Capítulo 56

diciembre 25, 2017

Me llamo Ye CanSheng.
Le he perdido o, en otras palabras, se ha ido…
Cuando vuelvo ya es muy tarde, sobre las diez de la noche. No sé por qué mi hermano tenía tantas armas de repente, y tengo todavía menos idea del por qué ha intentado atacar mi territorio por tantos sitios a la vez. Si no fuera porque el ruido que ha hecho ha alertado a la policía, seguramente no habría podido regresar…
Estoy sangrando y también salpicado por mucha sangre que no es mía. Me pregunto si le asustaré cuando vuelva, pero…
No hay nadie en casa. Le llamo muchas veces.
YunSheng.
YunSheng.
YunSheng.
¡YunSheng!
YunSheng…
No hay respuesta. La casa está tan vacía que da miedo. La lámpara de la habitación está rota al lado de la ventana. Está muy claro que él… ha roto la ventana y me ha… abandonado.
¡Me dijo claramente que no se iría! ¡Me ha mentido! ¡Me ha vuelto a mentir por segunda vez!
Al darme cuenta de la verdad, se me hiela toda la sangre del cuerpo. Hace un frío de muerte. Es como si volviese a la caja de metal de mi infancia. La oscuridad, los olores asquerosos y mi propio terror se reúnen dentro de la caja, atrapándome en una desesperación sin final.
Mi sol ha desaparecido…
Hasta acepté salir con él. Hasta me abrazó feliz aquella noche y me susurró palabras de amor. ¿O acaso lo hizo para engañarme y poder huir?
Las ráfagas de viento entran por la ventana rota. Quiero tapar el agujero, pero el cristal me atraviesa la palma de la mano. La sangre empieza a brotar, pero sabe a dulzura. Me gusta este tipo de dolor, porque es una forma de amar.
El dolor, la restricción, la depresión.
Me lamo la sangre de la mano. El yo que veo en el espejo me parece un desconocido.
¿Le habré asustado? ¿Por eso me ha abandonado? ¿O es por qué se cree que soy un pervertido anormal como aquella mujer y sólo ha querido dejarme cuanto antes mejor?
Me envuelvo en la sábana. Huele a él. Pienso en por qué querría escapar y por qué el lobo no se ha podido comer a la oveja. Ahora lo sé, si tiene dos piernas escapará mientras no estés. Las piernas de YunSheng son tan bonitas que quiero cortárselas y quedármelas.
Si no puede andar, si no puede usar las piernas, entonces, ¡sólo podrá quedarse conmigo! ¡Sólo me podrá mirar a mí!
¡Eso es!
Tengo que encontrarle, y entonces… Hacerle incapaz de abandonarme, sin importar lo mucho que llore y me ruegue. ¡No pienso soltar las cadenas que le aten nunca más…!

…Pero, ¿no le gusto? 

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