Capítulo 78
marzo 07, 2018
‒¿Que se ha vuelto loco? ¡¿Cómo puede ser?! ¡¿Cómo puede ser?!
Ye CanSheng me sacude por los hombros, mirándome con intensidad. No cree que me haya vuelto loco.
XiYan se levanta y se limpia la sangre de la esquina del labio en silencio. Yo le miro. No termino de entender por qué él… Acaba de mentir por mí…
No, en realidad lo sé. Estoy completamente seguro de que no estoy loco. Sólo estoy cansado y un poco triste…
XiYan recoge lo que hay por ahí escampado y, ojeroso, me echa un vistazo que me es imposible descifrar.
‒¿Quién soy, YunSheng? ‒ Parece aturdido.
Miro de soslayo al hombre que sigue aferrándose a mis hombros. Ese pelo y esos ojos negros sólo pueden ser de mi Ye CanSheng, pero me callo, porque ahora estoy loco: Ye CanSheng me ha vuelto loco.
‒¡Respóndeme! ¿Quién soy?
No estoy seguro de si lo que está sintiendo es ira o confusión. Nos miramos en silencio. Casi puedo ver mi reflejo: agotado y pálido. La imagen que veo en sus ojos es de un hombre encerrado en una habitación oscura, carente de vida, roto y vacío… Y llora. Muevo las manos para tocarme la cara y pregunto:
‒¿Quién eres…?
Él me coge la mano pegajosa por las lágrimas, su expresión me asusta. Su respiración se vuelve pesada y más dura. CanSheng está terriblemente enfadado porque no le reconozco. Me clava los dedos hasta calarme los huesos y yo frunzo el ceño, porque no existe humano capaz de acostumbrarse al dolor.
‒¡Soy tu Ye CanSheng! ‒ Grita.
Y procede a morderme los labios que ya sangran por su culpa.
Me aparta la manta y siento emerger mi agonía acompañada del sonido de las cadenas. Tengo el cuerpo helado y estoy totalmente desnudo.
Se me nubla y distorsiona la razón…
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