Capítulo 20

octubre 08, 2017

¿Cómo es que ya sabe de Ye CanSheng? Todavía más, ¿cómo se ha enterado? A no ser…
–¡Me estás vigilando! – digo.
–Qué forma tan horrible de decirlo. Sólo te protejo para mantener a los delincuentes lejos.
–No lo necesito.
Me agarro el cuello de la camisa y me voy, esforzándome por mantener una cara inexpresiva. Pero mi mente no está tan tranquila como aparento. ShangFang ya conoce la existencia de Ye CanSheng, a pesar de que no sé por qué me resisto tanto, odio cómo me mira. A veces es siniestro, otras solitario, como si… Estuviese viendo a alguien totalmente distinto a través de mí. Y, al parecer, se preocupa mucho por esa persona. Se puede deducir por lo mucho que se obsesiona conmigo.
Es demasiado peligroso. El peligro de Ye CanSheng sólo restringe su amor y posesividad en ti, pero ShangFang es diferente. Su peligro proviene de sus tácticas sin escrúpulos, no del amor.
Seguramente se había ido a Hong Kong con mi madre a por mi custodia. A juzgar por sus palabras, ahora mismo mi madre tiene que estar a salvo y ser muy rica. Pero, ¿por qué ShangFang se preocupa tanto por mí? No creo que fuera amor a primera vista o un amor de una noche.
Mis instintos me dicen que debo mantenerme alejado de esta persona.
–¿Dónde te crees que vas?
Me coge del pelo. Al principio me asusto, pero consigo mantener una fachada tranquila.
–Odio estar en la misma habitación que tú, quiero ir a tomar el aire.
–¿Oh? – La fuerza con la que me tira del pelo es más y más fuerte. No me queda de otra que retroceder unos pasos. – ¿No será que intentas escapar porque estás asustado?
Frunzo el ceño y, con las manos, le cojo por el dolor. Me aferro a su mano para que deje de tirarme del pelo.
–Creo que a nadie le gustaría estar con un violador.
–Jaja, qué buena razón.
La seguridad extrema y frívola se refleja en su tono de voz y me incomoda. ¿Qué puedo hacer? No tengo ni un solo número guardado en mi móvil. ¿Cuál será la reacción de CanSheng cuando vea que no estoy en casa? No, tengo que volver…
–¡Suéltame!
Intento separarle los dedos, pero esta acción sólo hace que me coja todavía más.
–Puedo soltarte, pero, ¿me explicarás que son esas marcas de tu cuerpo? – Su voz resuena detrás de mí. – ¿Has abierto las piernas tú solito, o te ha hecho lo mismo que te hice yo? ¿Eh?
–¡Ah…!
Con una fuerza inmensa me tira del pelo hacia atrás, me tambaleo y mi cuerpo cae hacia atrás. La otra mano de ShangFang se introduce por la apertura de mi camisa.
Miro, nerviosamente, cómo su mano se desliza por mi cuerpo. Dejo de cogerme a él de inmediato y golpeo con el codo hacia atrás, pero me intercepta fácilmente. Justo entonces, me atraviesa un dolor inmenso. Y así, en ese momento de estremecimiento y forcejeo, todo mi cuerpo queda sobre la mesa. Todo lo que hay encima de la mesa cae en un gran estruendo.
–¡Piérdete!
Uso cada pizca de energía que tengo para debatirme, pero la mano que tengo detrás de la espalda me retuerce la muñeca. No consigo reunir más fuerzas. Mi cerebro está en un estado de nerviosismo y preocupación extremo. Las compulsiones de aquella noche me asaltan sin parar.

–Respóndeme. 

You Might Also Like

0 comentarios

Popular Posts

Like us on Facebook

Flickr Images