncipe, pero nunca te olvidaré, y la primavera que viene te traeré dos hermosas joyas a cambio de las que me diste. El rubí será más rojo que la más encendida rosa, y el zafiro puede ser tan azul como el inmenso mar.
        Oscar Wilde, El Príncipe Feliz

1989.
–Buenas noches, esto son las noticias del viernes, 19 de mayo de 1989, el décimo quinto día del cuarto mes lunar[1]. En el programa de hoy miraremos el importante discurso en la plaza Tiananmen de Beijing del primer ministro Zhao Ziyang[2], en el que se dirige a los protestantes estudiantes para evitar su avance. Mijaíl Gorbachov[3], el secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, vuelve a casa después de completar su visita de Estado a China, abandonado el país desde Beijín en un jet privado ayer noche-… BzzzBzz… Ahora profundizaremos con-… Bzzzz
Xu Ping golpeó el televisor de diecinueve pulgadas con las manos mojadas mientras que la maquina seguía perdiendo la señal. Agarró las dos antenas de detrás de la televisión y empezó a moverlas un rato, pero la pantalla continuaba estática.
–¿Qué le pasa a la televisión? – murmuró para sí.
Una serie de sonidos saltantes que provenían de la olla a presión le obligaron a para la inspección y precipitarse a la cocina. Estaba haciendo patatas y costillas a la brasa en la olla a presión y el pequeño botón de ventilación giraba permitiendo que un aroma delicioso llenase el aire.
Xu Ping cogió aire y sacó la olla del fogón: el arroz estaba listo. El joven sacó un puñado de bok choy de una bolsa de plástico verde y lo lavó un poco antes de freírlo con un poco de ajo. Las gotas de agua que seguían en los vegetales cayeron en el aceite hirviendo y explotaron como fuegos artificiales.
–¡Xiao Zheng, la cena! – Gritó mientras apilaba el bok choy en un plato.
Cuando abrió la olla a presión una oleada de vapor le anubló las gafas. Retrocedió un paso y se chocó con un cuerpo caliente. Casi se tropieza, pero la persona en cuestión le sujetó.
Xu Ping sabía, sin tener que mirar, que se trataba de su hermano. Xu Zheng era muy alto a pesar de ser tres años más pequeño. Su cuerpo ya no era tan adorable como había sido. Era como si una semilla se hubiese convertido en un árbol: aunque todavía era inmaduro, su destino estaba claro. Xu Zheng era, sin lugar a duda, el hijo de su padre.
Xu Ping se limpio las gafas con la esquina de la camiseta.
–No te me pongas detrás sin decírmelo, ¿vale?  Podría haberte pisado.
–Te he llamado. – Xu Zheng habló lentamente. – Eres tú el que no ha respondido.
Xu Ping se volvió a poner las gafas en la nariz y se secó el sudor de la frente con el brazo.
–Vamos a comer. Hoy hay costillas y patatas.
Los hermanos se sentaron en la mesa redonda y Xu Ping le echó algo de comida al tazón de su hermano.
–¡…todavía sois jóvenes, queridos estudiantes! El camino ante vosotros es largo y deberíais estar sanos para ver a vuestro país alcanzar la modernización. No sois como nosotros que ya somos viejos. El estado y vuestros padres se han esforzado en criaros para que lleguéis a la universidad. Ahora tenéis diecinueve años, tal vez veinte, y estáis sacrificando vuestra vida de esta manera… Hoy no he venido a discutir. He venido a pediros que penséis en esto racionalmente…
Un anciano vestido con un traje Mao[4] hablaba a un altavoz rojo con un acento de Henan fuerte.
Xu Ping escuchó atentamente el discurso entero del líder con los palillos al aire.
–¿Has arreglado la tele? – Se giró hacia su hermano.
Xu Zheng estaba metiéndose una cucharada de patatas en la boca cuando su hermano le interrumpió y la patata se le volvió a caer al tazón. Xu Ping soltó una risita y acarició la cabeza del torpe de su hermano. 
Sonó el teléfono.
–¿Hola? – Xu Ping dejó sus utensilios y cogió la llamada.
–Hola, ¿Xu Ping? Soy papá. – Al otro lado de la línea resonó una voz grave y conocida.
Xu Ping cubrió el mango del teléfono y le pidió a su hermano que bajase el volumen del televisor.
–¿Qué tal la grabación, papá?
–Bien, bien. Todavía estamos haciendo las grabaciones de exterior en Yan’an. Hoy no tenía nada más que hacer, así que me he venido a correos para llamarte. ¿Qué tal en casa?
