Capítulo 5: Los cerdos se han escapado

septiembre 29, 2016

La señora Liu tuvo que reposar en cama siete días. Durante esos siete días, Zhou Lan Xiu siguió regañándola con palabras, pero nadie le puso un dedo encima a Li Wei Yang. Así, esos siete días, pasaron tranquilamente. Jutno con la ayuda de la señora Ma, pudo comer hasta la saciedad.
Al ver que Li Wei Yang había terminado la colada, Zhou Lan Xiu caminó hacia ella y le dio un cubo lleno de comida para cerdos.
-¡Ves a darles de comer a los cerdos!
En los pueblos rurales, alimentar a los cerdos se consideraba una gran responsabilidad. Normalmente, la señora Liu no dejaba que otros se encargasen de esa tarea a parte de Zhou Lan Xiu. Como la señora Liu no estaba presente en ese momento, Zhou Lan Xiu le pasó la responsabilidad a Wei Yang de inmediato.
Li Wei Yang sonrió felizmente y dijo:
-¡Sí, Lan Xiu Jiejie!
Li Wei Yang recibió el cubo lleno de comida para cerdos con una expresión encantada, sonriendo de oreja a oreja, y lo cargó hasta la pocilga.
Los Zhou criaban un total de ocho cerdos. Con una mueca, Wei Yang miró al montón de cerdos. Entonces, tiró un poco de pienso y lo tiró al suelo. Instantáneamente, los cerdos se lanzaron a la comida y lucharon entre ellos para conseguirla. Li Wei Yang observó cómo se empujaban y tiraban los unos de los otros, cada uno de ellos querían un bocado e inmediatamente, se le ocurrió una idea interesante. Inspeccionó sus alrededores, dejó el cubo de pienso en la pocilga, abrió las puertas y liberó a los cerdos. Los ocho cerdos que habían estado encerrados en la pequeña pocilga durante mucho tiempo, de repente, consiguieron la libertad conforme corrían a toda velocidad.
Li Wei Yang se hizo a un lado para evitar la estampida. Sonrió sutilmente al ver que los cerdos habían escapado. Después de eso, recogió el cubo lleno de pienso y se marchó por la puerta trasera. Dio un rodeo hacia el pozo que más usaban los pueblerinos y, allí, tiró la comida de cerda. Li Wei Yang sonrió dulcemente mientras miraba cómo salpicaba el agua.
Unas pocas personas pasaron por su lado, pero Wei Yang no les habló. La miraron extrañados, la observaron un poco y entonces, se fueron. Li Wei Yang miró la luz del día unos instantes. Entonces, decidió sentarse en el suelo. Cruzó las piernas y miró la entrada del pueblo allá en la distancia.
Después de esperar una hora y media, vio a Wang xiansheng[1]y al alcalde caminar lentamente hacia ella. Estaba feliz.
En el caso que alguien quisiera volver al pueblo, esa persona, tenía que pasar por el lado del pozo. En un principio, quería esperar a que el alcalde pasase, pero, inesperadamente también estaba Wang xiansheng.
Wang xiansheng era el único erudito del pueblo. A pesar de haber suspendido los exámenes muchas veces, era, sin embargo, el único en el pueblo que no era analfabeto y leía libros. Además, lo que más disfrutaba era razonas, asesorar los problemas de otra gente, hacer justicia y ganarse una buena reputación.
Li Wei Yang se puso en pie acto seguido. Mientras se frotaba los ojos toscamente, también miraba el pozo con una expresión aterrorizada, nerviosa.
El alcalde pasó por su lado y la miró con sospecha.
-Li guniang[2], ¿qué haces aquí?
El alcalde preguntó por educación, pero, súbitamente, Li Wei Yang levantó la cabeza mostrando su preocupación y tristeza, y dijo:
-Lan Xiu jiejie me ha dicho que les dé de comer a los cerdos. No he tenido cuidado y he sido torpe, y sin querer, se me ha caído la comida de los cerdos al pozo. ¿Qué voy a hacer…? ¿Qué voy a hacer…? ¡Esta noche me pegarán hasta matarme!
El alcalde estaba horrorizado.
-¿Qué? ¿Qué has hecho?
Li Wei Yang exhibió una expresión llena de confusión y miedo. Entonces, rompió a llorar. Cuando los ajenos al asunto lo vieron, sintieron simpatía.
-¡¿Qué voy a hacer…?! ¡¿Qué voy a hacer…?! Me van a pegar de lo lindo. ¡Me van a pegar hasta matarme! ¡No me atrevo a volver… así que a lo mejor debería saltar al pozo!-Dicho esto, se subió al pozo como si realmente tuviese intención de saltar.
El alcalde entró en pánico, pensando que si alguien se suicidase en el pozo entonces, el resto de pueblerinos no podrían volver a beber de allí. Apresuró el paso y la agarró con fuerza.
-¡Te lo pido mil veces por favor, no lo hagas! ¡Vamos a hablarlo bien!
Wang xiansheng observó el panorama un buen rato. Se acarició la barba y preguntó:
-¿Cómo puede ser esto? Según lo que he oído, vives en su casa, pero a ellos, cada mes, se les da dinero para tus gastos. ¿Cómo te pueden obligar a darles de comer a los cerdos?
Li Wei Yang usó las mangas de su ropa para secarse la cara, tenía un aspecto muy lamentable.
-Antes, mi familia enviaba diez monedas de plata cada mes, pero estos últimos cinco años han dejado de hacerlo…
-¡¿Qué?! ¡¿Diez monedas de plata cada mes?!-Wang ziansheng dio un brinco de la sorpresa. Él daba clases a los del pueblo pero, ni un solo alumno era capaz de pagar siquiera de pagar dos monedas de plata. Respiró pesadamente y miró a Li Wei Yang pensando en lo ambiciosos que eran los Zhou.
