Capítulo 84: Maldad

enero 14, 2018

–¿Qué tiene de malo la princesa Jiu? – Li Wei Yang sonrió. – ¿Por qué estás tan indignado? Solo te he pedido que juegues con ella.
Li Min De le devolvió la sonrisa a medias.
–Los miembros de la familia real son muy arrogantes, me irrita.
–Eso son prejuicios. Puede que la princesa sea un poco orgullosa, pero es inocente y desenfadada, además no tiene malas intenciones. Le gustas mucho, ¿sabes cuántos sueñan con estar en tu lugar?
–¡No quiero que la gente me acuse de ir a por el poder y la posición! – Li Min De frunció el ceño.
Li Wei Yang no pudo evitar reír.
–Qué pedante eres para ser tan grande. ¡Niño tonto!
–Hay que prestarles atención a los detalles más pequeños para conseguir grandes cosas. Sin embargo, – Li Min De volvió a sonreír. – este asunto es demasiado trivial para que nos paremos a pensar en ello.
Li Wei Yang se quedó perpleja y comentó curiosa:
–Me preocupas porque parece que la princesa… ¿No parece tener la intención de hacerte su Fu Ma[1]?
Wei Yang lo había dicho en broma para molestarle, pero el joven se desconcertó.
–¿Cómo lo sabes?
–¿Cada vez que te mira se le ilumina la mirada. – Wei Yang curvó los labios en una sonrisa y entrecerró los ojos. – Al parecer la lujuria siempre está de por medio sin importar lo viejo que seas.
–¿Qué?  – Li Min De se sorprendió.
–¿Por qué crees que te he animado a jugar con ella? Min de, deberías plantearte el casarte con la princesa.
De esta manera, la princesa Jiu escaparía de su triste destino y Li Min De también tendría un pilar en el que apoyarse. Sin embargo, eso también significaba que Min De perdería la oportunidad de ganarse un nombre para sí y acabaría como un mero Fu Ma sin verdadero poder.
–¡No quiero! – Li Min De respondió directamente.
–¿Si no te gusta ella, entonces, quién te gusta?
–¡Nadie! – Replicó el muchacho, pero se ruborizó.
–Bien, pues entonces la princesa.
–Hey… ¿Te estás burlando de-…? Hey…
De repente, Li Min De se quedó callado y su mirada se posó en algún lugar a lo lejos. Li Wei Yang siguió su mirada y se encontró con que Li Chang Xiao corría hacia ellos llorando. Se cayó al suelo, arañándose las rodillas, y los criados se apresuraron a levantarla.
Li Wei Yang y Li Min De intercambiaron miradas.
–Si Mei, – empezó Wei Yang. – ¿qué te ha pasado?
Li Chang Xiao levantó la cabeza con la cara llena de lágrimas. En cuanto vio a Li Wei Yang delante de ella, se secó el rostro con las mangas.
–Nada, nada, me ha entrado un poco de tierra en los ojos.
¿Tierra en los ojos? No era una niña, ¿por qué le mentía? Li Wei Yang no quería entrometerse en los asuntos ajenos, pero su instinto le decía que Li Chang Xiao trataba de ocultar algo.
–San Xiaojie, – la criada Yin’er de Li Chang Xiao habló derrotada. – no lo sabe, pero nuestra xiaojie le ha estado sirviendo el té y su medicina a Da Furen. ¿Cómo nos íbamos a esperar que Da Furen se quemaría la lengua con la medicina y acusaría a Xiaojie de hacerle daño a propósito? ¡La ha regañado vorazmente! Quería que xiaojie la sirviese de noche, pero a nuestra xiaojie le ha parecido inapropiado. Así que Da Furen la ha acusado de no respetarla como madre, holgazanear y negarse a sacrificarse, y la ha regañado por intentar agitar su enfermedad adrede. ¡San Xiaojie, sabes que nuestra Xiaojie es sincera por naturaleza!
–¡No digas tonterías! – Li Chang Xiao, al escuchar esas palabras, temió que el asunto empeorase y se apresuró a regañar a su criada.
Yin’er se percató de la inquietud de su señorita y la siguió sin añadir nada más.
–¿Cómo puede ser tan mala? – Murmuró Li Wei Yang para sí. – Hasta ahora nunca lo había demostrado abiertamente.
Li Min De rio con frialdad.
–¡Puede que esto no sea el final! – Torció el dedo para hacer una señal y un soldado vestido de negro emergió de los árboles y aterrizó suavemente delante de él.
–Señor.
Li Wei Yang no se sorprendió porque ya había visto al muchacho con otros agentes secretos.
–Dime lo que has descubierto.
