Capítulo 21: La conversación sobre el trabajo

agosto 06, 2016

La historia de cuando se supo que Rita estaba embarazada fue, aproximadamente, cuando Latina llevaba un año y medio yendo a la escuela. Las palabras para romper el hielo y de felicitación de Dale fueron:
-Si van a haber más niños, entonces… ¿No sería mejor que yo y Latina nos fuéramos de aquí?
El buen hombre sólo lo dijo por el bien del dueño de la posada pero la pareja contestó:
-Ah, no nos importa si te vas pero Latina se queda.
-Cierto. Quiero que Latina se quede aunque no me importa dónde te vayas tú.
Fue una respuesta unánime.
-¿Qué?
-Bueno, ya ves.
-Ah. Desde ahora con el embarazo y la crianza, Rita tendrá poco tiempo para estar por la tienda, y sin Latina no podremos hacerla funcionar. Puede que también le pida ayuda a mis padres.-Le dijo Kenneth sin rodeos a Dale.
-Chicos… ¿De verdad vais a hacer trabajar tanto a Latina?
-Qué grosero. Si hasta le pagamos bien.
-¿Qué?
La declaración de Kenneth le vino de nuevo. Por lo que Kenneth le murmuró a un Dale atónito:
“Hablando de eso, nunca te lo había dicho.”
-Latina está contratada legalmente. Es nuestra empleada, ¿sabes? Aunque como es una niña y no puede trabajar de noche, su paga es más baja, pero consigue una buena suma de dinero.-Dijo sacando pecho.
-¿Eh? Pero yo nunca he visto a Latina con tanto dinero.
Sin que le importase como Dale temblaba un poco, Kenneth le soltó sin más.
-¿Eso no es porque lo ingresa en su cuenta bancaria?

El principio de todo esto es de hacía medio año atrás.
Latina que como siempre, trotaba junto a Kenneth, parecía algo preocupada.
-¿Qué te pasa? ¿Ha ocurrido algo?
Latina empezó a hablarle a Kenneth como si fuera algo difícil de contar.
-Bueno, bueno… Latina… Tengo una petición. ¿Pasa algo?
-No sabremos si pasa algo o no hasta que la digas.-Incitó Kenneth perplejo.
-Bueno… Latina quiere dinero, pero…
-¿Dinero? ¿Quieres alguna cosa? ¿Por qué no se lo pides a Dale?
Ante la interrogación de Kenneth, Latina puso una expresión de preocupación.
-Dale, sí… Le da a Latina varias cosas. Si se lo pido, me comprará muchas cosas. Si le pido dinero, me dará mucho, creo… Pero, creo que me preguntará para qué lo quiero.
-Bueno, seguramente… Seguro que quieres muchas cosas, ¿no? ¿Qué ha pasado?
-Latina quiere su propio dinero.
Latina se iba por las ramas algo preocupada pues no estaba acostumbrada a pedir favores. Hasta entonces, la niña no había sido nunca egoísta ni irrazonable.
Si era una petición de Latina, Kenneth, mientras no fuese demasiado ridícula, también quería escucharla. Sin embargo, también tenía unos sentimientos de dudas sobre si estaba bien ocultarle los asuntos de dinero a su tutor. Por eso, no le dijo que sí de inmediato.
-Dale siempre le regala muchas cosas a Latina pero… Latina no puede darle nada a cambio…
Y así, la niña dijo el motivo.
-Mmm… Ah… Hablando de eso… El cumpleaños de Dale será pronto, ¿no?
-Sí. Latina hacerle un regalo.-Miró a Kenneth con una pequeña sonrisa avergonzada.
-Esto es un secreto para Dale, ¿eh?
-¿Si lo hiciéramos en secreto me pregunto si Dale tendría una sorpresa y estaría feliz? Si puedo conseguirlo me hará feliz. ¿No pasa nada?
Inclinar la cabeza era un hábito suyo, pero al menos, era adorable.
-Ahora mismo, Latina… Mientras te enseño a cocinar, también nos estás ayudando, ¿no?
-Sí.
-Pues… Si no nos “ayudas” sino que te esfuerzas en “trabajar”, entonces, te podré dar un sueldo. ¿Qué te parece?
-¿Pero Latina es una niña…? ¿No pasa nada?
Latina inclinó la cabeza ante la sugerencia de Kenneth. El hecho de que inmediatamente tuvo una duda como esa era una prueba de lo lista que era.
-Supongo que todavía eres un poco joven. La pauta dice que se debe empezar el aprendizaje como asistente después de acabar los estudios obligatorios, y supongo, que los más buenos se van a escuelas de educación no obligatoria a continuar sus estudios.
-Si son aprendices pueden trabajar, ¿no?
Latina asintió varias veces para sí misma.
-¿Latina, quieres seguir estudiando después de la educación obligatoria?
Kenneth había estado escuchado a Dale presumir de su hija, sobre lo excelente que era. Era visible con sólo echarle un vistazo a Latina que también destacaba en los estudios.
-Sabes… Latina es de la raza demonio.
-Eso es cierto.
-Como mis clases son divertidas, cuando pensaba en ser mayor, pensé en muchas cosas que me gustaría hacer, ¿no?
Con esas palabras Kenneth entendió que estaba transigiendo su propia esperanza de vida a su propia manera.
-Ahora mismo, Latina quiere aprender mucho de Kenneth, ¿no? Para poder cocinar cosas buenísimas como lo que hace Kenneth. Esa es mi meta, ¿sabes?
-En ese caso… Yo también tendré que esforzarme.
-¿Eh? ¿Kenneth también?
-Ah… Para que la meta de Latina valga la pena, yo también me voy a esforzar.
Latina infló las mejillas tras pensar un poquito en las palabras de Kenneth.
-Si Kenneth se esfuerza entonces, a Latina le costará llegar a tu nivel.
A pesar de eso,  Kenneth le sonrió alegremente a su pequeña discípula que jamás diría “me rindo” o “es imposible”.