Diez monedas de plata mensuales durante cinco años, lo que significa que en todos estos años habían conseguido seiscientas monedas de plata. ¿Cuánto costaba criar a una niñita? ¡Ni criándola el resto de su vida necesitarían tanto dinero! Y aun así, la trataban como a una criada a la que podían obligar a hacer lo que quisieran. ¡Qué irrazonable! Arrugó el ceño lleno de indignación por la injusticia.
-¡Vamos! ¡Necesitamos una explicación clara de los Zhou!
El alcalde también pensaba que los Zhou se habían pasado de la raya. Siguió de cerca los pasos del respetado escolar que ya se había adelantado sin olvidarse de Li Wei Yang.
-¡Venga, no llores!
Li Wei Yang se secó las lágrimas de cocodrilo y se apresuró a seguirles.
Justo en ese momento escuchó una extraña risa sarcástica. Se paró y estiró el cuello pero no consiguió ver a nadie. ¿A lo mejor había escuchado mal? Li Wei Yang frunció el ceño. Escuchó al alcalde llamándola, una vez más, miró a su alrededor y asegurándose de que no había nadie por allí, empezó a andar otra vez.
Lo más seguro es que estuviese oyendo cosas.
En cuanto puso un pie en la puerta, Wang ziansheng gritó:
-¡Zhou Qing! ¡Date prisa y sal! ¿Cómo dejáis que una señorita de la Capital le dé de comer a los cerdos? ¡No es vuestra criada!
Zhou Qing salió corriendo de su cuarto, estupefacto al presenciar tal escena.
El alcalde dijo:
-Es cierto, vive en vuestra casa, pero os ha dado muchísimas monedas de plata. ¡No deberíais quitarle el dinero y molestarla obligándola a hacer tan arduas tareas!
Justo entonces, la señora Ma y Lan Xiu salieron mirando a Li Wei Yang con gran sorpresa.
Li Wei Yang dijo lamentablemente:
-Querido alcalde, soy yo la que quiso ayudar a Lan Xiu jiejie. No la culpes. ¡No me ha obligado a hacer nada! Es culpa mía. Al principio pensé que el cubo estaba demasiado sucio y que no debería dejar que los cerdos comieran comida en mal estado, por eso fui a limpiarlo. Al final, no tuve ningún cuidado y se me cayó toda la comida al pozo. ¡Es culpa mía! ¡Soy tan torpe que ni siquiera puedo hacer una tarea tan sencilla!
El alcalde miró a Zhou Qing y dijo:
-Eres tan… ¡De repente, vas y le dices que le dé de comer a los cerdos, pero es una señorita de la Capital, no tiene ni idea de cómo hacer este tipo de cosas! Sin decir que vive en tu casa pero que ya te ha pagado todo el dinero. Aunque han dejado de darte dinero, la cantidad que has aceptado durante todos estos años es más que suficiente para criarla hasta los ochenta años. ¡No deberías tratarla como a una criada!
Para evitar que la gente chismosease y menospreciase el honor de Zhou, la señora Liu, normalmente, regañaba y abusaba de la gente de puertas para adentro. Así pues, Zhou Qing solía lavarse las manos en el asunto. Desafortunadamente, el alcalde y el único erudito del pueblo estaban allí en ese momento haciendo que todos los vecinos les mirasen.
Fue un golpe bajo para la dignidad de Zhou Qing. Se dio la vuelta y golpeó a Zhou Lan Xiu.
-¡Serás vaga! ¡Te dije que les dieras de comer a los cerdos! ¡¿Cómo iba a saber ella cómo darles de comer?!
Li Wei Yang bajó la cabeza, pareciendo genuinamente compungida. A ojos del resto de personas, parecía todavía más arrepentida. A pesar de lo mucho que los pueblerinos cotilleaban y envidaban la belleza de Li Wei Yang, seguían siendo gente de mente simple. Para ellos, los Zhou habían recibido muchísimo dinero de los Li para que trataran a su hija con cuidado. ¿Cómo podía ser que la estuviesen molestando?
Zhou Qing no pudo controlar su temperamento al ser señalado por sus vecinos y abofeteó maliciosamente a Zhou Lan Xiu.
-¡Todo esto es tu culpa por crearme problemas!
Li Wei Yang pensó para sí: “Esto es sólo el principio”.
Totalmente cierto, poco después, se escuchó  a Zhou Jiang corriendo completamente pálido. Horrorizado exclamó:
-¡Padre! ¡Los cerdos! ¡Se han escapado todos los cerdos!


[1]Xiansheng (先生) se traduce al español como algo así como: “señor” o “caballero”.
[2]Guniang (姑娘) se traduce al español como “hija”, “muchacha” o “chica”. Es decir, es una forma de dirigirse a una mujer joven, a una moza. 

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2 comentarios

  1. Está novela ya la está traduciendo y va muy avanzada

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    Respuestas
    1. Bueno, no es que sólo pueda traducírlo una persona.
      Yo traduzco lo que me gusta, cada uno que lea de donde sea.
      Además, al ser traducciones amateurs, cada uno tiene su estilo y su forma, y quizás cada uno tiene más o menos experiencia.
      Ya ni me pongo a hablar de la diferencia de dialectos que hay en el español...

      ¡Así que felicidad! Si ese grupo quiere afiliarse y que ponga un link en esta página como: "traducción alternativa" o "traducción del grupo XXX", yo, encantada.

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