–Sí. Ayer Si Yiniang le aconsejó a Si xiaojie que debería intentar salvarle la vida a Wu xiaojie; Si xiaojie se llevó sus sábanas a la cama que Da Furen había ordenado preparar y casi no durmió. Hoy Da Furen le ha ordenado prepárale té, masajearle las piernas y demás. La llamó más de ocho veces durante toda la noche; la trató como a una criada.
–Muy bien, – Li Min De suspiró. – retírate.
Li Wei Yang sacudió la cabeza.
–Si lo que necesita Da Furen es alguien que la cuide, podría habérselo pedido a alguna de sus criadas, ¿por qué se arriesga con Si Mei, que podría acusarla de maltrato a su hija ilegítima? ¿No es raro?
–Tal vez su personalidad ha cambiado por estar enferma. – Pensó Li Min De.
Parecía una explicación alejada de la realidad. Li Wei Yang pensaba que seguramente estaba pagando su enfado con Li Chang Xiao a cambio del mordisco de su hermana.
Aunque todo el mundo estaba seguro de que aquello sería un incidente aislado, aquella misma noche Li Chang Xiao rompió un colgante de jade que le encantaba a Da Furen, por lo que la mujer la echó de su casa después de un regaño bravo.
La criada Du, al día siguiente, fue a la residencia de Li Wei Yang llena de sonrisas.
–Xianzhu, Da Furen no quería molestarte, pero como ya sabrás, Si Xiaojie está enferma…
Li Wei Yang sonrió secamente al escuchar las noticias.
–¿Oh, sí? Me pregunto qué órdenes tiene madre para mí.
–A Furen le gustaría pedirte que la cuidaras. – La criada bajó la vista y habló con respeto.
Li Wei Yang se limitó a asentir.
–De acuerdo, allí estaré en un momento.
En cuanto la criada Du se marchó, Li Min De explotó de ira.
–Sanjie, Da Furen es demasiado, ¡deberías demostrarle de qué estás hecha!
Desde que San Furen había fallecido, Da Furen había ido a por Wei Yang constantemente. Li Min De apretó los dientes por el enfado; si hubiese sabido que algo así iba a ocurrir, la habría matado del susto en aquella ocasión.
Li Wei Yang vio el enfado y la renuencia del rostro de Li Min De y rio. Tomó la tetera que tenía delante y sirvió una taza.
–¿Por qué te molestas tanto?
Li Min De, todavía más disgustado y ansioso, habló al ver la sonrisa tranquila de ella.
–Sanjie, esa bruja va a aprovechar la oportunidad para torturarte…
–¡San Di!
Li Min De era como una hormiga saltando en una estufa, como si hubiese palabras que no podía obligarse a decir.
Li Wei Yang se aclaró la garganta y volvió a su modo de habla original.
–¿Has olvidado lo que puedes y no puedes decir?
Los ojos de Li Min De enrojecieron mientras se daba la vuelta.
–No existe ninguna persona en este mundo capaz de acosarme. – Li Wei Yang sonrió. – Si quiere que la sirva, lo haré, pero no me haré responsable de lo que suceda.
Dos horas después, Li Wei Yang se plantó en la casa de Da Furen llena de sonrisas. Una criada estaba dándole un masaje a la mujer y Da Furen mantenía los ojos cerrados. Tenía la oreja izquierda cubierta para esconder la herida.
–Ha llegado San xiaojie. – Anunció la criada Du.
Da Furen abrió los ojos lentamente, estudiando a Li Wei Yang.
–Ya estás aquí. – Sonrió.
La sonrisa que le devolvió Li Wei Yang era encantadora.
–Sí, madre. He venido a servirte.
–Sé que eres filial. – Dijo Da Furen sonriendo. – Es hora de comer.
La criada Du les había ordenado al resto de sirvientes que les preparasen la comida. D Furen miró de reojo a LI Wei Yang que sonreía y avanzaba lentamente. Parecía que fueran madre e hija de verdad.
En menos de un parpadeo, ya estaban en el comedor.
Da Furen gozaba de su comida en un lugar específico; la mesa estaba en el lado occidental del salón principal y no se solía usar. Sin embargo, como estaba enferma, la mesa se había posicionado en el salón interior.
Da Furen sintió que aquella muchacha que la estaba ayudando a llegar a la mesa tenía suficiente fuerza como para partirle los huesos y no pudo evitar intentar zafarse.
–¿Qué ocurre, madre? – Sonrió Li Wei Yang.
–Nada. – Da Furen rechinó los dientes.
La criada Du les indicó a los criados que trajeran las mesas y los instrumentos para comer. Li Wei Yang revisó la habitación, notó las muchas antigüedades que le rodeaban y sonrió con la boca pequeña.