–Vamos bien. Ahora estamos comiendo la cena. Patas y costillas a la brasa. ¿Cuándo vas a volver, papá?
–En un par de días. El director quiere volver a grabar unas cuántas escenas después de esto. Como soy un viejo amigo de Wang, le he dicho que mi hijo va a hacer el examen de entrada a la universidad y me ha dejado grabar mis partes primero, así que en cuanto acabemos podré volver a casa.
–No tengas prisa, papá. – Respondió Xu Ping con una mueca. – Puede que sea un papel secundario, pero eres el gran primer ministro Zhou Enlai[5]. Será mejor que des un ciento diez por ciento y no le decepciones.
–¡¿Decepcionarle?! – Xu Chuan resopló. – Soy el ganador de un Gallo de Oro[6], ¡muchas gracias! ¡Si no hubiese estado demasiado delgado para ser el presidente Mao[7], habría sido el actor principal!
Xu Ping estalló en carcajadas.
Durante el segundo año posterior al regreso de su hermano, Agosto Primero[8] contactó con su padre y le ofreció el papel de He Long, el rebelde que se unió a la revolución con dos cuchillos. Xu Chuan se dejó crecer el bigote, aprendió Tujia[9] con un amigo y llevaba por ahí dos Mauster C-96[10] que había tallado con madera para practicar tiro con ellas en casa. Se dedicaba a entretener a su hijo haciendo ruidos de disparos y contándoles bromas en el idioma de Hunan. La película fue aclamada por la audiencia y Xu Chuan ganó el Gallo de Oro a mejor actor secundario. Finalmente, a los treinta y ocho años, saltó a la fama como actor y llegó a la gran pantalla.
–¿Tienes suficiente dinero?
–Sí, Xu Zheng y yo no nos compramos nada caro y la compra no cuesta tanto.
–¿Qué tal el repaso?
–Hacemos ejercicios cada día y exámenes cada tres. Si lo hago como siempre, no me costará entrar en la universidad.
Xu Chuan vaciló antes de preguntar algo más.
–¿Qué escuelas has elegido? –Xu Ping no respondió. – El otro día hablé con tu tutora. Me dijo que ya han salido los resultados de los exámenes y que tienes que entregar la hoja a final de mes. Me ha dicho que tienes muy buenas notas y que la escuela quiere que vayas a Beijín, y me han pedido que como padre, te apoye. – Xu Chuan hizo una pausa. – ¿Estás ahí, hijo?
–Sí.
Xu Chuan continuó.
–No habríamos llegado muy lejos durante todos estos años, sin tu madre y con tu hermano siendo como es, si no hubiese tenido un hijo tan bueno. Eres más fuerte que yo, responsable e independiente. Nunca me has hecho preocupar en lo que se refiere a tu hermano o tu colegio. Nunca te he dado las gracias por todo eso.
–¡Papá! – Interrumpió Xu Ping. – ¿Qué dices? ¡Somos familia!
–Hijo, – Xu Chuan no paró – eres lo suficientemente mayor para lo que voy a decir: no soy un hombre capaz. Sólo sé actuar. No se me dan bien los negocios, así que no me puedo convertir en millonario, pero he estado trabajando y ahorrando. Puede que no sea mucho, pero puedo gastarme un par de los grandes. Sólo quiero que sepas que todavía eres joven y tienes una vida muy larga ante ti. Yo tampoco soy tan mayor, pero como cualquier otro padre, quiero que tengas una buena vida. Quiero que sepas que no tienes de qué preocuparte cuando rellenes la hoja porque papá va a apoyarte escojas lo que escojas. El mundo es un sitio enorme, y deberías explorarlo ahora que eres joven, extender tus horizontes. Xiao Zheng tiene su propia vida, al igual que tú tienes la tuya, y los dos sois mis hijos.
–Caray, papá. – Dijo Xu Ping con los ojos rojos y lagrimeando. – ¿Acabas de leer un guión? Me han entrado escalofríos. El teléfono no es barato, papá. Preferiría que me trajeras unos regalitos.
–Dios mío, eres un mocoso. Estoy intentando tener una charla seria contigo. ¡No es un guión!
Xu Ping asintió con el teléfono entre oreja y hombro.
–Sí, sí, sí, señor primer ministro Zhou.
Xu Chuan perdió la voluntad de continuar y se limitó a responder:
–Oh, lo que tú digas, pequeño rebelde. Pero te tengo que advertir que las cosas por aquí no están muy tranquilas.  Los tumultos nos han llegado hasta aquí en las afueras. Diría que son un puñado de niños locos. ¡Ni se te ocurre unirte a lo que sea que estén haciendo!