-Después de eso, ¿Latina no te dio un regalo para tu cumpleaños? Estaba seguro de que te darías cuenta por eso.
-Latina me cosió un monedero… Ahora que lo dices, los materiales, el hilo y la pedrería no eran baratos, eran bastante caros.
Estaba un poco mal hecho pero la niña había cosido la bolsita poco a poco. El diseño hecho con pedrería vívida estaba lleno de los deseos de la pequeña por proteger.
-Me fue imposible no emocionarme.
-Ya veo… Así es como eres.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Por cierto, hasta el delantal que estoy usando ahora mismo es un regalo de Latina.
-Bueno, ya pensaba que estabas usando algo demasiado adorable…
El color principal del delantal era negro pero, “El Ocelote” estaba escrito con pedrería hasta la esquina. Sin embargo, era notable que la niña tenía habilidades increíbles con la costura.
Kenneth inspiró fuertemente y continuó:
-Mmm… Bueno, pues desde entonces le he estado pagando a Latina. Cuando le pregunté para qué lo quería, ella me respondió con un: “estoy ahorrando para algo porque todo el mundo lo tiene”, y entonces, me llevó al templo del Dios Azul, Azraq.
-Entonces, Latina ya tiene ahorros, eh.
-Ah…
Azraq es el Dios del comercio y el dinero. En su templo se podía cambiar tus monedas por las de cualquier otro país, se podía guardar y sacar dinero… En otras palabras, era el banco.
Entre los que tenían la protección divina de Azraq, había muchos con el poder de “distinguir a las personas”. Era casi imposible que otra persona pudiese pretender ser alguien que no es y robar la cuenta bancaria de otra persona.
En el templo de Azraq, habían estructuras que organizaban los activos de la gente que se llamaban: “cajas fuertes”. En esas estructuras se podía guardar el dinero y grandes cantidades de metales preciosos; básicamente, era algo que en los bancos se usaba como almacén. Y además los negocios, el templo tenía un ejército privado.
-Latina es muy lista. Me preguntó que para qué se guardaba el dinero en el templo.
-Hablando de eso, en realidad, nunca le he contado la historia de los templos.
A pesar de que Dale asentía como si estuviese convencido, Kenneth opinaba lo mismo.
-Eso parecía, así que se la expliqué yo. Todo eso de los que tienen protección divina y que estos que la tienen no pueden promulgar una conducta injusta cuando se trata de sus deberes profesionales.
-Pueden ser injustos. Aunque si se les descubre y se quejan de ellos, entonces recibirían un castigo. Y aunque sólo hayan sido injustos una vez, se les quitará la protección divina.
La razón por la que los templos tienen negocios tan grandes es porque los dioses protegen con fuerza sus territorios. Ni siquiera los ciudadanos piensan que toda la gente que trabaja en los templos es benevolentes. Sin embargo, creen en la autoridad de los dioses.
Los Dioses protegen a la gente de sus territorios y no perdonan a los criminales. Básicamente, protegen dando su divina protección, pero, la protección divina podría perderse si violan sus deberes profesionales.
Poniendo a Azraq como ejemplo. Azraq no juzgará a sus apóstoles por conductas criminales como el asesinato, la violación, etc. Sin embargo, las conductas como malversación de fondos, robo y demás no las perdona.
Ahí no había compasión ninguna.
Sólo aquellos con protección divina pueden ser sacerdotes. En otras palabras, perder tu protección divina es lo mismo que ser echado del templo.
Dicho de otra manera, mientras sea algo referente a su deber profesional, se puede decir que los sacerdotes que tienen la protección divina son existencias más confiables que el resto.
El juicio que Dale había llevado a cabo anteriormente, sólo lo podían hacer aquellos sacerdotes de alto rango.
Lo que el Dios amarillo, Asfar, le pedía  a sus apóstoles era guiar aquellos que piden conocimiento, además de guiar a aquellos que hayan perdido su camino. Abusar verbalmente de una niñita que se tomaba los estudios en serio era algo que Asfar no podía perdonar.
A pesar de que era el apóstol de otro Dios, todos asentían ante las palabras de Dale, que tenía la posición de sacerdote de alto rango.
-Y… Kenneth, ¿cuánto ha ahorrado Latina hasta ahora?
-Sólo ha pasado medio año… Sin embargo, tratándose de esa niña, si sigue así, sería capaz de prepararse su propia dote, ¿no?
-¡No digas cosas así ni aunque sea un ejemplo! ¡No pienso regalar a mi hija ni como novia!
Dale gritaba eso totalmente serio con los ojos ligeramente llorosos.

Nota de la traductora:
En el original, el título de cada capítulo tiene delante algo así como: “de una niñita”, pero a partir de este capítulo la autora ha cambiado un poco y en vez de poner: “de una niñita”, ha puesto “de una jovencita”, para mostrar que Latina está creciendo.
¡Además, Latina cada vez usa más kanjis en sus conversaciones!

You Might Also Like

0 comentarios

Popular Posts

Like us on Facebook

Flickr Images