Capítulo 47

noviembre 19, 2017

Cuando su tentador y suave beso terminó, Xiao Li estaba en un estado abrumador de intoxicación, tanto que tenía las mejillas de color rojo. Se apoyó contra la pared con la cabeza alzada al techo. Jadeando en busca de aire que parecía escaparse de sus labios. Al cabo de unos segundos, pudo fijar su mirada confusa en Qi Xiu Yuan.
Los escudriñadores ojos de Qi Xiu Yuan le devolvieron la mirada como si esperase volver a la realidad.
Xiao Li sintió que, cuando este hombre no sonreía o reía, sus ojos parecían carcomerse con deseos en un eterno mar de emociones que no alcanzaba a distinguir, y su rostro… Sus rasgos eran duros, aunque suaves a la vista. Su pelo mojado caía desordenado sobre un lado de la cara y las gotas de agua fluían por su rostro.
Xiao Li era incapaz de seguir evitando esos ojos que le capturaban y le atraían a su vacío hipnótico. Todo lo que sentía era una sensación ardiente que emergía de su pecho y se extendía por todo su cuerpo, dejándole débil e incapaz de controlarse. Sacó la lengua y recorrió sus propios labios, lamiéndoselos sensualmente de una esquina a la otra.
La mirada de Qi Xiu Yuan pareció volverse todavía más profunda mientras le estudiaba.
–Precioso… – Un gemido se escapó de la garganta de Qi Xiu Yuan. Presionó sus labios contra los de Xiao Li, rozándose con él hasta que su lengua lo pudo saborear.
A Xiao Li no le quedaba ni un ápice de fuerza, ni quería apartarle. Nunca en toda su vida había sabido que lamer y besar podía dejar una sensación tan encantadora y agradable. La lengua de Qi Xiu Yuan se separó de sus labios, recorrió la línea de su mandíbula hasta llegar a la nuez y, entonces, chupó la piel suave.
Xiao Li exhaló bruscamente mientras sus manos colgaban a un lado, impotentes. Qi Xiu Yuan murmuró algo admirando su cuerpo seductor que tenía contra el suyo. Su lengua se movió al pezón de cereza izquierdo de Xiao Li, dejando un rastro húmedo que parecía cicatrizar su piel.
Xiao Li se estremeció de placer inconscientemente. La sensación de los labios húmedos de Qi Xiu Yuan envolviendo su pezón y jugando con la punta de la lengua, sacó a Xiao Li del trance en que todos sus deseos le contenían. Un estímulo le hizo tirar la cabeza para atrás, chocando contra la pared.
–Qi Xiu Yuan… – Su voz era débil y ronca. Puso las manos en los hombros de Qi Xiu Yuan en un intentó de apartarle. – No me gusta…
Qi Xiu Yuan respondió a su ruego chupándole el pezón izquierdo otra vez, haciendo que Xiao Li perdiese la respiración. Giró el cuerpo para intentar salir de su control.
Qi Xiu Yuan continuó lamiendo, mordiendo y chupándole los pezones mientras el agua caía sobre sus cuerpos.
–¿Por qué…?
Porque le hacía sentir como una mujer. Xiao Li, desmayado, juntó todos sus pensamientos conforme alcanzaba la cara de Qi Xiu Yuan e intentaba apartársela del pecho. Qi Xiu Yuan soltó una risotada, como si hubiese comprendido a Xiao Li. Esa risotada, presuntamente inocente, desencadenó una serie de temblores en la columna vertebral de Xiao Li, como si le estuviese besando por toda la espalda, sin dejar ni un solo lugar sin tocar.
Xiao Li quiso protestar, pero todo lo que escuchó fue un suave gemido escapándose de sus labios temblorosos. Molesto, puso más fuerza en las manos para apartar a Qi Xiu Yuan.
Qi Xiu Yuan no continuó, se limitó a aprovechar la ocasión para lamer el espacio entre el dedo índex y corazón de Xiao Li. Xiao Li escondió la mano, lo que le dio espacio para que su lengua volviese a la piel de su pecho otra vez. Entonces, sin previo aviso, bajó el cuerpo y deslizó la lengua, pasando por las líneas robustas y elegantes del estómago de Xiao Li, y siguió bajando hacia su miembro floreciente.
–¿Y esto? – Qi Xiu Yuan ya estaba arrodillado en el suelo mojado. Echó el aliento sobre el miembro erecto que tenía ante él, todo, mientras su mirada ardiente seducía a Xiao Li. – ¿Te gusta?
–No tienes que-… Ah…
Qi Xiu Yuan le chinchó dando un par de golpecitos con la lengua en su miembro sensible. Poco después, el largo, duro y húmedo miembro entró en la boca que le esperaba. Xiao Li gimió y cerró los ojos de repente.
No es que ninguna mujer se lo hubiera hecho antes, pero esta vez, era Qi Xiu Yuan. Xiao Li se estremeció mientras gemía otra vez, y se aferraba inútilmente a la superficie suave y lisa de las baldosas de cerámica.
Cuando por fin abrió los ojos y miró abajo, Qi Xiu Yuan también le estaba mirando. Seguía chupándole el miembro, pero la expresión de sus ojos parecía consumida por la presencia atrayente de Xiao Li. La mirada caliente de Qi Xiu Yuan recorrió todo su cuerpo, como si estuviese disfrutando de un paisaje hermoso e inspeccionando el territorio.
Xiao Li volvió a cerrar los ojos. Intentaba contener los gemidos y jadeos que llenaban el baño con todas sus fuerzas. El sonido constante de la boca de Qi Xiu Yuan deslizándose para atrás y para adelante, se mezcló con sus propios latidos que resonaban ruidosamente en sus oídos.
El método de Qi Xiu Yuan rebosaba pasión y técnica. Su boca se movía adelante y atrás mientras envolvía su miembro en total plenitud. Entonces, jugaba con sus testículos con los dedos. Los gemidos que Xiao Li contenía tortuosamente se volvieron más altos y parecieron romperse en pedazos cuando se aferró al pelo de Qi Xiu Yuan antes de que éste se empezase a tomarle todavía más hondo.
Desde la perspectiva de Qi Xiu Yuan, Xiao Li rebosaba deseo. Cada vez que movía el pecho con su respiración, los pezones totalmente erectos le seguían. Estaba claro que se le habían tensado los músculos del cuerpo, dejando a la vista sus deseos. Y, las gotas de sudor atrajeron las luces del baño, que las hacían relucir.
Qi Xiu Yuan aceleró el ritmo cuando un gemido grave emergió desde las profundidades del pecho de Xiao Li. Lamió y chupó con más rapidez, disfrutando de la cara de Xiao Li: jamás había sentido mayor tentación que esta.
La respiración de Xiao Li se volvió pesada y ansiosa. La dulzura con la que la lengua de Qi Xiu Yuan le tocaba casi le hacía perder la razón. Podía sentir como sus propios muslos se tensaban y, entonces, empezó a temblar. Sus dedos se aferraron al pelo de Qi Xiu Yuan, quería apartarle, pero cuando jadeó en busca de aire, su voz se estremeció por el placer.
–No… Voy a… Ah… ¡Ah…!

En una milésima de segundo, Xiao Li llegó al clímax con una voz contenida y baja. Todos sus músculos se tensaron, echó el pecho para adelante, creando un arco bellísimo. Entonces, su cuerpo se deslizó por la pared, mientras él jadeaba pesadamente. 

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