–¿Por qué iba a hacerlo? – Replicó Xu Ping. – ¡El examen de admisión es el mes que viene!
Xu Chuan se sintió aliviado.
–Vosotros, los jóvenes, no habéis pasado por nada. No conocéis las consecuencias de los movimientos políticos.
–Papá, – preguntó Xu Ping – ¿quieres hablar con Xiao Zheng?
Xu Chuan hizo una pasa antes de contestar.
–Sí.
Xu Ping dejó el teléfono y llamó a su hermano que era un comedor rápido. Su tazón llevaba vacío un buen rato y estaba mirando la televisión sentado muy recto con las manos en el regazo. Su mirada no había cambiado y estaba muy concentrado. Parecía un Golden retriever, sólo le faltaba la cola.
–Xiao Zheng, es papá.
Xu Zheng estiró el cuello lentamente sin mover el resto de su cuerpo.
–Ven a hablar con papá. – Xu Ping le acarició la cabeza. – Pregúntale cómo le va.
Xu Zheng miró a su hermano mientras se acercaba al teléfono.
–¡Hola!



[1] El calendario tradicional chino se trata de un calendario lunisolar que ordena los años, meses y días según el movimiento regular de la luna. Los días comienzan y acaban a la medianoche, los meses comienzan el día de luna nueva y los años empiezan cuando la luna está cerca del punto medio entre el solsticio de invierno (20-23 diciembre) y el equinoccio de primavera (21 de marzo aprox.).
[2] Zhao Ziyang (赵紫阳) Fue primer ministro de su país entre 1980 y 1987; y, desde este último año hasta su dimisión en 1989, ocupó el cargo de secretario general del Partido Comunista Chino. Las manifestaciones de los estudiantes – cuyos motivos eran muchos, como la libertad de prensa y el fin de la corrupción gubernamental – que se desarrollaron en la plaza de Tiananmen en abril y mayo de 1989 y su extensión a otras ciudades hicieron surgir serias diferencias en el seno del Comité Central del Partido Comunista. Zhao y sus seguidores eran partidarios de atender las peticiones de los manifestantes.
[3] Mijaíl Gorbachov es un abogado y político ruso que fue secretario general del Comité Central Partido Comunista de la Unión Soviética desde 1985 hasta 1991 y jefe de Estado de la Unión Soviética de 1988 a 1991. Entre 1985 y 1990, procuró reformar la sociedad soviética introduciendo la "Perestroika" –“Reestructuración” en ruso – y “Glasnost” – “transparencia” en ruso – en asuntos políticos y culturales. Esta reforma incluía la democratización interna del Partido, la modificación constitucional para permitir el pluripartidismo y la conversión del país en república presidencialista. En política exterior, retiró las tropas soviéticas de Afganistán, normalizó las relaciones con China, firmó con los presidentes de Estados Unidos Ronald Reagan y George Bush una serie de acuerdos sobre el control de armas, además de colaborar con el esfuerzo dirigido por Estados Unidos para expulsar a Irak de Kuwait durante la guerra del Golfo Pérsico y participó en la conclusión de la Guerra fría, además de en la unificación de Alemania.
[4] El traje Mao, también conocido como la túnica china o el traje Zhongshan, es un tipo de atuendo masculino asociado a China con Sun Yatsen.
[5] Zhou Enlai (周恩来) fue un destacado político de la República Popular China, miembro del Partido Comunista Chino desde su juventud y primer ministro de China desde el establecimiento del régimen socialista en 1949 hasta su muerte.
[6] El Gallo de Oro son unos premios de películas en China que controla el estado.
[7] Mao Tsetung (泽东) político y estadista chino. Fue el máximo dirigente del Partido Comunista de China (PCCh) y de la República Popular China. Bajo su liderazgo, el Partido Comunista se hizo con el poder en la China continental en 1949, cuando se proclamó la nueva República Popular, tras la victoria en la Revolución china contra las fuerzas de la República de China. La victoria comunista provocó la huida de Chiang Kai-shek y sus seguidores del Kuomintang a Taiwán y convirtió a Mao en el líder máximo de China hasta su muerte en 1976.
[8] Agosto Primero era una compañía de películas que dirigía el estado.
[9] Tujia (土家) es una lengua tibetano-birmana de difícil clasificación hablada por los tujia del centro de China.
[10] La Mauster C-95 es una pistola que fue diseñada por el famoso inventor Peter Paul Mauser, que en un principio se dio a la fama fabricando fusiles de gran calidad.

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