–¿Qué estás mirando, Xianzhu? – Preguntó la criada Du que vio su sonrisa.
–Pensaba en lo grande que es madre; la decoración de la casa de Lao Furen no es tan valiosa.
Da Furen había crecido en la residencia Guo Gong, y había estado al mando de la residencia Li durante muchos años, por lo que era obvio que era una mujer rica.
–¿Qué dices? Estos objetos son muy comunes; los verdaderos tesoros están en la casa de Lao Furen, pero le parecen demasiado deslumbrantes y ordenó que los apartasen.
–Oh, ya veo. – Li Wei Yang ojeó la estantería de tesoros que había no muy lejos con diversos tipos de jades, bonsái y, en especial, una pieza de jade de sebo con una flor magnolia tallada. El color de ésta era tan hermoso que daba la sensación que se te podían caer los ojos de tanto mirarlo.
Da Furen la miró con frialdad creyendo que Li Wei Yang se había sentido pequeña al contemplar su grandeza y no pudo evitar reír con disimulo. Era conocedora de los presentes que le había otorgado el palacio a esa muchacha, pero su colección era incomparable. Quería que Wei Yang fuera consciente de que su estatus y poder no eran fáciles de derrotar.
–Vamos a comer. – Bajó la vista y ordenó.
Una criada se les acercó con una tetera de bronce. Sirvió la mitad del agua caliente  mientras que otra sirvienta arremangaba a Da Furen.
–Puede que no lo sepas, pero tu Si Jie está fuera de control. – Da Furen se quejó fríamente mientras se lavaba las manos. – Se le tiene que enseñar absolutamente y si le digo cuatro cosas se le empieza a caer todo, como si la hubiese humillado. Así no es como debería comportarse una señorita de buena familia y los que no lo saben podrían pensar que la maltrato.
Li Wei Yang se limitó a sonreír aparentemente inexpresiva.
–¡Con ese comportamiento los demás pensarán que los hijos de las concubinas no pueden salir a ningún sitio! – Continuó Da Furen.
Li Wei Yang continuó sonriendo como si no supiese que Da Furen estaba encubriendo varios insultos hacia su persona.
Da Furen se frustró y la criada Du corrió a intentar calmarla.
–Furen, no se lo tenga en cuenta, Si Yiniang es la que la crió.  No ha podido aprender de usted, es normal que cometa errores.
Da Furen sonrió y levantó las manos. Una criada apareció a su lado y le secó las manos con cuidado.
–Deberíamos invitar a Momo de Palacio para que la discipline. ¿No crees, Wei Yang? – Da Furen afirmó.
–Como madre diga. – La expresión de Li Wei Yang continuaba siendo neutral.
La familia Li siempre había sido una familia de escolares y su forma de proceder era visiblemente distinta a aquellos que preferían exhibir su riqueza. Su cena no solía sobrepasar los diez platos y dos sopas aunque, por supuesto, cada plato se preparaba delicada y cautelosamente.
La criada Du echó un vistazo a Li Wei Yang para indicarle que ella debía servirle el plato a Da Furen. Li Wei Yang, que pretendió no notarlo, se quedó allí de pie.
–Wei Yang, – Da Furen se quejó disgustada. – cuando tu Dajie estaba por aquí, solía prepararme los platos en las comidas; eso es piedad filial.
Li Wei Yang parpadeó y dijo:
–Mucho me temo que pueda romper algo dada mi torpeza.  – Contestó ella.
–¡Prometo que no te guardaré rencor! – Da Furen rio fríamente.
Quería controlar su temperamento, pero cuánto más veía a Li Wei Yang, más difícil le era. Iba a utilizar su posición y poder para ir en su contra y así poder librarse del odio que habitaba en su corazón.
–Haré todo lo que pueda para servirte, madre – Li Wei Yang sonrió – ya que dices que no me lo vas a tener en cuenta.
Se acercó grácilmente, seleccionó un pedazo de pescado agridulce y lo dejó en el tazón de Da Furen. Da Furen consiguió ver el miedo y azoramiento de la cara del a muchacha y se sintió mucho mejor.
Da igual lo orgullosa que fuera esa hija de concubina, tenía que mostrar piedad por su madre delante de los demás. Si no, Li Wei Yang nunca podría debutar en Dali. ¿Por qué no se le habría ocurrido antes ordenar a esa maldita mocosa ir a su casa cada día para aprender modales y torturarla?
