Capítulo 77

febrero 27, 2018


Así, me tumbo de lado y observo las cortinas negras que tengo delante. Soy consciente de que ocultan una ventana, así que intento encontrar un hueco, pero no hay ninguno. No entra ni un solo rayo de luz.
Giro la cabeza lentamente y repaso mi entorno, lo único que ilumina la estancia es una lámpara a la que temo. Temo que se apague de repente y me deje solo en la oscuridad.
La oscuridad que me rodea empieza a moverse de repente, me empuja, me rompe los huesos y me llena el abdomen.
Siento una oleada de dolor seguida de otra más, levanto la cabeza y veo que Ye CanSheng continúa atormentándome.
Y justo entonces, grito.
No sé de donde saco la fuerza, pero de alguna forma me retiro. Estoy muerto de miedo y él se detiene y saca su miembro aún erecto de mi cuerpo.
Veo cómo se me acerca y me aferro a todo lo que hay y me hago una bola.
‒Para, Ye CanSheng, no quiero. De verdad que no quiero… Déjame, déjame, te lo ruego…
Mis sollozos ahogan mi respiración: justo en este momento, me rompo.
Ye CanSheng me coge las manos y los pies ignorando mis suplicas, y entierra su vigor en mí otra vez. Yo, por mi parte, chillo como si me hubieran quemado.
Mi pierna izquierda se balancea de un lado al otro y sangra.
La sangre gotea sobre mi cara y se mezcla con la escena de la noche. Con la mente en tensión, observó mi pie; mis vendas de la cabeza vuelven a aflojarse y sangre una vez más.
Me desvanezco en la locura…
Mi interior canta una canción de luto por mi vida y, una vez más, me asalta el dolor.
Ye CanSheng lame mis lágrimas mezcladas con sangre. Desorbito los ojos y chillo en silencio, sin decir nada.
Esta noche me abraza, me encadena y me encierra.
Esta noche me quedo despierto hasta que llega la mañana.

A la mañana siguiente Ye CanSheng me besa los labios secos y me dice:
‒Buenos días, YunSheng.
Yo no contesto, sólo le miro como perdido.
‒YunSheng, dame los buenos días. ‒ me gira la cara para que le conteste. ‒ YunSheng, dame los buenos días.
Entonces se enfada. Mucho. Me sacude el cuerpo furioso, pero yo me limito a mirarle en silencio. Después me pega, bramando: “¡Contéstame!”.
Sé que me está pegando porque me duele mucho y porque noto el sabor de la sangre.
‒Joven Amo, ‒ XiYan entra en la habitación. ‒ YunSheng se ha… vuelto loco.
Veo como el puño de Ye CanSheng aterriza sobre XiYan y yo vuelvo a llorar.

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1 comentarios

  1. gracias por la traducción esto de esta calentando ya quiero ver como se desenvuelve

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