Capítulo 20

mayo 25, 2018


¡Cuánto tiempo dura mi viaje, y qué largo es mi camino!
                                                                            ‒Rabindranath Tagore

Soy un lobo del norte, vagando por las planas sin frontera; el frío viento ruge y la tormenta de arena…
La música despertó a Xu Ping, que se incorporó en el escritorio.  Los pocos compañeros de clase que tenía se habían juntado en una mesa y estaban escuchando “lobo” de Chiyi Chin en su radiocasete[1]. En el resto de las mesas había una montonera de libros y apuntes para los exámenes que desde el estrado parecían murallas de papel.
‒Xu Ping, la tutora quiere que vayas a su despacho. ‒ Un compañero de clase le avisó durante el descanso.
Xu Ping se levantó frotándose la cara y asintió con la cabeza.
Una vez en el despacho, abrió la puerta y se encontró a su tutora, la señorita Li, sentada en su gran escritorio corrigiendo los exámenes de prueba que habían hecho el día anterior.
‒¿Me buscaba, señorita Li?
Li Xiuyun se colocó bien las gafas y contestó sin dejar de mover el bolígrafo que sujetaba en la mano.
‒Sí.
La mujer hojeó las páginas contando las marcas rojas y escribió un setenta y seis en la primera. Seguidamente, dejó el bolígrafo, le echó un vistazo a la montaña de papeles que ya había corregido y buscó el de Xu Ping. Cuando lo hubo encontrado, lo dejó sobre la mesa y lo señaló con el dedo.
‒¿Qué te pasa? ¿Cómo te has equivocado con algo tan básico? ‒Xu Ping cogió el examen y miró la pregunta que estaba marcada de rojo. ‒ Has hecho bien las difíciles, ¿cómo puede ser que te hayas equivocado rellenando huecos?
Xu Ping soltó una risita y le devolvió el examen.
‒Ha sido sin querer.
‒¡Sin querer! ‒ La señorita Li volvió a apuñalar el papel con el dedo. ‒ ¡Pues hacer cosas sin querer no te va a meter en la universidad! ¿Sabes cuántos estudiantes se pelean por la plaza? ¡Un error significa cincuenta puestos más abajo! Eres un chico listo, Xu Ping. ¡No permitas que tu futuro se vaya a la basura por una tontería como esta!
Xu Ping asintió y estuvo de acuerdo con ella.
‒Bueno, pasemos a otro tema. ‒ La señorita Li se quitó las gafas y se las dejó colgando en el cuello. ‒ Es viernes y todavía no tengo tu formulario.  ‒ Xu Ping no abrió la boca. ‒ Si tienes algún problema puedes contármelo. Sé que tu familia es… especial, pero el formulario es una cosa serie y tiene que ser tu prioridad. El otro día hablé por teléfono con tu padre. Con las notas que tienes podrías optar por la universidad de Pekín o la de Qinghua. Pero tengo la sensación de que no tienes esa intención. Mientras los otros se dedican a darlo todo para conseguir que los admitan en alguna universidad, tú sigues dudando a pesar de que tienes un pie en la puerta de la que quieras.  ‒ Xu Ping se frotó la nariz. ‒ Tu padre me contó que llevas cuidando de tu hermano desde que eras pequeño; me emocionó. Este año voy a cumplir los cincuenta y llevo enseñando toda la vida. He visto todo tipo de estudiantes y yo también he tenido hijos. Lo que te voy a decir, te lo digo como adulta, no como profesora. Tu padre te ha estado criando todos estos años para que seas alguien en la vida, no el cuidador de tu hermano. Sí, no es nada malo, pero no puedes abandonar tus propias aspiraciones por tu hermano. ¡Si lo haces serás el más necio sobre la faz de la Tierra! ‒ Xu Ping apretó los puños y la tutora sacó otro formulario de su cajón. ‒ No debería enseñarte esto, pero esto es lo que ha escrito Yang Qing. Saca peores notas que tú, ¿pero sabes qué universidad ha escogido?  Pekín. ¿Y tú, qué? ¿No tienes nada que quieras hacer? ‒ Xu Ping apretó los labios. ‒ No te pido que vayas a Pekín, pero como tu tutora, no pienso permitir que te tomes el futuro a la ligera. ‒ Cerró el cajón de un golpe. ‒ Quiero que me entregues el formulario el lunes. Este fin de semana piensa en lo que te he dicho.