–Estas croquetas de arroz glutinoso fermentado está buenísimo, pruébalos madre. – Li Wei Yang sonrió y comentó algo como esto mientras su madrastra pensaba.
Recogió un tazón ardiendo y, sin soplarlo, le derramó todo su contenido encima de Da Furen. Todo el mundo se quedó a cuadros y Da Furen se sorprendió tantísimo que no tuvo tiempo para reaccionar mientras el arroz glutinoso fermentado caía sobre ella.
Era verano y su ropa era fina. Da Furen chilló lastimosamente; deseó que un rayo cayera sobre Li Wei Yang en ese preciso instante.
Li Wei Yang mostró cierta culpabilidad y se apresuró a intentar ayudar a su madrastra. Da Furen estaba tan horriblemente enfadada que no se movió, así que Li Wei Yang se tornó hacia una de las criadas que sujetaba la pila con agua y la trajo.
No está muy claro si estaba nerviosa y si lo hizo adrede, pero la muchacha cayó lanzando la pila. La criada Du se apresuró a cubrir a Da Furen mientras Li Wei Yang caía estrepitosamente al suelo con una mueca en los labios. El cubo chocó junto con Li Wei Yang que aterrizó sobre Da Furen, derribándola. La criada Du, cuya intención había sido proteger a su señora, se convirtió en un cojín humano y sus huesos se hicieron añicos.
El grito de Da Furen fue agudo y lamentable; la zona del pecho le dolía por el impacto contra Li Wei Yang.
–¡Xianzhu! ¡Levántate, rápido! – Gritó la criada Du.
Li Wei Yang se levantó, apretando las costillas de Da Furen a propósito para hacerla gritar y casi desmayarse por el dolor una vez más.
Li Wei Yang se comportó como si no tuviese fuerzas y un grupo de criadas se adelantaron para ayudarla. Se aferró al mantel de la mesa y en un abrir y cerrar de ojos, la cubertería, los platos, la loza… Todo lo que había sobre la mesa aterrizó ruidosamente en el suelo, desconcertando a todos los presentes. Da Fueren estaba cubierta de platos rotos, patéticamente.
Una de las criadas jadeó y se acercó para ayudar a Da Furen a levantarse, y Li Wei Yang le echó una mirada a Zhao Yue.
Zhao Yue pateó a la criada cuando se estaba agachando para levantar a Da Furen por lo que ambas, tanto la criada como la señora, volvieron a caer juntas chocando contra la estantería de los tesoros.
En ese preciso instante, el bonsái, los jades, los biombos, todo se volvió pedazos.
Da Furen se sentó en medio de todo aquel desastre, atónita. Todos los presentes contemplaban la escena con incredulidad.
Li Wei Yang habló acongojada.
–Madre, ya te he dicho que soy torpe, pero has insistido con que te sirva… Ah, levántate, por favor. ¡El suelo está muy frío! – Hizo ademán de acercarse a su madrastra.
–¡No me toques! ¡No me toques! ¡Ayuda! – Da Furen olvidó su dignidad y gritó como si estuviese adolorida, su gritó resonó por el techo poniéndole los pelos de punta a todo el mundo.
La criada Du se precipitó y apartó las manos de Wei Yang. ¡En un abrir y cerrar de ojos todos los tesoros de Da Furen estaban destruidos! ¡Todo roto! Los ojos de Da Furen se ensombrecieron y se desmayó.
–¡¿A qué estáis esperando?! ¡Ayudad a Da Furen y llevadla a la cama! – La criada Du gritó con todas sus fuerzas. – ¡Buscad al médico! ¡Al médico!
–Permíteme, criada Du. – Li Wei Yang sonrió.
El miedo se apoderó de las expresiones de la sirvienta.
–No hace falta que se moleste, Xianzhu. Nosotras nos encargaremos, ¡ve y descansa!
Li Wei Yang, aparentemente avergonzada, replicó:
–¿Cómo voy a irme así?
–¡Claro! ¡Xianzhu, ve y descansa, por favor! – Se apresuró a contradecir la criada Du. Esa muchacha era la estrella de la mala suerte.
Todas las sirvientes estaban demasiado ocupadas atendiendo a su señora inconsciente, por lo que la joven se marchó sonriendo totalmente sola. El sol relucía y estaba de buen humor.
–Xiaojie… – Bai Zhi empezó a hablar preocupada.
–¿Por qué estás tan asustada? – Li Wei Yang se giró para mirarla.
Después del asesinato de los baños poco conseguiría asustar ahora a Bai Zhi, pero le preocupaba que Da Furen no fuera a rendirse con tanta facilidad.
–¿Crees que me dejará irme de rositas si la sirvo como debe ser? – Preguntó Li Wei Yang sonriendo.
Bai Zhi accedió después de pensar en ello y decidió no preocuparse más.

