Capítulo 49

diciembre 11, 2017

La puerta se abre haciendo un sonido. En cuanto veo la punta del zapato de ShangFan dentro me muevo con todas mis fuerzas. ¡Matarle es mejor que dejar que me secuestre!
Todo ocurre en cuestión de segundos. Ni siquiera puedo procesar lo que me pasa cuando, de repente, estoy en el suelo.
ShangFan me mira y le ordena al hombre que tiene al lado:
–8 Cero, bájalo.
Ahora me doy cuenta de quien es el que me ha tirado al suelo. Esa persona es tan silenciosa como un fantasma y sus movimientos son rápidos y fuertes. Todavía siento nauseas e incluso se desencadenan un torrente de olas de dolor con solo respirar.
–¿Tienes miedo? – Levanta las esquinas de los labios hacia arriba.
Está de pie delante de mí cogiéndome por el cuello de la ropa y me recoge del suelo sin suavidad alguna.
Muevo la mano por delante de la cara como para despertarme de esta pesadilla.
–¡Hijo de puta! ¡No me toques!
Me coge de la mano y él me devuelve una bofetada en la cara.
–Te he mimado demasiado.
–Jajaja… – Me trago la sangre de la boca y me rio de él con burla. – ¿Mimar? ¿Estás de coña?
La mano que me sujeta me dobla el cuerpo. Yo aprieto los dientes y me trago los sollozos.
–Se me había olvidado. No sabes cómo hago las cosas.
–¡Sólo un fantasma lo sabría! ¡Pervertido anormal!
Tengo la mano detrás de mí. Mi constitución es débil por lo que empiezo a temblar. Veo reflejos negros pasándome por delante de los ojos.
–¿Anormal? ¿Y tú? ¿Te gusta tener tantas cicatrices?
Desliza la mano por debajo de mi camisa y la va subiendo lentamente hasta cogerme del pezón y ejercer mucha fuerza. Se me pone rígido el cuerpo y se me entumece la parte baja del abdomen. Es diferente a cuando Ye CanSheng me toca. Es tan asqueroso que me dan ganas de vomitar.
–¡No me puedes tocar! ¡Piérdete!
–¡Guau! ¡Guau!
Cacahuete, de repente, carga contra ShangFan saliendo de su escondrijo. Sin embargo, es demasiado pequeño y su fuerza no sirve de nada, por lo que ShangFan se deshace de él con una patada.
Cacahuete no se atreve a acercarse más por el dolor. Se hace un ovillo a un lado y sigue enseñándole los dientes.
Me muerdo los labios. No pienso mostrarle mi debilidad. La situación actual me da asco.
–Ya lo estás sintiendo. ¡Ye CanSheng debe hacerte el amor con bastante frecuencia!
–¡No puedes… mencionar… ay… su nombre!
Noto una sensación pegajosa por detrás del cuello que se extiende por el resto del cuerpo como si fuera una corriente eléctrica.
–Si no quieres que lo mencione, no lo haré. Me temo que no hará falta hacerlo nunca más.
Pierdo la respiración.
–¿Qué quieres decir?
El aroma de ShangFan me entra por la nariz. Sigue siendo una fragancia peligrosa, perezosa, caliente y seca.
–Quiero decir que todo depende de si sobrevive a esta noche… – Su voz resuena.
–¡Tú…!
Forcejeo con la mano que tengo detrás. Puedo sentir sus uñas perforándome la piel. No me importa demasiado, me limito a mirarle de mala manera. ¡Hay algo que quiero hacer más que morderle!
–¡¿Qué has hecho?!
–Nada. Sólo he tomado prestadas un par de pistolas de su hermano.
–Maldito seas, ¡si le pasa algo te pienso dejar discapacitado!
–Guau. ¿Tan profundos son tus sentimientos? Vaya… – Me coge la parte baja y tanto los pies como mi cuerpo tiemblan de debilidad. – ¿Has olvidado quien es el jugador dominante ahora?
–Ay…
Es una zona fatal y no consigo reunir fuerza por sus movimientos. Me duele mucho y me cubre un sudor frío.
–¡8 Cero!
–Sí.
Tengo el cuerpo presionado contra la pared. Me suben la manga de la mano izquierda y veo una jeringuilla en la mano de 8 Cero. Hay un líquido azul dentro que emite una sombra similar a la de una horquilla bajo la luz.
No, no, no. Mis instintos me dicen que no debo tocar esa cosa.
No obstante, mi cuerpo lo controla otra persona. Todo lo que puedo hacer es tensar los músculos de la mano para evitar que me puedan introducir el líquido con éxito.
–Lucha inútil… – La voz impaciente de ShangFan resuena desde detrás.
Ese tal 8 Cero usa la otra mano para presionar un punto de acupuntura con cierta fuerza. La técnica es la misma que me hizo DongYan…
–Tú…
Antes de poder terminar mi pregunta, mi mano izquierda se afloja y se queda colgando como si estuviese rota. Miro cómo el líquido azul entra en mi cuerpo poquito a poco impotente.
Poco después, todo lo que hay delante de mis ojos se pone borroso.
Lo primero que pienso es en si CanSheng estará bien. ¿Y si vuelve y ve que no estoy? ¿Se enfadará? ¿Pensará que me he escapado?
Ese niñato se va a volver a enfadar…
Da igual que se enfade, sólo quiero que me venga a buscar.

Creo en ti… Te esperaré… 

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