Capítulo 63
enero 21, 2018
Un par de pies se para ante mí después de que se abra la puerta. Sin lugar a duda, está estudiando mi descompostura. Su voz suena tan sexy y decente como siempre.
–¿Necesitas mi ayuda?
Siento una oleada de dolor punzante en el bajo vientre, aprieto los dientes y no me atrevo a usar mis fuerzas.
No estoy dispuesto a ello y no quiero.
–No soy muy paciente. – Se arrodilla y me aparta el pelo con los dedos.
Escuchar su voz perfecta me desespera. Miro los zapatos con el rabillo del ojo y asiento con la cabeza. Todo lo que resuena en mi oído son risas. Me pitan las orejas y me ahogo con mis propios sollozos.
Un par de manos fuertes me levantan del suelo y todo lo que consigo hacer es apoyar todo el peso de mi cuerpo contra su pecho. Se me separan los labios y notó el sabor de la sangre. Una mano entra en mis pantalones, sus movimientos son muy suaves, sin embargo, soy incapaz de controlar mis temblores.
Me estremezco sin parar, como una hoja en el viento otoñal.
–No tengas miedo, aguanta un poco. – En este preciso instante, su voz parece celestial.
Levanto las esquinas de mi boca agonizantemente. Es como un caramelo después de un latigazo.
Me pongo de pie inestablemente. Todavía temo estar derecho. Me limito a aferrarme a mis pantalones e inclinar el cuerpo como un idiota. Él me rodea el pecho con una mano y me baja los pantalones hasta las rodillas. Tal y como esperaba, mi mirada cae sobre mis piernas: delgadas, débiles y temblorosas…
–Ya está.
Un sonido hechizante resuena en mi oído y mi mente se derrumba.
Ahora soy consciente de lo terrible que es resistirse a él. No hace falta que comas, no hace falta que bebas, porque él tiene un método todavía más efectivo para obligarte a rogar. Para hacerte rogarle por comida y por bebida, siempre sin dañar tu cuerpo.
1 comentarios
necesito mas amo este tipo de historia y a parte de ai no kusabi (incompleta) no me emociona nada como esto gracias por el blog y el esfuerzo los apoyare desde las sombras
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