*         *        *        *        *

Da Furen debería haberse echado atrás después de la lección, sin embargo, la criada Du apareció al día siguiente.
–Furen ha dado órdenes de que Xianzhu estará a cargo de ayudar con la comida y la medicina, porque no sería justo no permitirte a hacer algo ya que has venido expresamente a ayudar. Si xiaojie se encargará de las tareas más delicadas.
Li Wei Yang alzó la ceja. ¿De la comida? En un lugar tan importante…
–Siento molestarte, criada Du, pero dile a Da Furen que no puedo aceptar tal responsabilidad. ¿Y si madre consumiese algo malo? ¿Cómo podría dormir de noche?
–No te preocupes, te ayudaré. No permitiré que eches a perder la comida. – La criada Du le respondió risueña.
–Esto… – Li Wei Yang la miró incómoda. – No es una buena idea.
–¿Qué tiene de malo? Si Xianzhu no accede, me temo que a Furen se le ocurrirá otra idea. Si aceptas, te garantizo que le echaré un ojo, ¡nada va a salir mal!
Li Wei Yang no dijo nada, sólo sonrió.
Después del incidente de los baños, Bai Zhi confiaba en la criada Du por lo que bajó la voz y susurró:
–Xiaojie, la criada Du tiene razón.
Después de todo, Da Furen era la madre legítima, les sería difícil protegerse si se le ocurría algo más. Pero ahora que habían sobornado fácilmente a la criada Du, no tenían de qué preocuparse. La criada las ayudaría por codicia si Da Furen quería hacerles daño.
La criada Du miró a Wei Yang con cautela.
–Haré todo lo que pueda.
Li Wei Yang continuó sonriendo, sin pizca de protesta o acuerdo.
La criada suspiró tomándose su silencio como consentimiento. Le sería difícil ayudar a Da Furen si la Xianzhu seguía siendo tan terca.
–Me lo tomaré como que has accedido, Xianzhu.
La sonrisa de Li Wei Yang era algo extraña, la criada Du no supo adivinar qué parte lo era, y al final, hizo una reverencia y se marchó.
–¿Ves? ¿A qué es interesante? – Le dijo a Bai Zhi.
Bai Zhi no sabía a qué se refería Wei Yang, pero se preocupó.
–Xiaojie, seguramente la criada Du quiere que aumentemos los sobornos. Vigilaré la cocina por ti.
¿Para qué servía vigilar? Li Wei Yang se quedó callada.
–Anoche, padre se quedó en casa de Si Yiniang, ¿no?
Bai Zhi y Mo Zhu se quedaron de piedra, hasta Zhao Yue estaba confundida.
–Vamos, – Li Wei Yang sonrió. – hace unos cuantos días que no le muestro mis respetos a padre.
Bai Zhi pensó que la Xianzhu estaba comportándose de una forma muy extraña. A pesar de todo el tiempo que llevaba con ella no conseguía adivinar sus movimientos. ¿No debería estar pensando en cómo encargarse de Da Furen? ¿Por qué iba a visitar a Laoye? Laoye nunca se había preocupado con los asuntos de casa, y era especialmente tolerante con Da Furen. ¿Para qué iba a verle? A pesar de todas sus dudas, se guardó esos pensamientos en su corazón porque eligió creer en su señora.
Li Wei Yang estuvo una hora en el estudio de Li Xiao Ran y, al volver, vio al médico entrar y salir de Fu Rui.
–¿Qué ha pasado?
–La caída de Da Furen le ha provocado una fractura en las costillas. – La criada Du vio que no podría guardar el secreto.
Li Wei Yang sonrió disimuladamente; esa había sido su intención. Sin embargo, su expresión sólo mostraba aparente preocupación.
–Ay, es culpa mía por ser tan torpe. Ya he ido a admitir mis culpas ante padre y me ha regañado. ¡Me sienta muy mal ver a madre de esta manera!
En otras palabras, Li Wei Yang tenía la sartén cogida por el mango. Si Da Furen hubiese ido a quejarse, tal vez Li Xiao Ran la hubiese castigado, pero ahora que la misma Li Wei Yang había reconocido sus errores, cualquier comentario por parte de Da Furen sería añadir leña al fuego. Además, Laoye no se había preocupado por su esposa desde hacía mucho tiempo. La criada Du era consciente de esto y lo único que pudo hacer fue sonreír.
–¿Qué dices? Furen ya te ha dicho que no era culpa tuya, lo has hecho con buena intención.
Li Wei Yang sonrió con amabilidad.
–Madre es comprensiva y grácil. Iba a pagar los desperfectos, pero como ha dicho eso, no insistiré.
El rostro de la criada Du se contrajo, pero su sonrisa volvió en cuestión de segundos.
–Sí, sí. – Su corazón estaba lleno de lamentos. Si hubiese omitido esa última frase tal vez habría conseguido alguna compensación, pero ahora ya no había remedio. – Tal vez podrías pasarte por las cocinas, Xianzhu. Aunque sea por guardar las apariencias. Si xiaojie le lleva preparando sopas de paloma a la brasa a Da Furen cada día, si no haces nada…
Li Wei Yang parpadeó e hizo una mueca.
–Oh, sopa de paloma a la brasa. Sé hacerla, pero no se me da muy bien…
–No necesitas ningún cocinero, dímelo y prepararé los ingredientes. Sólo tendrás que servirla y cuando Da Furen vea lo filial que eres te perdonará sin lugar a duda.
–Qué leal me eres, criada Du. – Sonrió la muchacha.
–Xianzhu, –la criada continuó con sus elogios. – sólo tienes que seguir cuidándome y te ayudaré y te aconsejaré. Si hay algún movimiento, te avisaré.
Li Wei Yang asintió.
–Gracias. – Movió las manos, indicándole a Bai Zhi que le regalase un paquete rojo.
La criada recibió el paquete y se retiró con una sonrisa de oreja a oreja.
–Xiaojie, siempre le damos dinero, ¿cuándo va a parar esto? ¡Es una sirvienta con el corazón negro, todo lo que hace requiere pago! – Se quejó Bai Zhi.
–Un corazón comprado no es real, – Li Wei Yang sonrisa. – pero si no se la pudiese comprar sería un problema.
Bai Zhi y Mo Zhu intercambiaron miradas, incapaz de comprenderla.
–Zhao Yue, ven. Tengo una tarea para ti. – Li Wei Yang hizo una seña.
Zhao Yue se inclinó al escuchar a su señora, y Li Wei Yang le susurró al oído.
–Sí, – Los ojos de Zhao Yue relucieron. – ¡ahora mismo voy!
Bai Zhi y Mo Zhu estaban tremendamente curiosas. ¿Qué le había ordenado a Zhao Yue? Pero Li Wei Yang se negó a responderles por mucho que le insistieran.