Las clases acabaron un poco tarde, aunque no era nada fuera de lo corriente. Tanto alumnos como profesores anhelaban que los días fueran más largos. Xu Ping tiró la mochila en la cesta de su bicicleta, se subió y salió corriendo. Llegó a la escuela para casos especiales cuando ya era de noche. Sólo había un par de ventanas encendidas.
Xu Ping subió las escaleras de dos en dos y se encontró a su hermano sentado bien derecho, con las rodillas juntas esperándole en la clase vacía.
‒Xiao Zheng. ‒Su hermano levantó la cabeza lentamente como un robot y se giró. Xu Ping sonrió. ‒ He venido a buscarte.
Xu Ping le cogió de la mano y se acercó a la señorita Cao para despedirse.
‒¿Ya ha vuelto tu padre? ‒ Pregunto la profesora mientras acababa de recoger sus cosas.
‒Todavía no.
‒Quiero hablarte de una cosa. ‒ La señorita Cao señaló un banquillo que había justo delante de ella.
Xu Ping sentó a su hermano antes de hacerlo él mismo.
‒¿Qué tal en casa?
‒Bien. Lo único fuera de lo normal es que voy a hacer los exámenes de admisión para la universidad y tengo mucho que hacer. Mi padre está grabando y no volverá hasta dentro de unos días. ‒ La profesora asintió con la cabeza. ‒ ¿Ha hecho algo? ‒ Preguntó Xu Ping.
‒No. ‒ La profesora sonrió. ‒ Xu Zheng siempre se porta bien. No le gusta relacionarse con los demás, pero no da problemas. ‒Xu Ping miró a su hermano de reojo un poco más aliviado. ‒En realidad, quería comentarle esto a tu padre, pero creo que también deberías saberlo tú.
Xu Ping se inclinó hacia adelante un poco.
‒¿De qué se trata?
‒Xu Zheng lleva con nosotros ocho años, ‒ Cao Xue empezó a explicarse y se cruzó de piernas. ‒ ¿os habéis parado a pensar qué va a hacer en el futuro? ‒ Xu Ping guardó silencio. ‒ Ya tiene quince años. Si fuera un niño normal estaría preparándose para la graduación el instituto y para entrar a bachillerato o buscar trabajo. La educación obligatoria dura ocho años. Aunque nuestra escuela no sigue esa norma, tampoco ofrece servicios eternos…
‒¿La escuela se está quedando sin dinero, señorita Cao? Puedo comentárselo a mi padre.
‒Vamos bien de dinero. ‒ La profesora soltó una risita. ‒ Y tenemos muchos alumnos a la espera para poder entrar. ‒ Miró a Xu Zheng con cariño. ‒ Me acuerdo de que cuando Xu Zheng vino por primera vez sólo medía esto. Le trajo tu padre y se enganchó a tu mano como una lapa. No quería soltarse. Le dijiste que vendrías a recogerle después de clases y se quedó sentado al lado de las plantas esperándote. Recuerdo que llovía y que el señor Zhang y yo intentamos que entrase a la clase, pero Xu Zheng mordía a cualquiera que se le acercase. Hasta le hizo sangre al señor Zhang. Al final tuvimos que quedarnos afuera con él y un paraguas.
Xu Ping le acarició la cabeza a su hermano.
‒Siento haber causado tantas molestias.
‒Bueno, tampoco fue para tanto. Me pareció un chico muy leal y devoto. Mucha gente cree que las personas con enfermedades mentales no entienden nada y eso es mentira. También tienen sentimientos. Sienten alegría y tristeza. Sabes quién se porta bien con ellos y quién los quiere.
Xu Ping le acarició la mano a Xu Zheng con la cabeza gacha.
‒Por eso sé que tenemos una conexión especial. Nuestra escuela no está abierta al público y tampoco trabaja sin ánimo de lucro. No es barata y hay muchas familias que no pueden enviar a sus hijos por eso.
‒¿El mes que viene será más caro?
Cao Xue negó con la cabeza.
‒Xu Ping, tu hermano es el más mayor del centro. Me da pena tener que decir esto, pero los educadores especiales no podemos hacerlo todo. Este tipo de niño vive en su mundo casi siempre… Podemos arreglar la fachada, pero no podemos entrar dentro de la casa a encender la luz.
‒No es verdad, habéis hecho mucho por él, señorita Cao.
Cao Xue sonrió.
‒Xu Zheng me gusta muchísimo, pero la escuela no puede ser sus padres. No podemos cuidarle para siempre. Xu Ping, todas las fiestas acaban y creo que va siendo hora que empecéis a pensar qué hacer con él.


[1] El radiocasete es una adaptación gráfica de la voz francesa cassette, ‘cajita de plástico que encierra una cinta magnética para el registro y reproducción de sonidos o imágenes u otro tipo de datos’ y, por extensión, en amplias zonas del ámbito hispánico, ‘aparato grabador y reproductor de casetes’.

You Might Also Like

0 comentarios

Popular Posts

Like us on Facebook

Flickr Images