Nueve, tiene nueve cojines pijos en la cama

Y tenemos toallas que no deja que nadie use.

No, no la entiendo.

Llora, siempre llora con los finales felices de la TV.

Llora incluso en los anuncios del medio.

No, no la entiendo.

Me parece tan fácil entenderla como a un misterio.

Tiene un armario lleno de nada que ponerse,

Tiene muchos zapatos, pero necesita otro par.

Cuando empieza a hablar,

Dios, no se le puede parar.

Es todo lo que no sabía que necesitaba,

La pareja perfecta, la pieza que me faltaba.

Puede que no la entienda,

Pero gracias a Dios que la tengo.

Bien, cuando dice que está bien

Es cuando no lo está.

Y tiene razón

Cuando los dos sabemos que no podría estar más equivocada.

No, no la entiendo,

Pero sonrió porque siempre

Podré ver esos enormes ojos marrones.

¿Sabes? Ella podría haberse quedado con otros 1.000.000 tíos,

Pero de alguna forma la he conseguido yo.

Tiene un armario lleno de nada que ponerse,

Tiene muchos zapatos, pero necesita otro par.

Cuando empieza a hablar,

Dios, no se le puede parar.

Es todo lo que no sabía que necesitaba,

La pareja perfecta, la pieza que me faltaba.

Puede que no la entienda,

Pero gracias a Dios que la tengo.

Aunque no la entiendo,

Gracias a Dios que la tengo.

Sé que me hace un hombre mejor,

Tiene una forma de cambiarlo todo

Sólo con su tacto o su beso.

Y no sé lo qué haría si la perdiese.

Es todo lo que no sabía que necesitaba,

La pareja perfecta, la pieza que me faltaba.

Puede que no la entienda,

Pero, ¿sabes? La quiero.

Puede que no la entienda,

Pero gracias a Dios que la tengo.

Nueve, tiene nueve cojines pijos en la cama,

Pero gracias a Dios que la tengo.