*         *        *        *        *

Li Wei Yang no apareció por las cocinas jamás, ni siquiera sus criadas personales se llegaron a pasar nunca. La única verdaderamente dedicada en el cuidado de Da Furen era Si xiaojie, LI Chang Xiao, que preparaba sopas y medicinas personalmente día y noche. Al cabo de un tiempo, por Fu Rui empezaron a circular rumores de que Si xiaojie se comportaba como debía hacerlo una hija de verdad, mientras que Li Wei Yang abusaba de su estatus como Xianzhu. La San xiaojie no estaba al lado de su madre y tampoco le había llevado ni un solo tazón de medicina. Para una sociedad construida a partir de la piedad filial, semejante cotilleo era muy poderoso; da igual lo malvada que fuera Da Furen, no dejaba de ser su madre legítima. La actitud gélida de Li Wei Yang iba a afectar a su reputación gravemente.
Cuando Bai Zhi y Mo Zhu lo escucharon, se pusieron nerviosas e intentaron disuadir a la joven.
–Xiaojie, será mejor que visites a Da Furen un rato.
–Sí, aunque sea un poquito, lo mejor sería que fueras.
–Además, Si xiaojie podría enseñarte a preparar medicina y sopas. No tienes que hacer nada, yo te ayudaré.
–Sí, sí, todo el mundo dice que Si xiaojie es filial y que tú eres… – Se había extendido el terrible cotilleo de que su madre legítima estaba enferma pero que ella se negaba a darle medicina.
Li Wei Yang, que estaba leyendo, comprendía que las quejas de esas criadas venían porque les importaba, sin embargo, no se puso nerviosa y se limitó a preguntar a Zhao Yue:
–¿Ya has acabado tu tarea?
–Sí, xiaojie. Acabada.
–Vamos. – Li Wei Yang hizo una mueca y se levantó.
Bai Zhi y Mo Zhu se sorprendieron.
–¿Dónde vamos?

