Li Shi Qing no reaccionó a la frase. Se limitó a observar a Lu Wu, hacer una mueca y reír.

–¿De qué te ríes? – Preguntó Lu Wu interesado.

–De ti, Wu Ye, se acerca tu muerte y ni siquiera eres consciente de ello. – Li Shi Qing le respondió de buena gana.

Lu Wu parecía complacido con su respuesta, por lo que rió alegremente mirando durante un rato a Li Shi Qing.

–Li Shi Qing, – dijo despreocupadamente. – ¡verte hacer todo lo posible para ganar tiempo es muy interesante! – Sonrió y dio un paso adelante. – ¿Te crees que tus cachorritos de tigre van a venir a rescatarte aún sabiendo que los tigres no son de fiar?

Li Shi Qing no respondió y Yan Ming, que estaba a su lado, empezó a reír disimuladamente.

–Tío, tú mismo me enseñaste que debía tener cuidado con todo y en no confiar en la suerte. – Entonces, continuó atándole mientras Ah Long le miraba furtivamente sin moverse.

–Wu Ye, tal vez podrías iluminarme.  – Li Shi Qing se limitó a alzar la mirada y sonreír un poco. – ¿En qué momento he confiado yo en la suerte?

–¿Te crees que Xiao Li sólo trabaja conmigo? – Lu Wu habló como si le estuviese regañando. – Para serte sincero, puede ser que la policía haya atrapado a Zhou Yun y a los demás y no puedan salir de la ciudad.

Li Shi Qing musitó un simple: “oh” y añadió:

–Sun Ze Yu está involucrado tal y como esperábamos, eh.

El rostro de Lu Wu se puso un poco más serio cuando descubrió alguna reacción en Li Shi Qing y empezó a estudiarle con más detenimiento.

–Yan Ming te conoce. ¿No admitirás la derrota ni en esta situación?

Yan Ming ya le había atado las manos detrás de la espalda. A pesar de que Li Shi Qing estaba en una postura incómoda y difícil, continuaba mostrando su arrogancia. Como si él fuese quien tuviese la victoria en sus manos.

–Es porque sé algo que ni tú, ni Sun Ze Yu sabéis.

–¿Qué?

–Sé cuál es el objetivo final de Xiao Li. – Li Shi Qing alzó la barbilla.

Lu Wu parecía desconcertado y le observó con el ceño algo fruncido.

Li Shi Qing rió.

–¿De verdad te crees que Xiao Li empezó a liármela en el grupo cuando le encerré? Nunca le he tenido como a un subordinado. Si de verdad odiase que lo trate como a una mujer, esta ciudad sería un desastre desde hace unos años. Además, ¿si así fuera cómo iba a dejarle ser un líder y estar tranquilo?

Lu Wu avanzó un paso algo sorprendido. Sin embargo, su subordinado le tiró para atrás y le susurró.

–Wu Ye, ten cuidado. Mantén las distancias con este tío.

Li Shi Qing se burló y continuó viendo la escena.

–¿De verdad crees que no sabía que me la estaba liando y que estaba trabajando con Sun Ze Yu y contigo? Le encerré porque quería que dejase de liármela tanto, tenía que pararlo. No es porque quisiera hacerle algo… – Su semblante se volvió algo sombría y su voz cayó en picado. – En efecto, he cometido un error. Pensaba que Xiao Li era el más prudente… Que no se movería si no estaba seguro de salir exitoso.

La expresión de Lu Wu por fin empeoró.

–¿Ya sabías que iba a hacer algo así?

–El grupo es mío. Wu Ye, Xiao Li me puede esconder algunas cosas, pero en el momento en que yo vea algo sospechoso, ¿crees que no me pondré en guardia? Por desgracia, pensaba que esperaría un mes o así para hacer algo dada su personalidad… – De repente empezó a reír cuando vio la expresión de Lu Wu. – ¿Qué? ¿Lo he adivinado? ¿De verdad habéis avanzado el día?

Lu Wu se mantuvo firme a pesar de la expresión de Li Shi Qing.

–¿Y qué? Al que estamos pisoteando ahora mismo, aquí mismo, es a ti.

Li Shi Qing estalló en carcajadas. Su personalidad astuta y sombría siempre mostraba un semblante refinado y sabio. No solía ponerse frenético, por lo que verle de ese modo molestó a Lu Wu.

–¿O no?

–Pues sí. – Li Shi Qing rió. – Pero que tú me hagas compañía hace que deje de parecerme injusto.

–¿Qué quieres decir? – Lu Wu frunció el ceño.

Los ojos de Li Shi Qing repasaron la multitud que tenía delante.

–¿Crees que Xiao Li puso espías en el grupo para poder hacer un movimiento como este?

–¿Me lo preguntas a mí? – Lu Wu se impacientó. – ¿No tenías la guarda alta?

–Sí. Cuando descubrí sus truquillos investigué a fondo y descubrí un asunto muy interesante. Wu ye, seguro que te interesa. – Echó un vistazo a su expresión. – Hace tres años, cuando Xiao Li descubrió que yo había matado a su madre, empezó a poner espías. Además, el número era enorme y en muchísimas localizaciones.

La sorpresa se plasmó en el rostro de Lu Wu. Li Shi Qing sonrió al verlo.

–Wu Ye, ¿ha habido cambios en el número de miembros durante estos tres años? – Hizo una pausa. – ¡Ah! Cuando arrestaron a Xiao Li en la provincia vecina, ¿quién sabe por qué le pillaron?

La expresión de Lu Wu estaba devastada por el nerviosismo mientras intentaba alcanzar la pistola que escondía en su pecho, pero en cuestión de segundos, sintió una sensación aguda que jamás había sentido en los órganos. Escuchó la voz de Li Shi Qing:

–Wu Ye, debes confiar completamente en los hombres que has traído para llevar a cabo tu movimiento antes de hora, ¿no?

Justo después de eso, escuchó una voz conocida desde detrás.

–Qing Ye, cuidado.

Entonces, sintió cómo la figura alta que llevaba a su lado todo este rato hacía unos movimientos desconocidos y, antes de poder darse cuenta, escuchó el sonido de un cuchillo cortando carne. Fue sólo entonces, cuando sintió un dolor punzante, como si algo le hubiese apuñalado el cuello.

Desde ese momento quedó inconsciente.