En las cocinas había unas siete u ocho criadas haciendo sus tareas y corrieron a saludar a li Wei Yang cuando la vieron entrar.
Li Wei Yang era todo sonrisas.
–He enviado a alguien para dar las órdenes, ¿ya están los ingredientes?
Una criada astuta respondió:
–Sí, Xianzhu. Lo hemos preparado todo, ahora me pongo a ello. Hay mucho humo, adelántese, Xianzhu. Le llevaré la sopa cuando esté lista.
–No hace falta, que mis criadas lo hagan. Marchaos.
Unas pocas criadas se miraron entre ellas, con una expresión incómoda.
–¿Qué pasa? – Li Wei Yang alzó una ceja. – ¿Desobedecéis mis órdenes?
Las criadas no se atrevieron a decir nada más y se marcharon obedientemente.
–Bai Zhi, hierve la sopa. – Li Wei Yang sonrió y ordenó.
–Sí. – Bai Zhi depositó la paloma en la cazuela, añadió agua, ginseng y empezó a hervirlo. Abanicó el fuego y suspiró. – Xiaojie tiene razón, algo malo pasaría si se dejase trabajar a esas criadas. Será mejor que lo hagamos nosotras.
Li Wei Yang no dijo nada, se limitó a sonreír.
Mo Zhu dio un paso adelante para ayudar a Bai Zhi y, entre las dos, la sopa tardó mucho menos, sólo dos horas.
Bai Zhi sirvió la sopa en un tazón hondo de Loto, lo dejó en una bandeja y sonrió.
–Todo listo, xiaojie.
Li Wei Yang se volvió hacia Zhao Yue y cuando sus miradas se encontraron, la criada asintió. La sonrisa de Li Wei Yang se amplió.
La criada Du había recibido noticias mucho antes y esperaba a Li Wei Yang cerca de la puerta. Unas cuantas horas antes, las criadas le habían dicho que Li Wei Yang había entrado en la cocina y que todavía no había salido. La criada Du había enviado a alguien para espiar, pero San xiaojie tenía a una criada bien entrenada que no permitió que su espía se acercase. La mujer estaba nerviosamente esperándola como una hormiga encima del horno, sin embargo, Li Wei Yang se acercó con toda la calma seguida de sus dos criadas.
–Criada Du, ¿qué haces aquí fuera?
–Xianzhu, – la sonrisa de la criada Du se agrandó. – Laoye ha venido a visitar a Da Furen y se queda a cenar. ¡Está dentro!
¿Li Xiao Ran estaba ahí? Li Wei Yang parpadeó con una sonrisa sorprendida.
–Qué día tan especial.
Padre no había puesto ni un solo pie en los aposentos de Da Furen desde hacía meses.
–Entra, Xianzhu. – La criada Du le ofreció una sonrisa.
Li Wei Yang miró a Bai Zhi, que estaba detrás de ella. La joven criada, que llevaba la bandeja con la comida, bajó la vista y la siguió hasta la entrada.
Li Xiao Ran estaba sentado en la mesa con una Da Furen algo pálida. Los ojos de su madrastra estaban rodeados por círculos negros y tenía los labios rojos. Era obvio que el rojo de sus labios era maquillaje. Si Yiniang iba vestida de verde claro, destacando detrás de Li Xiao Ran, y con los ojos gachos por obediencia. Li Chang Xiao estaba de pie, sirviéndole los platos a sus padres. No era necesario que desempeñase esas funciones por protocolo, pero no le quedó de otra. Para que demostrar el mayor de los respetos y aguantar por Li Chang Xi.
–Padre, madre. – Li Wei Yang sonrió con la boca chata cortésmente.
Los músculos faciales de Da Furen se tensaron al ver a Li Wei Yang, pero se controló e intentó mostrar una sonrisa amable. No obstante, no se percató que aquella presunta sonrisa parecía una amenaza.
–Wei Yang, ¿no ibas a cenar en tu alcoba? ¿Por qué has venido?
Le preguntaba algo obvio, ella era quien le había pedido que le llevase la sopa. Li Wei Yang no mostró ninguna expresión.
–He traído sopa de paloma para los dos. La he hervido durante mucho tiempo y lleva huangling, danggui, duzhong y otras hierbas chinas para mejorar la salud. Disfrútala, madre.
Da Furen sonrió y asintió.
–Mmm, eres muy filial.
Li Wei Yang se limitó a sonreír amigablemente. Una criada apareció para servir la comida y cogió el tazón de sopa de la caja. El vapor del bol emanaba una fragancia exquisita.
–Ven, dejadme probarlo. Veamos qué tal es la cocina de Wei Yang.
Li Chang Xiao les sirvió una porción de sopa en los tazones con gravados de lotos para Da Furen y Li Xiao Ran, y se los entregó con cautela.
–Han sido unos días duros para ti. – Li Xiao Ran se dio la vuelta y miró a Si Yiniang.
–No tengo quejas, la buena salud de Furen es una bendición. – Contestó Si Yiniang.
Los ojos de Li Chang Xiao enrojecieron involuntariamente al pensar cómo su madrastra la había estado tratando como a una esclava, pero no pudo pronunciar ni media queja, sino se vería como una falta de respeto. Se sentía terriblemente desdichada y agraviada, y levantó la vista para buscar consuelo mutuo en Wei Yang. Sin embargo, Li Wei Yang continuaba con la mirada fija en los tazones de sopa, sin prestarle la más mínima atención.
Li Wei Yang observó como Da Furen llenaba una cuchara diligentemente y se la acercaba a los labios, pero cuando iba a tragársela, la criada Du de repente fue corriendo, cogió el tazón y lo tiró.
Todo el mundo se sorprendió y se quedó desconcertado.
–¡¿Te has vuelto loca?! – Da Furen estaba furiosa y gritó.
La criada Du se puso de rodillas y se lamentó.
–¡Furen, he hecho mal!
Los ojos de Da Furen ocultaron su triunfo con su leve enfado, las esquinas de sus labios temblaron con anticipación.
–¡Qué te pasa, criada Du! – El rostro de Li Xiao Ran empeoró. – ¡¿Has perdido la cabeza?!
La criada Du se lamentó.
–Furen, al principio no iba a decir nada, ¡pero no me queda de otra!
Todo el mundo estaba fuera de sí, no sabían por qué la criada Du había roto a llorar como si estuviese muy acongojada.
Li Wei Yang habló tranquilamente.
–Criada Du, padre y madre están comiendo, aunque tengas algo que informar no deberías molestarles. ¿No deberías saber ya las normas después de haber seguido a madre durante tanto tiempo?
La criada Du retrocedió, levantó la cabeza y miró a LI Wei Yang con odio y enfado, lo que contrastaba con la actitud respetuosa que solía mostrar.
Bai Zhi, perpleja, sintió cierta incomodidad, como si fuera a pasar algo malo.
Tenía razón.
–Xianzhu. – gritó la criada Du. – ¿ahora te sientes culpable? ¿Temes que admita tus malas hazañas? Debo haber estado ciega y tonta para haberte hecho caso. ¡Ahora me he dado cuenta de mi error, y aunque tenga que morir, no dejaré que tu plan maquiavélico tenga éxito!
Bai Zhi avanzó rápidamente.
–¡Qué tonterías dices!
Li Wei Yang le indicó que se alejase, riendo fríamente delante de todos los presentes.
–Déjala continuar.
–Laoye, Furen, hay algo en esa sopa. SI Furen la bebiese se derrumbaría de inmediato.
Los que estaban allí miraron a la criada Du sin terminar de comprender, ni si quiera LI Xiao Ran daba crédito a sus oídos.
–¿Sabes lo que estás diciendo? – Replicó Da Furen rápidamente.
La criada se quedó callada, con la cabeza gacha y con la frente en el suelo.
–¡He hecho mal! ¡He hecho mal! ¡Perdóname, Furen!
Da Furen frunció el ceño.
–Si sabes que has hecho mal, cuéntanos toda la verdad. ¿Cómo esperas que te creyamos si sólo nos has contado la mitad? ¿Quieres que el verdadero culpable escape del juicio?
La criada Du no dejó de temblar. Alzó la cabeza lentamente para mirar a su señora y repasó a todos los presentes.
–¡Sí! Lo contaré todo. La criada de Xianzhu ha ordenado que le pongan medicina a la sopa. Yo lo sabía, pero Xianzhu me ofreció quinientos taeles de oro y, en un momento de debilidad, me tentó, así que accedí a quedarme callada. – La criada Du rompió a llorar.
La expresión de Li Xiao Ran empeoró y dio un golpe en la mesa con el puño.
–¡Deja de decir tonterías!
La criada Du estaba empapada de lágrimas y mocos.
–No me atrevería a mentir, si Laoye no me cree, ¡compruebe la sopa!
–¡Tomad, comprobad la sopa! – Li Xaio Ran ordenó a sus criados con firmeza.
Li Wei Yang estudió a la criada Du con una sonrisa helada en su corazón; el momento había llegado. Al principio le sacó el pasado para hacerla pensar que la había conseguido comprar, entonces, utilizó el incidente del baño y a Wu xiaojie para ganarse su confianza, todo para este momento.
En cuanto la criada hundió la aguja de plata en el bol de Li Xiao Ran, se volvió negra. La expresión de Li Xiao Ran se ensombreció todavía más y, detrás de él, Si Yiniang exclamó:
–¡Oh! ¡Dios, está envenenada de verdad!
Li Wei Yang se sumió en sus cavilaciones, nadie había tocado el tazón en todo aquel rato, a no ser que… Miró el tazón. Sí, Da Furen había saboteado el tazón. Cualquiera que comprobase la sopa pensaría que el veneno venía de fuera, no de una de las pertenencias de Da Furen. Nadie se imaginaría que Da Furen utilizaría algo así para acusar a Li Wei Yang.
–¡Y no he tocado el oro! – Gritó la criada Du. – ¡No he tocado ni un céntimo del oro con el que me sobornó! ¡Lo tengo escondido debajo de mi cama! ¡Laoye, Furen podéis mirarlo, mi sueldo es limitado así que, a no ser que Xianzhu me lo haya dado, es imposible que yo pueda tener tanto!
Todos hasta el momento se creían a la criada que tenía tanto testigos, como pruebas físicas.



[1] “Fu Ma” es el título del marido de una princesa.

You Might Also Like

2 comentarios

  1. Gracias por el capp,.... una consulta , ya no continuaran con uchi no musume, me falta mi dosis de latina en mi vida

    ResponderEliminar
  2. Gracias por el capitulazo estuvo genial n_n

    ResponderEliminar

Popular Posts

Like us on Facebook

Flickr Images